Why Is There Joy In This Poison?

820 76 45
                                    

Michael irrumpió en la habitación con una fuerza descomunal, la ira ardiendo en cada pedazo de su ser, quemando la pálida piel como si hubieran encendido una cerilla dentro de su cuerpo. Se escuchó decir algo que no logró descifrar y al segundo ya estaba estampando al chico contra la pared, quien dio un gemido de dolor.

—No tenés idea de cuánto te detesto ahora—murmuró entre dientes.

Luke lo miró con la cara roja, casi generando un reflejo de la expresión iracunda de Michael.

—¿Qué mierda te pasa?—preguntó con la voz ahogada. Michael estaba apretando su cuello con sus pequeñas pero hábiles manos, notando que no permitía respirar bien a su amigo, las corrió hasta sostener los hombros de la camiseta que este llevaba.

La imagen era casi ridícula, Luke era bastantes centímetros más alto que Michael, su espalda era más ancha y su cuerpo se veía más fornido, sin embargo  detrás de su expresión de enojo se podía notar una pizca de miedo en los ojos azules del rubio. Michael (quien debía levantar la cabeza para mirarlo a los ojos ya que mantenía a Luke en puntas de pie) lo sacudió logrando que golpeara su cabeza contra la pared. Se alejó cuando vio la mueca de dolor que dio el menor y a sus ojos empañarse por este; casi no podía creer que aun estando enojado como estaba, una parte de él se retorcía si pensaba en hacerle daño.

—¡No podés ir a mi cuarto borracho, besarme y al otro día pretender que no pasó nada!—gritó y se arrepintió al instante porque en realidad no quería que los demás se enteraran lo que había pasado.

Luke (el muy hijo de puta, pensó Michael, sintiéndose mal por decir al menos internamente semejantes cosas sobre la madre del rubio) tuvo el descaro se soltar una risa corta y despectiva.

—Lo siento por no llamarte luego de quitarte la virginidad, Bridget Jones—respondió el menor.

Michael avanzó un pasó hacia Luke de nuevo, quien retrocedió con algo de temor hasta pegarse a sí mismo sin querer contra la pared. El que soltó una risa despectiva entonces fue Michael. Luke siempre era así, daba patadas metafóricas y luego no tenía el valor para mantener el pie en alto, lo hacía todo el tiempo, incluso en las redes sociales, cada vez que twitteaba algo meramente escandaloso se encontraba borrándolo a los minutos. Cobarde, pensó Michael.

—¿Por qué no vas y le decís a la estúpida de tu novia que te gusta que te den por el culo?

—Porque no es a mi al que le gusta—fue la corta respuesta del rubio.

Pero Michael sabía que estaba mintiendo, lo sabía porque él mismo lo había comprobado. Negó con la cabeza hacia su compañero de banda. Su furia comenzaba a disiparse y odió aun más a Luke por lograr que eso pasara con su cara de niño lindo y expresión inocente. Michael también había comprobado que Luke no era inocente en absoluto, que tan solo era otra de las tantas fachadas que el rubio se ponía encima. Cortó sus pensamientos rápidamente porque Luke en ese momento era una gran antítesis y lo estaba entreverando, luciendo inocente pero caliente a la vez, con la frente sudada, respirando con dificultad por la boca y pestañeando tímidamente hacia Michael. Luke inocente era excitante, pero no había nada más excitante que Luke enojado. El teñido gruñó e hizo más esfuerzo para dejar de pensar en la cosas que podría hacerle a Luke en ese estado, no quería lidiar con una erección mientras discutían. Se sentía un enfermo.

—Si se te ocurre tocarme de nuevo, te pateo la cara—advirtió Michael, decidiendo que era mejor irse a su habitación cuanto antes.

Con una última mirada de desprecio, se giró y comenzó a caminar hacia la puerta del cuarto de Luke. Casi tenía una mano en el pestillo cuando escuchó que éste hablaba.

Muke SeriesWhere stories live. Discover now