*Voz de Rihanna*
El agua caía lentamente sobre mi piel. Estaba dándome una ducha después de pasar un día en la playa con mi hermano Rajad. Echaba mucho de menos al pequeño de la familia. Ha crecido muchísimo, wow. Pensar que cuando empecé a cantar tenía apenas ocho o nueve años y ya es todo un hombre. Siempre que estoy aquí me encanta pasar el tiempo con él.
La ducha me está sentando bien. A pesar de estar de vacaciones estoy muy estresada por lo de Aubrey. No me contesta… No sé si me está ignorando o no lo ha visto. Joder… ¿por qué de pronto le estoy echando tanto de menos? Hace unos meses ni si quiera me preocupaba de él por culpa de Chris, pero todo esto me ha hecho reflexionar y él ha sido el único que nunca me ha hecho daño. Yo sé que he cometido errores pero no lo he hecho queriendo, espero que lo entienda. El amor no es algo que puedas elegir. Si fuera algo que se eligiera estoy segura de que no le hubiera dado una segunda oportunidad a Chris, pero simplemente me volví a enamorar y no tengo la culpa de ello.
Cojo la toalla y me envuelvo en ella. Mientras me seco el cuerpo sigo sin dejar de pensar en la situación. Cada vez que me he enamorado de verdad primero me he obsesionado con la persona hasta que por fin he descubierto que la quería de verdad. Pero tengo miedo de volver a hacerlo con Drake. ¿Y si las cosas no funcionan otra vez? ¿Y si él ya no me quiere?
Tengo que parar de pensar en esto por un momento porque si no, me voy a volver loca. ¿Qué mejor remedio que la música, que es lo que más amo? Voy a poner el aleatorio del iPhone. Mierda, he olvidado el teléfono en la habitación. Nunca me despego de él desde que le mandé el maldito mensaje y sin darme cuenta lo he olvidado. En fin, no me va a contestar.
*ring ring*
¿En serio? ¿Acaba de sonar mi teléfono? No puede ser cierto. Sólo tengo activado ese sonido para los mensajes, y raramente alguien me manda uno. Se me ha puesto el corazón a mil en sólo un segundo. Acelero el ritmo, rápidamente me pongo los shorts y voy corriendo a la habitación, sin zapatos. Por un momento cierro los ojos e intento respirar. Los abro, veo las notificaciones y, no puede ser, ¡es él! ¡Dios, esto debe de ser un sueño! Estoy segura de que en años jamás he estado tan feliz por recibir un mensaje. En fin, decido abrirlo y pone “Bien, gracias Robyn. ¿Y tú?”. Tampoco quiero parecer muy desesperada respondiéndole tan rápido, así que mientras vuelvo al baño y me peino, pienso en la respuesta adecuada. “Bien Aubrey, te echo de menos”, no, esto no. “Bien”, demasiado simple, cuando he sido yo la que le ha mandado el mensaje. Termino de peinarme y decido ir al grano y le pongo: “Bien, gracias por preguntar Aubrey. Quiero hablar contigo en persona lo antes posible, todo esto me resulta muy incómodo. ¿Qué tal si vienes a mi casa de LA el viernes? Estaré allí.” Tarde o temprano me arrepentiré, ¿o no? Ahora de nuevo vuelvo a estar inquieta por la espera de su respuesta.
*Voz de Drake*
Rih acaba de responderme. Esto me suena raro. La respuesta me ha desencajado completamente. ¿De qué quiere hablarme en su casa? Todo esto me tiene confuso. De repente, la chica a la que más he amado en mi vida y estoy intentando olvidar me manda un mensaje preguntándome sobre cómo estoy después de meses sin contactar, ¿y ahora me dice que quedemos? Es extraño. ¿Y si quiere hablarme sobre nuestra relación? No quiero hacerme ilusiones. En fin, yo ahora estoy en Toronto terminando el disco, pero no me vendrán mal unos días de descanso en LA para encontrarme a mí mismo, y sobre todo para verla a ella. Rápidamente le respondo: “Claro, estaré allí sin falta. Iré a las ocho de la tarde. Un beso Robz.”
