Hogwarts- Love and Blood

64. La batalla

SELENE P.V.O
¡Te amo!
No pienso dejarte ir.
Dos anillos que simbolizan que estamos casados.
Te protegeré.
Más palabras, acompañadas de imágenes y sensaciones. Todas ellas cayeron conmigo al ser empujada hacía atrás y cuando mi espalda choco contra el duro suelo no quedo nada. Solo abrí los ojos, llenándolos con el rostro que era conocido y al mismo tiempo desconocido para mí.
Fui levantada y luego lanzada muy cerca de la línea de fuego que mantenía a todos los demás alejados de la pelea. Al otro lado los dos ejércitos miraban expectantes, esperando su oportunidad por intervenir; Voldemort era el único que estaba cerca, rodeando el círculo como si fuera un depredador que observa detenidamente a su presa. No vi nada más porque me jalaron del pie y choque repetidamente, hasta quedar tumbada. La acción se repitió una, dos y tres veces pero en ningún momento hice el intento de defenderme. El shock paralizaba mis miembros y cada vez que alzaba la vista el me miraba con una furia que jamás había visto antes en él.
No sabía qué tipo de movimiento se daba afuera del círculo, era como si las llamas nos hubieran transportado a otro lugar. La tercera vez que aterrice rodé y me quede sobre mi estómago, aspirando la tierra.
Me dolía la boca. Ladee la cabeza y el césped me rozo la zona y aparte el rostro por el ardor. Me giraron bruscamente y el cuerpo de Malfoy se cernió sobre mí y su dedo barrio el lado inferior izquierdo de mi labio.
-Pelea.-Me gruño. La sombra de sus ojos era la misma que la de Voldemort. Me mostro una gota de sangre. No importaba si era mía o de alguien más, seguía siendo el mismo líquido, el cual incito todos mis sentidos.
-Muy bien.- Le regrese el gruñido y me levante, sacando mis colmillos.

HARRY P.V.O
Hermione contuvo la respiración y mire hacía el circulo de fuego. Antes de iniciar Selene nos había dicho que el resultado de ese duelo definiría el curso de la guerra y que no debíamos intervenir hasta que uno de los dos cayera. Pero con lo que no contábamos era que su contrincante seria Malfoy y no Voldemort.
La situación era peor que mala. Selene estaba siendo golpeada sin descanso, de un lado a otro pero luego se puso peor porque ella misma se lanzó contra Malfoy y quedaron a la par, rugiéndose entre ellos como bestias salvajes.
-Tenemos que detenerlos.-Les dije a mis amigos y apartaron sus ojos horrorizados del duelo para fijarlos en mí.
-Pero Harry...-Dijo Ginny y su mirada se fue al otro lado del círculo, donde la figura espectral de Voldemort se movía constantemente sin despegar sus ojos rojos de la pelea. Una furia recorrió mi espina dorsal al ver a mi antiguo enemigo y dije:
-Ron tu aprendiste varios movimientos así que tendrás que intervenir. Mientras yo me hare cargo de Voldemort.
-¿Estás seguro Harry?-Escuche a mi amigo.
-¡Maldición hagan algo!-Nos gruño el primo de Selene.-Nosotros no podemos, no aun.
-¿Por qué?-Les pregunto Ginny.
-Porque Selene lo ha ordenado y su palabra es ley para nuestra especie, así que muevan sus culos y sálvenla o yo mismo les partiré todos los huesos del cuerpo.
Ron y yo nos miramos y asentimos. Salí disparado hacía el otro lado del círculo, esquivando dos hechizos que fueron lanzados en mi dirección.
-Tom Riddle.-Lo llame por su nombre y eso fue suficiente para que toda su atención y odio se centrara en mí.
-Harry Potter.-Siseo mi nombre.-Veo que el destino quiere que sigamos enfrentándonos una y otra vez.
-Como tiene que ser así que deja a Selene en paz.
-Ahh pronto dejara de ser útil para mí.-Dijo él sacando su varita.-Pero ya que estas aquí te daré una prueba de mi nuevo poder.
Por el rabillo del ojo identifique a Ron dentro del círculo, evitando los ataques de los dos enfurecidos vampiros y haciendo lo imposible por hacer reaccionar a Selene.
-Mi señor...-Lo llamaron los mortifagos para decirle pero él los mando a callar con un siseo áspero y se concentró en mí.
-¿No eres capaz de enfrentarme solo con la magia?-Pese a que había practicado no sabía si podía hacerle frente a los poderes de vampiro por lo que debía intentar que no lo usara.
-¿Lo que oigo es Miedo?-Pregunto y se giró hacía sus seguidores.-Harry Potter muestra su verdadera y asustadiza cara, demostrando lo que sabía desde hace mucho: que solo es un mocoso sin ningún talento.
Se volvió hacía mi pero ya estaba listo para su intento de asesinato y rodé hacía un costado para escapar del rayo de luz verde, contratacando a la vez. Nuestro combate dio inicio y puse mi esfuerzo para dirigir su atención lejos del círculo, pero eso me dejaba cada vez más cerca de las líneas enemigas. En tres ocasiones tuve que enfrentar directamente a sus seguidores pero la peor parte no me la lleve yo sino los que se atrevieron a moverse sin permiso, ya que Voldemort no dudo en matarlos por interferir.
-Esta vez no tendrás la suerte de siempre Harry Potter, porque me asegurare de matarte y a todos tus amigos.
-Tengo la confianza de que terminara como la última vez.-Le dije pero no era realmente como me sentía. Podía notar claramente la diferencia, ahora parecía aún más rápido y letal que antes y aunque yo tenía buenos reflejos me empezaba a quedar atrás. Los demás mortifagos también estaban concentrados en nuestra lucha, dejando de lado el círculo de fuego.
En un momento, entre lanzar un hechizo y esquivar otro, un fuerte golpe en mi pecho me hizo perder el equilibrio pero antes de caer mi cuello fue atrapado por una helada mano con dedos largos y puntiagudos. Mi varita cayó al suelo y mis pies quedaron colgando al ser levantado a la altura de Voldemort.
-Finalmente saldrás de mi camino.-Dijo con voz extrañamente suave pero el fondo tuvo la misma fuerza de un rugido.
Apretó. Cerré los ojos pero mi intentos por alejar su mano fue inútil y el oxígeno se me acababa. A unos segundos de rendirme escuche un fuerte grito, seguido de varias voces a nuestro alrededor que exclamaron:
-¡Mi Lord!
Su agarre se aflojo y al girar, el furor de sus ojos rojos era tan grande que hasta yo pude sentirlo a través de mis parpados cerrados, lanzo un bramido que mi hizo abrir los ojos de par en par y dirigir mi vista hacía el mismo lugar.
El círculo de fuego se dispersó de pronto por un fuerte ventarrón y de él salieron Selene Grey y Draco Malfoy, con las manos unidas.