6. "¡Por favor, para!" ✓

543 43 9
                                    

¡Odio a mi madre! Ya no soy una niña pequeña ¡¿es que no sabe dejarme en paz?! Después de media hora sentada en mi cama sin hacer nada cojo el móvil y escribo a Jace.

Yo:

Estoy súper castigada... Mi madre me ha visto contigo y me ha prohibido volver a verte...

Poco rato después, recibo un mensaje suyo.

Jace:

Tu madre es una vieja loca, nunca te ha dejado verme.

Yo:

Es por la edad... es que dice que yo soy menor y en cambio tu ya tienes 18.

Jace:

No le caigo bien y punto.

Yo:

Bueno, también es eso.

Jace:

Quieres hacer algo divertido?

Yo:

El qué??

Jace:

Salta por la ventana y vente esta tarde conmigo y con mis amigos. Te estoy esperando ya.

Yo:

Si hombre, estoy castigadísima. Si mi madre se entera de que me he escapado me mata.

Jace:

Pues pon almohadas o algo, venga que hace frío y he quedado en 15 minutos.

Yo:

No sé, Jace...

Jace:

Venga porfaaa Kate, quiero verteeee...

Yo:

Bueno vale... Pero espera que voy a poner algo en la cama para que si entra crea que estoy durmiendo.

Jace:

Vale, date prisa.

Cojo varios peluches de encima del armario y los meto debajo del edredón, cojo los zapatos que llevaba y los pongo junto a la cama. Me pongo otros y cojo la chaqueta. Antes de irme cojo un pañuelo y lo pongo en un lado de la cama para que se piense que me he quedado dormida mientras lloraba. Decido escribir una nota por si acaso entra y pretende hablar conmigo... así que cojo un papel y escribo: NO ME DESPIERTES, TENGO SUEÑO Y ESTOY ENFADADA. PDA: ESCRIBO ESTA NOTA MIENTRAS LLORO. ERES MALA MAMÁ.

Ahora sí que está todo listo. Abro la ventana y saludo a Jace con la mano. El se pone justo debajo por si me caigo y yo me agarro a la ventana desde fuera. Esto es como un primero así que si me caigo supongo que no me haré mucho daño...

—Agárrate a eso—dice señalando la esquina de la ventana del baño.

Hago lo que me dice y luego me pongo de cuclillas, pongo las manos donde tengo los pies, bajo despacito y consigo que mis pies toquen la parte de arriba de la ventana de la cocina que está abajo.

—Ahora salta que yo te cojo.

—Vale...—susurro y salto.

Efectivamente me coge y yo feliz de estar en por fin en el suelo le doy un corto beso en los labios.

—Aaay que malota es mi niña...—dice riéndose y besando la punta de mi nariz.

—Anda vámonos que mi madre puede pillarnos...

Es simple, le amoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin