42. Todo en manos de Nicolás

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PDV Seth

Cuando llegué a la ciudad lo primero que hice fue ver mi reloj, no era muy tarde, era las 08:00 de la mañana, creí que llegaría a las 6:00.

Camine a paso rápido a la salida del aeropuerto con mi mochila en el hombro.

Pude notar que las personas no me reconocían, antes ya me hubieran podido autógrafos o fotografías. Pero ninguno me reconocía, realmente sentía que había muerto.

— ¿Dónde iré ahora? No se donde está Abril...— hablé conmigo mismo.

El único lugar a donde podría ir era a la empresa, seguro y ese lugar estaría dónde siempre.

Entonces tome un taxi con dirección a la empresa, si Abril se iba a casar realmente con Dean era 100% seguro de que las superestrellas o alguien sabría dónde era la boda.

***

Después de una hora de vieja llegue a la empresa. Le di al señor conductor el dinero por el viaje y se fue dejándome en frente del enorme edificio que no había visto desde hace 5 años.

— ¡Te dije que llevarás esa televisión de regalo! — escuché la voz de alguien tras mío.

Me gire y vi a un hombre de no más de 40 años. No logre reconocerlo, quizá era alguien nuevo en la empresa.

— ¿Usted quién es? — preguntó, confirmando era alguien nuevo.

— Soy...— me interrumpió.

— No puede estar aquí. No hay atención vuelva mañana joven.

— ¿Qué?... No, escuche yo necesito hablar con algún luchador que este aquí ahora. Cualquiera.

El hombre me miro con el ceño fruncido y estalló en risa. ¿Qué era lo gracioso?

— ¿Eres un Fan? Mira joven, ve a estudiar y hacer algo de tu vida. — Me dio un empujón y siguió su camino, fue a él estacionamiento, supongo que a recoger su coche y poder irse.

Tuve que controlar mis nervios para no darle un golpe.

Camine hacia la puerta y trate de empujarla pero estaba cerrada. Lo intente por segunda vez pero era imposible abrirla.

— No...— dije rendido.

Me apoye en la puerta y miré al cielo.
Ya había perdido una hora y no tenía pensado perder más tiempo.

— ¡Tú! — gritó alguien. Gire mi rostro y vi a quien menos me imagine ver.

— Nicolás...— dije asombrado, creí que el estaría en la cárcel o algo así.

— Yo te conozco. — se acercó a mi con los ojos entrecerrados tratando de recordarme. — ¡NO PUEDE SER!

Me quedé quieto en mi lugar, no se si que me reconociera era bueno o malo.

— ¿Ro-Rollins? — Me reconoció.

***

PDV Abril

— ¡No puede ser hija! Debes estar en la iglesia a las 10:00 y ¿aún no estás cambiada? — me regaño mi madre.

Por alguna razón aún no estaba tan convencida de casarme, sentía como si algo iba a pasar, era un presentimiento extraño.

— Lo siento mamá. — me disculpe.

— ¡ponte el vestido de una vez Abríl! — dijo mi madre. — Y ten cuidado con el peinado. — Yo iré a ver si tu padre está listo.

TE DEJE IR || Seth Rollins Where stories live. Discover now