Cuando la vida se ensaña contigo, poniéndote una prueba tras otra: ¿por qué no rendirse ante lo inevitable, ante la nada de la conciencia? Esto es lo que piensan los protagonistas de las distintas historias, para quienes el suicidio, el asesinato y...
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¿Cómo lo sé? Memoria genética, memoria colectiva o el rollo que sea. Es más, no solo sé lo que sucede aquí dentro, sino que percibo el reflejo de lo que acontece en el exterior. A través de las emociones que se disparan en mí como si fuesen pequeñas burbujas y de los recuerdos que los ancestros de todas las épocas me han grabado en los genes, billones de paisajes, de ideas y de sentimientos que se atropellan mezclándolo todo. Y, por supuesto, también a través de lo que piensa mamá.
¿Verdad que se nota que soy muy feliz? Porque hoy cumplo seis semanas y mi madre no deja de arrullarme con los pensamientos ni un segundo, todo el día y toda la noche está pendiente de mí. Me cuida mucho. Y eso que apenas soy una figura doblada con unos huecos en el cráneo que se sienten como ojos hundidos. Raro, ¿no? ¡Si parezco la caricatura de un renacuajo con estos brazos, manos y piernas que se me están dibujando!
¡Ah, y lo mejor de todo! Se me ha separado la sangre de la de mi mami, formando torrentes que van y que vienen.
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