Parte 8: Lluvia.

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Fuera llueve mucho y hace frío en la casa.Ese tipo de frío que entra en tu cuerpo y llega hasta el alma. Clar se acaba de ir dejando el porche encharcado con el rastro de sus suelas empapadas. No ha cogido mucho:ropa,su portatil y ese maldito cuadro de Marilyn Monroe. Todo ello lo ha metido en una mochila cubierta de chapas y se ha ido,dándome un beso poco cálido en la mejilla. He estado todo el fin de semana intentando pensar como solucionar lo de Patrick,tengo que hacer algo ahora que sé lo que ha pasado,no puede quedarse allí en su casa y seguir viviendo como si nada. El caso es que ahora mismo mi cerebro no puede pensar con claridad. Meri aparece detrás mía y me pone la cabeza en el hombro.

-Por fin te has levantado-son las diez y media de la mañana.

-Tampoco es tan tarde y,además,una anciana como yo tiene que descansar-lo dice con un tono pícaro.

-Una anciana como... -se me enciende la bombilla-¡Meri,felicidades!-lo digo entusiasmada,con todo lo de Clar se  me había olvidado por completo.

Se ríe desde la cocina y yo voy enseguida a abrazarla.

-Tenemos que hacer algo-la miro con alegría-no sé, ir de compras o a comer a algún restaurante...

-No sé si me apetece mucho,está lloviendo y hace frío...

-¿Y qué?Venga,no seas aburrida. Desde que volviste no hemos ido juntas a ningún sitio.

-Está bien,¿Dónde quieres ir?

Pienso un segundo.

-Sé un sitio que te encantará.-pego un pequeño salto.

Cuando se prepara y la veo maquillada me fijo en que es muy guapa. La cojo del brazo y la digo que se meta en el coche.

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Cuando llegamos,después de tanto tiempo,todo había cambiado mucho,pero no lo suficiente como para no acordarme  del banco exacto donde nos sentábamos con mi padre todos los cumpleaños de ambas. Era un banco que daba a unas vistas espectaculares de toda la ciudad  y que recordábamos con mucho cariño.Estaba en medio de una pradera realmente preciosa. Solíamos celebrar nuestros cumpleaños allí haciendo un gran picnic. Y al final del día,papá nos regalaba algo bonito como un vestido o una gargantilla con nuestro nombre. Cuando pasó lo de Meri,no volvimos más.

-No me puedo creer que me hallas traído aquí,eres genial-notaba en su voz que se emocionaría de un momento a otro,de hecho,ya lo estaba haciendo-Gracias.

Me dio un abrazo que me hizo sentir muy bien después de tanto tiempo.

-No hay de qué, sabía que te gustaría-digo mientras me separo de ella.

Había tardado media hora en llegar así que la lluvia ya había cesado. Secamos un poco el banco y nos sentamos. Estuvimos allí,hablando de muchas cosas, y puedo decir que ahora volvía a estar más unida a ella. Cuando la lluvia volvió,nos metimos en el coche y fuimos al centro comercial donde comimos en un restaurante chino(su favorito). Después nos dimos una vuelta en busca de ropa. Le compré un par de camisas y un vestido precioso. Más tarde fuimos a la cafetería donde trabaja Dilan, pero él extrañamente,no estaba. Ella tomó té y yo lo de siempre, mi Capuccino con vainilla. Al fin llegamos a casa y al entrar vi la luz de arriba encendida. Subí sigilosamente y me asomé. Toda mi alegría se esfumó.

-¿Clar?

Se gira hacia mí un tanto sobresaltada.

-Perdón si te he asustado,solo venía a por mis pelucas. Ya sabes,no pueden faltar.

-Si,lo sé.

Dirijo la vista al suelo.

-Bueno eh... yo ya me voy.

Asiento de una forma casi imperceptible y pasa por delante de mi volviendo el rostro,intentando sin éxito,ocultar sus lágrimas.

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¡¡¡¡Espero que os halla gustado este nuevo capítulo.!!!!

Eva:)

MeriWhere stories live. Discover now