Capítulo 30: Dos partes de una persona.

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Narrador omnisciente.






Los labios de Sakura se abrieron levemente al ver como su mejor amiga desaparecía de golpe. No entendía que era lo que estaba sucediendo, su corazón comenzó a latir estrepitosamente, más viendo como ambos de sus compañeros permanecían en silencio y con la misma expresión de sorpresa.

— ¡¿Qué es lo que sucedió con Kanade?! —preguntó algo exaltada. Le preocupaba de sobre manera el solo pensar que su amiga estuviera expuesta a cualquier peligro.

Había pasado tanto con ella que odiaría por completo el tan solo tenerla lejos después de todo lo que hizo para recuperarla. Kanade, era su mejor amiga así que no deseaba perderla bajo ninguna circunstancia y menos si esta deseaba arriesgarse para protegerlos. Le molestaba ser la única en el equipo siete que desconocía el plan de Kanade, más porque era su mejor amiga y por ello debía de saber todo lo que le rodeaba, desde su sufrimiento hasta la última pizca de su felicidad.

Sasuke, tenía en cuenta que su antigua compañera de equipo no estaría tranquila a menos que le dijeran lo que sucedía con la azabache y por ello, lanzó un suspiro con fastidio. Detestaba por completo ser la persona que diera explicaciones, pero sabía que si Kanade estuviera, ella lo haría sin problema alguno, más tratándose de Sakura.

—Kanade paso a la otra dimensión, sellará a su otra parte en ese lugar... —comentó Sasuke al observar como Madara permanecía en silencio.

El rubio simplemente miró a la dirección en la que Kanade había desaparecido y se mantuvo callado por unos segundos, imaginando que ella regresaba sin ningún problema dando la excelente noticia de que había sellado de nuevo a su otra parte en su cuerpo. Confiaba mucho en ella, pero el riesgo de que no volviera todavía estaba presente.

Las cosas nunca eran tan sencillas y que todo sea tan fácil no estaba dentro de una posibilidad. Estaba seguro de que existía un riesgo y que cualquier movimiento en falso, pondría en peligro a Kanade. No se trataba de un enemigo débil al que se enfrentaba, sino que se enfrentaba a sí misma en una dimensión desconocida lejos de cualquier ayuda posible.

Estaba sola y con la espalda desprotegida.

Era claro que sus tres compañeros de equipo estaban preocupados por su bienestar.

—Tranquilos, ella es muy fuerte así que regresara con nosotros muy pronto - trebayo —le dijo a ambos con una sonrisa sincera, tratando de auto convencerse de que ella volvería.

— ¿Puedes asegurarmelo? —preguntó Sakura un tanto frustrada—. ¿En verdad sabes que Kanade volverá sin problemas? —interrogó asustada.

Naruto desapareció su sonrisa ante dichas preguntas y miró en dirección al suelo.

Miró sus manos las cuales temblaban debido a la ansiedad que comenzaba a adueñarse de su cuerpo. No había respuesta a las preguntas de su compañera y eso le asustaba, no había manera de llegar a Kanade aunque lo desearan. No había forma de ayudarla si se encontraba en peligro, ni siquiera había manera de saber si estaba en peligro o si necesitaba ayuda, tan solo les tocaba esperar.

—Lo lamento, Sakura - chan... yo... —tragó saliva y miró a Sasuke.

—Ya basta, ustedes dos... —bufó el azabache con fastidio—. Si conocen a Kanade saben que ella volverá con nosotros, sino lo hacen sigan preocupándose en vano —miró hacia dónde se encontraba Madara e inhaló aire profundo—. Ella volverá.

Sakura, abrió levemente los labios al escuchar dichas palabras provenientes de Sasuke. Era la primera vez que él hacía algo para despreocuparlos tras que desertó la aldea Konoha, había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvieron juntos, que eso le causaba una enorme confusión a su corazón. El sentimiento de calma y el miedo a ser traicionada, estaban batallando entre si mismos.

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