Capítulo 22: Me agrada mucho la idea

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Notas de la autora: escrita años atrás.

Holaaaaaa!!! No me maten! Sé que pasó más de un mes! Lo siento!!! Es que la verdad escribir tres historias a la vez es verdaderamente complicado! Para cumplir con todos me fui turnando y actualizando de a una por vez. Pero bueno... como ya terminé una, por suerte ahora probablemente se actualice más rápido! Aunque me muero de ganas por empezar otra ya que tengo una idea buenísima, pero voy a esperar jeje. Así voy adelantando ésta! Gracias por la paciencia y por el apoyo!

Entonces ahora sí, los invito a leer el siguiente capítulo...

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Al día siguiente, Bruce comenzó a despertarse lentamente al sentir el calor y la claridad del sol que entraba por la ventana alumbrando su rostro. Abrió sus ojos súbitamente al imaginarse que era tarde, pero la potente luz lo cegó obligándolo a cerrar sus párpados con fuerza. Se giró con un gruñido por la molestia y lentamente intentó abrirlos para ir acostumbrándose paulatinamente. Una vez que volvió a ver, notó a la niña que dormía despatarrada con los pies en la cabecera y brazos abiertos ocupando todo el espacio de la cama. Con una sonrisa se incorporó perezosamente y estiró sus brazos junto con un bostezo para despertarse por completo. Luego se levantó de la cama con pesadez y caminó con paso tranquilo hasta el comedor en busca del reportero. Al abrir la puerta de la habitación, no pudo evitar exhalar una pequeña risa al ver a su pareja recibirlo con una enorme sonrisa surcando su rostro.

—Buenos días, Bruce, ¿cómo te sientes? —preguntó sin quitar su cara de enamorado y al instante se levantó de su silla para servirle una taza de café.

—Buenos días. Muy bien, a decir verdad. ¿Qué hora es? —Miró para todos lados en busca de un reloj y al ver el brazo extendido del súper hombre ofreciéndole el café lo tomó gustoso. Inhaló el delicioso aroma, suspiró complacido y comenzó a beber.

Clark alzó su muñeca para ver su reloj.

—Son las 11.30 de la mañana. —Besó la mejilla de su amante dulcemente y rio al ver su reacción.

Por poco el líquido se le sale por la nariz al escuchar la hora. Tosió un poco atorado con la sensación incómoda de haber tragado mal y aceptó la servilleta que el menor le tendió. Rápidamente se limpió la boca y lo miró extrañado, con los ojos abiertos.

—¿Tan tarde es? ¿Cuántas horas dormí? —No esperó una respuesta de su pareja y empezó a hacer las cuentas mentalmente. Rápidamente había llegado a la conclusión que habían sido muchas y que jamás en su vida había dormido tantas.

—Bueno, eso no importa. Estamos de vacaciones y si dormiste tanto es porque lo necesitabas. —Superman volvió a sentarse en su lugar y comenzó a preparar una tostada con mermelada.

—Claro, sí... —Bruce tomó asiento frente a él aún atónito y continuó—: ...pero deberías haberme despertado. Hay muchas cosas que necesitamos hacer. —Carraspeó un poco al sentir la garganta atorada aún con el café y acarició su cuello para alivianar la sensación.

—Bruce, es la primera vez en días que te veo dormir así, tan plácidamente y con una expresión pacífica. En verdad mi primera intención fue levantarte, pero... al verte de esa manera, fui incapaz de interrumpir tu sueño. —Arrimó el plato donde había dejado las tostadas hechas.

—Bueno... tal vez tengas razón, quizás lo necesitaba. —Miró el plato que le había extendido, tomó una y se dispuso a comer. Luego del primer mordisco, se quedó mirando la tostada, sorprendido por el agradable sabor, y volvió a alzar la vista al reportero con satisfacción—. Gracias por preparar el desayuno. Esto está delicioso. —Terminó de comer y bebió un buen sorbo de su café.

Quiero Ser tu Apoyo (Superbat)Where stories live. Discover now