28. ¡Ayúdame!

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PDV Zahra

Ángel me miraba asustado y confundido, pero yo estaba peor, el miedo de ir a la cárcel me invadió completamente.

— ¿Quien está allá?— señaló Ángel el taxi.

— Yo... Yo no quería... Yo... — comencé a llorar. — Todo es tu culpa... Si no hubiera intentado contestar el celular esto no habría pasado.

— ¿Mi culpa?— De que hablas Zahra.

— Yo no quería... No quiero ir a la cárcel debes ayudarme. — Dije asustada.

— ¡Un momento! Ese hombre que está en ese taxi es la persona que mataste.— Dijo Ángel — ¡Trajiste un muerto a mi casa!

— No está muerto, el aún tiene pulso debes ayudarme. — Dije, estaba asustada, no quería que Seth muera.

— Me estas diciendo que trajiste a alguien agonizando a mi casa en vez de llevarlo al hospital... ¡Que tienes en la cabeza Zahra!.— Dijo, eso me dolió, el tenía razón. Ahora estaba jugando con ma vida de Seth, pero tenía miedo. Mucho miedo.

— ¡Callate! Solo ayúdame por favor.— Dije Zahra.

Ángel negó con la cabeza y me hizo a un lado con su mano, caminó hacia el taxi y le dijo algo al conductor.

— Lleve a ese hombre al hospital, no ve que esta agonizando. — Dijo Ángel.

Corrí hacia él, lo menos que quería era que alguien más se enteré de lo que pasó.

— ¡No! Seth no irá a ningún lugar.— dije.

— ¿Seth? — Ángel me miro más confundido aún. — ¿Atropellaste a Seth Rollins?... Mierda Zahra.— dijo tomándose la cabeza.

— Ahora entiendes, no puede ir al hospital. Tu estudiaste enfermería. Ayúdame. — rogué — por favor ayúdame.

— Debes llevarlo al hospital, se está desangrado. Zahra si él no va a un centro médico morirá en ese taxi. — Dijo.

Me di la vuelta y abrí la puerta del Taxi, tome de los brazos al cuerpo inconsciente de Seth.

— ¡Ayúdame! Por favor.— grité en llanto.

— No puedo...— Dijo Ángel.

El conductor salió del coche y me miro con el ceño fruncido.

— Su esposo debe ir al hospital.— me dijo el hombre.

— Mi amigo es doctor, él lo curará. Ayudeme a bajarlo.  — Dije.

— ¡Claro!— dijo el hombre mirándome extrañado.

Ángel nos miraba con la cabeza en sus manos y completamente confundido.
Logramos sacarlo y con la ayuda del hombre caminos a la puerta de Ángel.
Pero el nos detuvo.

— ¡No Zahra!, no puedo...— Dijo poniéndose frente a nosotros.

— ¡Por favor! Te daré lo que quieras, lo que desees, te lo daré. Pero no me dejes sola con esto.— rogué, el hombre del Taxi estaba claramente confundido pero eso cambiaría cuando le diera su dinero por traerme.

— ¡Mierda! — Ángel tomó a Seth en sus brazos y lo metió a la casa.

Seth estaba casi muerto, la sangre seguía bajando de su cabeza, tenía miedo que todo lo que hice haya sido por nada.

Tome mi cartera templando y me acerqué al conductor.

— Tomé.— Dije, le di 200$ y el me miro asustado y confundido.

— Esto es mucho para una sola carrera.

Saque 100$ más de mi bolso y se lo di.

— Señorita...— quiso devolver el dinero pero lo evite.

— Gracias por traerme, solo quiero pedirte un favor más. No quiero que nadie sepa que me Subí a tu taxi. Mi esposo jamás estuvo en el lugar del accidente y yo tampoco. ¿Esta bien? — dije, me arriesgaba a que el hombre se negara a hacerme ese "favor" pero debía jugar todas mis cartas.

— Está bien, usted jamás subió a mi taxi. — dijo, guardo el dinero en su bolsillo y se giro para irse pero se detuvo.— Señorita... Su bicicleta.— Dijo el hombre.

— Oh cierto, bajemos la bicicleta de mi esposo.— dije.

Caminamos al coche y el taxista saco la bicicleta que tome del lugar del accidente y me la dio.

— Adiós.— dijo, encendió su taxi y se fue.

Tome la bicicleta y la arrastre a la casa pero Ángel se puso delante de mi.

— ¿Qué es esto?— preguntó.

— Es la bicicleta de un chico que pasaba por el lugar. Y murio... — Dije.

— ¿Porqué la trajiste?— preguntó — Para que... ¡OH DIOS! Zahra... No... Zahra estas jugando con fuego.


— Nadie debe enterarse. ¡Nadie!— Dije.

Tome la bicicleta y la arroje con todas mis fuerzas a él jardín de Ángel.

— Zhara no puedes hacer esto.— dijo Ángel.

— Sí puedo. No quiero ir a la cárcel no lo entiendes.

— Cuando Rollins despierte...— Lo corte

— Le explicare todo y trataré de que no me odie. Le diré que lo salve y así el me amará de nuevo.

— El ya no te ama.— Dijo Ángel.

— Callate, si me ama. Ahora ve a salvarle la vida, no quiero que le pase nada malo. — dije.

Ángel me miro enojado y camino hacia la casa, yo fui detrás de él deseando no haber cometido este error.

Al entrar vi a Seth en el sillón, tenía una toalla en la cabeza que evitaba que sangrara más.

Quizá se podría salvar y así el volvería conmigo, con la persona que le salvó la vida.























Acá está el otro capítulo, pronto viene el siguiente.

Espero les guste y gracias

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#maratóntime

Besos.

TE DEJE IR || Seth Rollins Where stories live. Discover now