El policía

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Llevaban ya cuatro meses en esa cárcel, Lisa lo estaba pasando muy mal, las chicas que había ahí, no eran nada buenas, la pegaban e insultaban todo el tiempo, Sam cada vez se estaba volviendo más loco, imagínate estar tres meses sin ver a nadie, solo una mano que te entrega comida rancia.

Pero ese día, Sam tenía una visita, pensaba que era su madre, pero al salir, vio a un policía, no se lo esperaba para nada

- Hola...

- Buenos días Sam, ¿no te acuerdas de mi?

- No, la verdad es que no

- Yo soy el policía que te encontró, fui el que que te arreste...

- A ya, ya me acuerdo- La verdad, no se acordaba, soló cortó esa conversación porque no le gustaba recordar ese día, no le gustaba recordar lo mal qué lo pasó al pensar que iba perder a Lisa...

- Bueno, he venido aquí porque me he enterado de que así es la única forma que puedes ver a la gente

- Si, es una jodida mierda...

-Ya....

Hubo un silencio muy incómodo

- Bueno, y... ¿que tal vas en la policía?

- ¿Yo? con muchísimo lío, ahora los chavales intentan ser cómo tú, normalmente se les pilla a la primera, pero hay algunos que son muy listos...

- ¿Listos?, a que te refieres

- Bueno, hacen unos cheques que te hacen dudar si son verdaderos o no y...

- ¿Me dejas ver alguno?- Dijo Sam interrumpiendo al policía

- Sí, claro... Mira- Sacó el móvil y le enseñó una foto- mira este es muy real, y este..

- Se ve perfectamente que es una falsificación, mira, el papel no tiene brillo, y la tinta se está difuminando y...

- Vaya, eres muy bueno en esto

- Te recuerdo que he estado casi un año engañando a todo el mundo, algo debo de haber aprendido- No es que Sam quería ayudar al policía, solo que quería parar esto, no quería que más gente hiciese la locura que hizo él, no quería que acabaran así.

- Sí, bueno, vale.... Se me acaba de ocurrir algo que te va a beneficiar a ti, y a mi... podrías pagar tu condena ayudándonos

- ¿Perdón?

- Sí, piénsalo, verías a gente, y además, cobrarías algo de dinero

- Espera, esto es una locura, ¿seguro que quieres confiar en mi?- Sam no lo entendía, ósea, ese policía estaba loco, primero le jode la vida, luego va a visitarlo como si no pasara nada, y ahora, le permite trabajar con él.

- Habrá que arriesgarse, ¿no?

- ...Vale, acepto..- Aunque fuese una locura, quería salir de esa cárcel infernal ya

- ¿En serio? Perfecto, prepara tus cosas, que te vas

- ¿qué?, ¿ya?

- Por supuesto, no hay tiempo que perder.

- Vale, en quince minutos estoy

Sam cogió todas sus cosas, a los pocos minutos llegó un guarda diciendo que le habían pagado la fianza y que se podía ir. Al salir de la cárcel se encontró al policía en un coche, inmediatamente entró

- Muchas gracias, le prometo que no le defraudaré

- Sí, eso ya lo veremos.

Al llegar a la comisaría todo el mundo se calló y quedó mirando a Sam, el policía le llevó hasta su oficina, era bastante espaciosa, pero había un montón de papeles en la mesa

- ¿qué es esto?

- Tu trabajo para esta semana

- ¿qué?

- Lo que oyes, al final de cada mes podrás salir dos horas a la calle, vivirás en el apartamento de aquí al lado, ¿queda claro?- Parecía otro policía, era como si a solas fuese majo, pero luego con gente fuese un auténtico cretino, era como el poli bueno y malo en una misma persona.

- Cristalino

- Perfecto, y buena suerte.

Pasaron los días, las semanas, los meses... Cada vez Sam tenía más trabajo, y cada vez le entraban más ganas de escaparse, pero no lo hacía por una razón, Lisa. Había estado pensando en ella todo este tiempo, no veía el momento adecuado para verla, porque probablemente dos horas serían muy poco.

Son Cosas del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora