Capitulo 8

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<<¿Puede una piedra escapar a la ley de la gravedad?
imposible.
Del mismo modo es imposible para el mal aliarse con el bien.>>
               -Conde De Lautreamont.

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El sol estaba a punto de salir, y ya Samanta había atravesado a hace media hora la frontera. Toda la noche voló para llegar a Roma lo más antes posible, debía encontrar el paradero de Michael antes de que lo llevaran con Lucifer, lo peor sería que para rescatarlo debía enfrentarse a los demás Demonios. Ya bastante suerte tuvo con ganarle a Destro y Sayael y eso que eran demonios de segunda categoría, cada demonio media su fuerza según el puesto que tenia. Estaban los de primera categoría, lo de segunda y así sucesivamente pero seria totalmente diferente ahora ya  que no seria fácil luchar contra quince demonios juntos.

Samanta visualizó la ciudadela desde lejos ya le faltaba poco para llegar, primero debía atravesar un pequeño pueblo para llegar al centro.

Aterrizó, guardo sus alas y comenzó a caminar, decidida a que debía llegar a pie como cualquier humano, sino podría levantar sospechas y tampoco dudaba de que tal vez algún demonio estuviera esperándola.

Camino manteniendo la calma, por las estrechas calles. Pese a que el sol recién daba sus primeros rayos bastantes humanos estaban despiertos. Algunos salían de sus casas para ir al trabajo, u otros hacían ejercicio.
Una vez que Samanta atravesó el pueblo, miro su vestimenta y no pudo evitar hacer una mueca de desagrado, su ropa estaba sucia, y la parte de su pierna donde había tenido incrustado el vidrio, se encontraba roto el pantalón.

Samanta negó y siguió su camino, no sobraba tiempo para fijarse en su aspecto, aunque si tenia pensado no levantar sospechas no lo iba lograr, seria difícil no llamar la atención.

Una vez que llegó a la capital, se escabulló entre la gente.
Samanta no tenía ni la mas remota idea de donde comenzar su búsqueda, la ciudad es lo bastante enorme y los demonios podrían estar en cualquier lugar ocultos junto a Michael.

Samanta siguió caminando, pensó que debía ir a los "Hogares de los caídos", ese fue el nombre que le pusieron a las casas que encontraron para refugiarse los caídos cuando fueron expulsados por Dios. Por todo el mundo se encuentran hogares para él que ya sea Ángel o Demonio cuando necesitara refugio, habitara en ellas.
Samanta supuso que tal vez los demonios después de buscar a los Nesfilim los llevarían allí.

Mientras seguía su rumbo Samanta, no pudo evitar sentirse extraña, como si alguien la estuviera vigilando, ella miro repetidamente para los costados buscando algo o alguien que fuera lo suficiente extraño, pero sin embargo no dio con nadie.
Apuro el paso al comenzar a percibir una fuerza sobrenatural. Samanta no pudo evitar pensar que si se tratase de un demonio, se le agotaría las posibilidades de poder dar con el paradero de Michael.

Samanta vio al otro lado de la calle una gran Biblioteca, no lo dudo dos veces e ingresó a ella.

Observó a su alrededor y sólo contó cinco personas de las cuales cuatro leían sentados en bancos de maderas y la bibliotecaria desde su recepción. Samanta decidió mantenerse inadvertida y caminó hasta una seccion donde decía en un gran cartel "Libros de Historia", desde allí contaba con una buena vista hacia la puerta. Desde donde estaba podría reconocer la presencia que la estaba siguiendo.

La Reina Del Infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora