Pruébalo ; Shawn Mendes

Treinta y seis.

N/A: ES EL CAPÍTULO MÁS LARGO QUE HE ESCRITO JESÚS ESTOY ORGULLOSA.

Termino de colocarme los pendientes y me miro a través del espejo. Una extraña sensación recorre mi estómago. No sé si sentir alegría, tristeza, enojo... a veces en estas ocasiones prefiero no sentir absolutamente nada.

Años antes pensé que este iba a ser uno de los mejores días de mi vida. Soñaba con tener un vestido precioso, con estar maquillada y peinada como siempre había querido. Iba a pasar una noche increíble con los que habían sido mis compañeros durante casi seis años e iba por fin a despedirme de todo el mundo, porque después de la graduación no iba a volver a verlos. Y la noche estaba aquí, la noche del baile de graduación había llegado y por fin yo iba a dejar de ser una estudiante de instituto para después pasar a ser una chica universitaria.

Pero yo no me sentía feliz.

Courtney sale del baño de mi habitación, arreglada y lista y se detiene a mi lado, mirándome por el espejo. Su cabello está suelto y cae en cascada a ambos lados de sus hombros, su vestido rosa le queda despampanante y los tacones plateados junto a sus accesorios no hacen más que completar su atuendo y hacerla lucir aun más bonita. Sonrío cuando mis ojos encuentran los suyos.

—Estás preciosa, Court.

—Tú estás increíble, Gaby —me responde con una sonrisa—, ese vestido resalta las curvas que no pensé que tenías.

Termino de aplicarme el labial y aliso mi vestido en la parte de adelante. Me veo bien, bueno, me veo bonita. Y... Jesús, en serio me veo bonita. Una sonrisa se me escapa ante aquel pensamiento. Pero se borra casi al instante porque en mi mente solo está Shawn.

Shawn no es el que va a verme con este vestido.

Shawn no va a saber lo bonita que estoy hoy.

Shawn no va a ir al baile de graduación conmigo.

Shawn está en otra ciudad dando un concierto a miles de personas.

— ¿Estás lista? Fidel y Bruce están abajo —dice Corutney, emocionada, agitando sus manos como una psicópata. Tomo mi teléfono de la mesa de noche junto a mi cama y sonrío con tristeza al ver el último mensaje de Shawn, que fue hace cuarenta minutos.

"A punto de salir al escenario. Estoy nervioso, pero si pienso en ti entonces se me quitan los nervios. Te prometo que te llamaré cuando todo acabe, te amo."

Asiento con la cabeza a Courtney y la alcanzo en la puerta de mi habitación.

—Estoy lista.

Gaby me toma de la mano y juntas caminamos hasta el inicio de las escaleras, pero ella se detiene antes de comenzar a bajarlas. La miro con confusión y veo que está aguantando las ganas de llorar.

— ¿Qué pasa?

—Por fin es la noche que siempre quisimos, Gaby —es lo que me dice y yo le sonrío—. Ambas estamos por graduarnos, ya no tendremos qué estudiar, en unos días vamos a tener el diploma y... Simplemente estoy abrumada.

—Todo va a estar bien, ¿me oyes? —Aprieto su mano y ella asiente con la cabeza—, ahora no vayas a llorar porque vas a arruinar tu maquillaje, y te demoraste demasiado haciéndolo.

Ella se echa a reír y me abraza. Suspiro, sintiendo todo el peso sobre mis hombros. Es cierto, todo esto abruma demasiado. Cuando nos separamos me asomo junto a las escaleras y puedo ver perfectamente a Fidel hablando con Bruce, con mis padres y con los padres de Court. Ambos van vestidos con traje negro y corbata, elegantes, como jamás me los hubiese imaginado. Courtney se asoma a mi lado y lanza un grito ahogado, que es amortiguado por sus manos cuando se las lleva a la boca.