070

6K 437 150
                                    

Rubén no dijo ni una palabra más y yo la verdad que no tenía ganas de discutir, así que opté por quedarme callada y sentada, observando los movimientos que hacía Rubén. Estaba parado junto a mí, miró hacia el pasillo y se tocó el bolsillo. No le di importancia.

-¿Quieres hacer algo hoy?- dije para romper aquel interminable silencio. Rubén se volvió a sentar a mi lado y me dio un beso en la frente.

-No puedo, tengo que resolver algunos asuntos.

-¿Cómo cuáles?

-No puedo decirte nada Samantha.- suspiré de forma molesta.

¿Siempre iba ser esto así? Con secretos y más secretos. Yo le contaba todo, todo lo que pasaba por mi vida, mi pasado. Lo sabía todo de mi, pero sin embargo yo no sabía nada de él. No tenía ni idea de lo que había estado haciendo este año, no sabía lo que hacía en sus ratos libres. Nada. 

-Como siempre...- me levanté del sofá y me encaminé hasta la puerta de salida. Necesitaba dar una vuelta y pensar en todo lo que estaba pasando y si esto era o no era lo correcto. 

-¿A dónde te crees que vas?- Rubén me agarró del brazo e hizo que me pusiera de frente a él. 

-Necesito dar una vuelta y despejarme un poco. Llevo dos días metida aquí.

-No.- dijo serio. Cada vez me apretaba más del brazo. Alcé ambas cejas, él no quitó su semblante serio y amenazador. Llevé mi mirada a mi brazo, en señal de que me estaba doliendo e hice una mueca. 

-Rubén, no tienes que preocuparte. Voy a volver, te lo juro.- no sabía si estaba haciendo bien en intentar que me dejara salir, porque esto lo único que llevaría es que él se cabreara más. 

-¡Que no, joder! No puedo arriesgarme. - me soltó del brazo y cerro la puerta con llave. Ésta se la echó al bolsillo, donde había guardado la llave de la otra habitación que era un misterio lo que había dentro de ella. 

Me llevé las manos a la cabeza. Asentí mientras respiraba hondo.

-No me puedes tener aquí para siempre, Rubén.

Él no dijo nada, se encaminó hacia el pasillo y se metió en la habitación. Donde habíamos dormido. Estaba a punto de echarme a llorar. 

Volví a respirar hondo y me encaminé hacia la misma habitación donde se encontraba Rubén. Estaba tumbado mirando hacia la ventana. Me tumbé junto a él y le abracé por detrás. Él al notar mi roce se puso mirando hacia mi. Le di un suave beso en los labios.

-Te quiero.- susurré a centímetros de su boca. Pude ver una pequeña sonrisa asomada en su rostro.- Pero tienes que confiar en mi. Eres consciente de que no puedo estar todos los días metida aquí. Acabaría volviéndome loca. - la sonrisa de Rubén había desaparecido por completo. Volvió a girarse en dirección a la ventana. Resoplé y miré hacia el techo. 

-No puedo volver a perderte y se que si sales por esa puerta no vas a volver. - dijo en un tono bajo, se me hizo un poco difícil entender lo que decía y eso que estábamos solos. -Te quiero tanto que me es imposible vivir sin ti. - volví a ponerme en dirección a él. Aunque él seguía dándome la espalda. 

-No me fui cuando tuvo ocasión, me quedé aquí. Contigo. ¿Porqué crees que te voy a dejar? 

-Por que lo quieres y te conozco que irías tras suya. - se volvió a poner de frente a mi. Podía notar como tenía los ojos rojos de contenerse las lágrimas.- Él te da seguridad, cosa que yo no puedo garantizarte, te hace feliz, algo que yo muchas veces no soy capaz, te quiere. Pero soy demasiado egoísta como para dejar que te vayas. No puedo perderte. 

-Rubén...- le acaricié la mejilla.- No puedo sentirme más protegida si no estoy bajo tus brazos. Me haces feliz, muchísimo, no sabes cuanto. Y no me vas a perder, porque soy incapaz de volver a dejarte. Te perdono, te perdono por todo. Eres lo mejor que me ha podido pasar en mi vida. Supiste desde pequeñitos que teníamos que estar juntos. Nunca más pienses que no me haces feliz o que no me siento protegida contigo. Te quiero.- junté por fin nuestros labios. No podía ver ni una lágrima más descender por el rostro de Rubén.

Era cierto, nunca me había sentido tan feliz. Con Aaron era la típica pareja que hacen lo típico de parejas. Con Rubén era diferente, con él todo es diferente. Me ha protegido más que cualquier persona que ha pasado por mi vida, me ha querido más que cualquiera. Siempre ha estado para mi. Aunque las cosas se complicaran entre nosotros, a pesar de todos aquellos errores que ambos habíamos cometido, mi corazón siempre va a pertenecer a él. Porque con una sola mirada puede hacer que me paralice, que mi corazón vaya a mil por hora. Porque con una sola caricia, hace que mi todo mi cuerpo se erice por completo. Porque cada vez que lo veo mal o llorar por algo, se me rompe el corazón. Estoy tan enamorada de él, que me volvería loca si no lo tuviera a mi lado.Y fui completamente gilipollas al no haberle escuchado aquella vez en mi casa, cuando me contó lo de mis padres. En el fondo sabía que él no lo había echo queriendo, en el fondo sabía que toda la culpa había sido de la banda de Aaron y en la que estaba metido Rubén. Y sin embargo decidí dejarlo solo, después de todo lo que había pasado, lo abandoné. Fui tonta al no darme cuenta de  todo lo bien que me hacía sentir Rubén y dejarlo solo. 

-Pero necesito que confíes en mi, que me cuentes las cosas. Yo nunca te voy a juzgar, hagas lo que hagas.- volví a decir al separarnos del beso. Una de mis manos estaba acariciando la mejilla de Rubén. 

-Si te lo cuento, no vas a querer saber nada de mi.

-No, te he dicho que no te voy a juzgar. - Rubén resopló y miró hacia el techo. Se revolvió el pelo. Estaba nerviosa, mi corazón iba a mil por hora. 

-Tengo que matar a alguien o de lo contrario, me matarán a mi y tengo miedo.

-¿Qué?


estoy enamorada del vídeo de multimedia, vedlo porque es precioso *-* Siento haber tardado tanto en actualizar, pero estoy hasta arriba de exámenes y tengo muy poco tiempo, intentaré volver a subir todos los miércoles. Comentad pls. ♥

Posesivo » elrubius | COMPLETA | EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora