Sam

36 4 7
                                    

Eran las ocho de la mañana, Lisa, estaba despierta, pero seguía en la cama, pensado en Sam, ¿ por qué le había dado el beso si ni siquiera estaba enamorado de ella ?, Lisa por supuesto que estaba coladita por él, pero Sam... solo quería un polvo de una noche y ya está, eso le fastidiaba mucho, podría haber seguido el beso, pero...ella no quería eso, ella solo haría algo con una persona que la amase de verdad, y estaba segurísima de que él no la amaba. Pero aun así, sabía que no había conocido a Sam por casualidad, sabía que eran cosas del destino.

Decidió levantarse, he ir a por algo de comer, al bajar, se encontró a Sam en el sillón durmiendo, con la misma ropa de ayer, le puso una manta y se fue a la cocina.

Ya eran las diez y media cuándo Sam se despertó, estaba incómodo y no se podía creer que se hubiese quedado dormido en el sillón. Al girar la cabeza, vio a Lisa, le estaba observando.

- Buenos días dormilón- dijo Lisa

- Buenos días, ¿qué tal has dormido?

-Genial... ¿Y tú?

-Yo... un poco incomodo la verdad, sin querer me quedé dormido en el sillón

- Jajaja, ya veo, ¿tienes hambre? Te he hecho un desayuno muy bueno...

- Si, la verdad es que tengo mucha

- Pues espera que te lo traigo

Lisa se fue un momento a la cocina, en ese momento Sam se sentía un poco incómodo, ya que seguía pensando en lo que ocurrió la otra noche, pero también pensaba en ella, ¿por qué le estaba observando?, igual ella sentía lo mismo que el, o... No ni de broma, deja de pensar eso, se decía Sam a si mismo

- Toma aquí tienes- dijo Lisa, esta traía una bandeja con un zumo, tostadas y un café

- Muchas gracias, no te tendrías que haber molestado

- Que va, no pasa nada, no es nada comparado con lo que has hecho por mi...

Hubo un silencio incómodo de unos minutos, Lisa, lo intentó romper

- Háblame de ti

- ¿De mi?, ¿qué quieres saber?- Dijo Sam con mientras que se tomaba el café

- No se... ¿por qué te fuiste de casa? o... ¿cómo sabes tanto del tema de las estafas? o...- Estuvo a punto de preguntarle ¿ por qué eres tan guapo?, pero eso se lo guardó en sus pensamientos...

- Bueno... No sé por dónde empezar... me fui de mi casa por una cosa que hizo mi padre...

- ¿Qué cosa?

- Nada, no te interesa

- Bueno vale, vale, joder, pensaba que ya había confianza...

- Pues no te equivoques...

- Pues lo mismo te digo- Definitivamente Lisa pensaba que no él no estaba por ella.

- ¿ A qué te refieres? - Definitivamente Sam pensaba que ella no estaba por él.

- Tu sabrás...Y... ¿por qué sabes tanto de estafas?

- Mi padre me enseñó todo lo que se.

- A, que interesante... ¿ y qué me vas a enseñar hoy?

- ¿Hoy?, ehh, hoy te voy a enseñar... a... a cómo hacer talones falsos- dijo Sam improvisando un poco

- ¿En serio? que guay, me apetece mucho... ¿ Empezamos ahora?

- ¿Ahora? Si, claro, espera que traigo todo lo que necesitamos

- Vale, yo te espero aquí

- Vale

Dios, ¿por qué es tan guapo? es perfecto, bueno, le cambiaría un poco la actitud, pero por lo demás, es lo mejor que me ha pasado en la vida... que pena que el no sienta lo mismo que yo..., Pensaba Lisa mientras que Sam traía todo.

- Aquí tengo todo lo que necesitamos- Dijo Sam trayendo una caja más grande que él

- Joder, es enorme la caja

- Sí, tengo de todo, para hacerlo perfecto

- A, genial

Estuvieron todo el día haciendo talones, al principio la costaba un poco, y se notaba que eran de mentira, pero al final del día la salían genial, hasta mejor que Sam...

- Y... ¿ya estaría?- Dijo Lisa admirando su "obra de arte"

- Sí, bueno... Tendrías que firmarlo

- Ah ,vale- Dijo Lisa mientras firmaba, de repente se dio cuenta de que Sam la estaba mirando raro

- ¿Qué pasa?

-Nada, nada, mañana mejoraremos tu firma...

- Jajajaja vale

- En fin... se me ha pasado el día volando...

- Sí, a mi también... ¿ que te parece si pedimos algo para cenar?

- Si, me parece perfecto

Estuvieron toda la cena hablando, Sam se atrevió a contarle su historia, cada vez los dos estaban más enamorados el uno del otro, pero lo peor es que pensaban que nunca llegarían a nada. Sam intentó acercarse a ella, pero Lisa se apartaba... Al final se fueron los dos a dormir, cada uno a su cama, y cada uno pensando en el otro... ¿que idiotas son, no? tienen el amor de su vida en frente y no hacen nada... Bueno... De momento...

Son Cosas del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora