21. Madrastra ✓

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Escucho música, una canción que me resulta familiar. ¡Ay! Me están llamando...

Abro los ojos y me levanto perezosamente de la cama. Cojo el móvil y atiendo la llamada.

—¿Sí?

—Hola hija—saluda mi padre.

—Aah, hola.

—¿Cómo estáis?

—Bien—digo bostezando—recién despierta.

—Oh, siento haberte despertado.

—Da igual. Umm... ¿Para qué llamabas?

—Era solo para preguntarte si al final tu hermana y tú vais a veniros conmigo.

—Y con tu novia...—recalco—y sí, sí vamos.

—Genial hija, gracias.

—¿Me das la dirección y vamos, o vienes a buscarnos?

—Voy a buscaros.

—Vale, ¿a qué hora?

—A la una.

—Ok, hasta luego.

—Adiós hija.

Miro la hora y veo que son las 9:00. ¡Que pronto es!

—¡TATA! ¡TATA!—entra mi hermana corriendo a mi habitación—PAPA NOEL HA VENIDO.

—¡Qué guay! Venga, vamos a abrir los regalos.

¡Mierda! Se me ha olvidado poner los míos en el árbol... A ver como cojones lo hago...

Le doy la mano y vamos corriendo al salón.

—¿Y mamá?—pregunto al no verla en la cocina.

—No sé—contesta mi hermana.

¡Bien! Esta es mi oportunidad.

—Corre ve a llamarla que seguramente estará durmiendo.

—Ve tuuu.

—Noooo, ve tu Zoey.

—Joliiin—dice subiendo las escaleras de mala leche.

Voy corriendo a mi habitación y abro el armario, rebusco en lo más profundo y saco los dos regalos (uno para mi madre y otro para mi hermana). Bajo corriendo al salón y los dejo junto al árbol (detrás del todo para que mi hermana no se dé cuenta de que hay dos regalos más)

Segundos después bajan mi hermana y mi madre. Abrimos los regalos entusiasmadas. Primero mi madre, luego yo y luego mi hermana. A mí Papa Noel me ha traído una colonia (La de Clhoê) y el último libro de After (que es el único que me falta por leer).

Una hora después ya hemos desayunado. Mi hermana se va a su habitación a jugar con los juguetes nuevos y mi madre se va a casa de una amiga suya para que le arregle el pelo. Yo como estoy muy cansada me meto en la cama y me duermo un par de horas. A las 12 me despierto y me meto en la ducha. 20 minutos después vuelvo a mi habitación envuelta en una toalla. Comienzo a vestirme y a peinarme. A la una menos diez ya estoy lista. Bajo al salón y llamo a mi hermana.

Cuando llega me llevo una gran sorpresa.

—¡Zoey! ¿Qué haces que no estás vestida?

—Ups...

—Corre a tu habitación, vamos.

Le doy la mano y subo con ella. Se viste y en menos de tres minutos la peino (le hago una trenza de raíz). A las 13:05 me llega un mensaje de mi padre diciendo que ya está abajo.

Cojo el bolso y salimos a la puerta de casa.

—Hola—saludo y le doy dos besos.

Mi hermana le abraza.

—¿Y tu novia?—pregunta.

—En casa, ahora la conoceréis.

¡SU NOVIA! ¡SU PUTA NOVIA!

En el camino habla con mi hermana sobre que le ha traído Papa Noel... Ella se lo dice y además le cuenta que tiene un nuevo amigo que se llama Lucas. En eso llegamos a la casa. A la enorme casa... ¡Madre mía! ¡Pero qué clase de tía es esta! ¿¡Cuánto puto dinero tiene!?

—¿Aquí vives ahora?—pregunto con la boca abierta.

—Sí.

—Que grandeeee—dice mi hermana igual de sorprendida que yo.

—Sí vamos, es la hostia—*Ironía modo ON*

—Kate, no digas palabrotas delante de tu hermana.

—Tú. No. Me. Mandas.

—No me hables así.

—Ajá.

Me quedo callada y entro en la casa con los brazos cruzados. Una chica de unos 30 años se asoma al pasillo sonriente.

—Holaa—saluda ella.

Perra, perra, perra.

Paso por su lado mirándola de reojo y voy al salón.

—Bonita casa—susurro.

—Hola—saluda mi hermana y oigo como se dan dos besos.

—Kate, ven por favor.

Voy junto a mi padre y a mi hermana y miro muy mal a mi supuesta "madrastra".

—Esta es Lisa, mi novia.

—Hola niñas—dice con voz melosa.

—Hola—digo yo secamente.

—Tú debes de ser Kate. Encantada de conocerte—se acerca a darme dos besos pero me aparto.

—Kate, no seas maleducada.

—Tranquilo cariño, no importa.

—¿Vamos a comer o qué?

—Sí, ir yendo al comedor. Voy a ir sacando los entrantes.

—Te ayudo—mi padre le dice sonriente y se va con ella a la cocina.

—No me gusta—dice mi hermana—es rara.

—A mí tampoco me gusta.

Nos sentamos y poco después llegan mi padre y la perra esa. Así la llamaré ahora. Durante la comida no digo ni una sola palabra. Me quedo callada, comiendo, mirando fijamente a mi plato y a mi hermana de vez en cuando.

—Bueno Kate, ¿qué tal vas en el instituto?—pregunta.

—Muy bien.

—¿En qué curso estás?

—En cuarto—la miro y sonrío falsamente.

—Que bien...

—Sí.

—¿Y tienes novio?

—Sí.

—Uuuuyy... ¿Y cuánto llevas saliendo con él?

—No te importa.

—Oh, perdón si te he incomodado.

No digo nada.

Veinte minutos después nos dicen que vayamos al salón a abrir los regalos que Papa Noel ha dejado allí... A mi hermana le ha traído una Nancy y un furby. A mí me ha traído un Ipad ¡UN JODIDO IPAD!

¡¡¡Ooohhh my Godd!!!

Que conste que no me van a comprar con esto pero sí que podría intentar no ser tan borde.

Una hora después nos despedimos de Lisa... y mi padre nos lleva de vuelta a casa.

Bueno, al final no ha sido tan horrible.

Es simple, le amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora