La abogada

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Una chica de unos... ¿veinte años? si, más o menos, va andando por un largo pasillo de una cárcel de España, se la ve muy educada, y además debe de tener mucho dinero, ya que tiene ropa muy lujosa.

Al final del pasillo hay una recepción, en donde se encuentra un hombre. Hay mucho silencio, sólo se pueden oír los pasos de la chica.

-Hola, muy buenos días

- Hola, ¿qué desea?

- Bueno, mire soy abogada- Dice mientras que le da una tarjeta que pone "abogados Vanessa"- y querría ver a mi cliente

- Claro, ¿Cómo se llama?- Dice el señor mientras lee la tarjeta

-Sam

-Sam...Sam...- dice el señor mientras busca el nombre en el ordenador- ¡Sam!.... ¿Sam?

- Si - Dice la chica intentando no reírse- ¿Qué pasa?

-Nada, nada, le ha tocado un cliente un poco difícil...

- Que va, no me ha tocado, lo elegí yo, pero, ¿lo puedo ver? necesito hablar con él para aclararle unas cosas antes del juicio...

- ¿juicio? No sabía que iba a haber algún juicio con este chico

- ¿Por qué no?

- Porque saben perfectamente que es culpable

- Bueno, da igual, ¿le puedo ver?

- Sí claro, espere un momento que le digo que tiene visita

- Vale gracias

Pasan unos minutos, que a la chica se le hacen eternos, pero de repente, le ve en una mesa, esperando a alguien, ella, sin dudarlo ni un segundo, va a verle

- ¿Qué coño estas haciendo aquí?

- Hola Sam, yo también me alegro de verte...

- Joder Lisa te dije que no vinieras a buscarme

- Ya, y yo te dije que eso nunca lo haría, pero bueno, no tenemos tiempo de discutir, nuestro avión sale en una hora

- Espera, espera, ¿qué?

- Tengo un plan, mira, en cuanto pulse este botón- Dice Lisa mientras le enseña una especie de mando- Las cámaras de seguridad se apagarán, y ademas, tengo por aquí... ¡aquí!, estas son las llaves que abren todas y cada una de las puertas de esta cárcel

- Dios Lisa, esto va a salir mal, mejor vete, nos veremos todos los días, durante ocho años, en este sitio, y en cuanto salga, nos vamos a otra ciudad, empezamos una nueva vida y...

- No,  necesito verte más de dos horas al día, ¿Sabes? no puedo dormir sin ti, me he tenido que poner veinte botes de maquillaje para disimular las ojeras...

Sam la sonrió, tenía la sonrisa más bonita del mundo, según Lisa

- Bueno, vamos a ver cómo sale este plan, espero haberte enseñado bien...

- Ya verás que sí

Entonces empezaron el plan, Lisa le dio la mano a Sam, como si se estuviese despidiendo, pero en realidad le había dado una copia de la llave de su celda, había planeado muy bien el plan, nada podía salir mal.

Al ver que Sam ya iba a abrir la puerta, Lisa apagó las cámaras de seguridad, tendrían 10 mins hasta que el guarda se diese cuenta, le había vigilado durante una semana, y sabía que había un descanso justo en ese momento.

Se encontraron en un pasillo, en el que no había nadie, ya no les faltaba nada, sólo ir a la puerta de atrás que se tardaba más o menos 5 mins en ir, estaba todo calculado perfectamente, pero había algo con lo que Lisa no contaba, Sam estaba muy débil, casi no se sostenía en pie, pero a ella no le importó, le cogió a caballito y empezó a andar.

Les quedaba solo un minuto antes de que el guarda se diera cuenta, pero Lisa estaba agotada, ya no podía más con él, y de repente, empezó a sonar la alarma

- Vete- Dijo Sam

- ¿Que?... Estas.. Loco.. No te... Voy a.. Dejar... aquí- Dijo Lisa mientras intentaba correr

- Lisa, nos van a pillar...

- Me da igual

- ¡NO SE MUEVAN, PONGAN LAS MANOS EN ALTO!

- Corre- Dijo Sam susurrando

- Ni lo sueñes- Dijo Lisa mientras soltaba a Sam y hacía lo que decían los policías

- Vaya, vaya, con que abogada, ¿no?- Dijo el guarda que la había atendido antes

- Si... Verás.. yo...- Dijo Lisa recuperando el aliento

- Calla, ahora mismo van a ser trasladados a su país, y me encargaré personalmente de que les metan en la cárcel más segura de todo Chicago, ¿vale?

Los dos asintieron de mala gana.

Estaban en el avión, ya no les quedaba nada para llegar a Chicago, Lisa estaba muy decepcionada consigo misma, había defraudado a Sam, e iba a estar en la cárcel como ocho años, y Sam probablemente diez, si eran buenos, además, no se podían escapar porque estaban muy atados, y vigilados.

Llegaron a la cárcel, y para su sorpresa a Lisa y a Sam sólo les pusieron seis años de cárcel, por ser menores de edad. Les separaron, ya que esa cárcel no era mixta, sino que tenía un pabellón de chicas, y otro de chicos, y a Sam le encerraron en una celda en la que no podía salir,  solo para visitas.
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Bueno, antes de seguir con la historia, solo quiero felicitar a biebsfthxran por esta super portada, me ha encantado 😘💕💕

Son Cosas del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora