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Aquella noche, JiMin tuvo que dormir en el suelo ya que el gato se había adueñado completamente de su cama.

A la mañana siguiente el primero en despertar fue JiMin, en realidad no logró dormir por el dolor de espalda que sufrió en toda la noche, después de darse una ducha rápida y cambiarse, fue directamente a la cocina para preparar el desayuno.

Buenos días, Amigo de mi Amo. - Apareció YoonGi en su forma humana con solo una polera holgada y bóxer puestos dejando ver sus blanquecinos muslos mientras su cola se movía ligeramente de un lado a otro.

Llámame Hyung. - reprendió JiMin dándole la espalda al menor.

No, eres un simple humano. - Negó el rubio sentándose sobre el mesón del porcelana cerca de su cuidador.

Bajate de ahí, gato malcriado. - JiMin se puso delante de YoonGi dejando el desayuno de lado por un momento. Casi se le cae la baba, literalmente, al ver a YoonGi de aquella forma: Sus cabellos estaba desordenados y su labios rosaditos e hinchados, sus manitas tallaban sus ojos dándole un aspecto bastante tierno. Bajó más la vista y YoonGi comenzaba a sentirse incómodo, pareciera que JiMin se lo comía con la mirada y logró notar cómo este se relamia los labios sin quitar la vista de sus muslos. El pelirrojo parpadeó un par de veces y al fin recobró conciencia. - No sé cuan mimado estés por HoSeok, pero en mi casa no será así. Desde que entraste por esa puerta, las órdenes las pongo yo y no importa si te quejas con Hobi, después de todo él fue quién me dejó a cargo tuyo para educarte y dejes de ser un gato malcriado. ¿Lo entiendes? No más informalidad, no habrán películas animadas hasta que aprendas a respetarme, ¿Vale? .-

Hijo de puta. - murmuró YoonGi bajito para que no le escuchará, también porqué se había quedado sin diálogo alguno para responderle cómo antes lo hacía con la servidumbre de la mansión.

¿Que haz dicho? -

Que quiero una fruta, Hyung. -

Pasado el mediodía, JiMin creyó que era momento de comenzar las clases con YoonGi, pero antes fue a su habitación a sacar un pequeña cajita con la cual volvió a la sala dónde ahora se encontraban ambos. El rubio miró detenidamente cada una de las acciones del pelirrojo y no supo en que momento ya se encontraba detrás del sofá, JiMin tenía un collar en sus manos, y YoonGi odiaba sentir que le pertenecía a alguien,  ni siquiera dejó que HoSeok le pusiera el collar y muchos menos dejaría que el humano que conoció hace poco le pusiera uno.

Ven gatito.-

¿Me pondrás esa cosa?.-

Sí, ¿No es bonito?.-

No. - negó y salió corriendo en dirección a la habitación del mayor, este por su parte comenzó a seguirlo, al llegar a su habitación no vio rastro del pequeño niño. Hasta que visualizó los pies de YoonGi bajo la cama, ese niño era un poco tonto para esconderse, pensó.

Oh, ¿Dónde estará el chico más odioso de éste mundo?-

Aquí no está, vuelva mañana, joven rojo. - Dijo YoonGi sabiendo que ya lo había encontrado, JiMin se agachó y jaló al  rubio de los pies sacándolo de debajo de la cama.

No me ponga eso, Hyung. - Lloriqueaba el niño cruzándose de brazos, JiMin lo ignoró y le colocó el collar. {Foto multimedia.}

Te ves bonito, hace juego con el color de tu piel, YoonGi.-

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Perdón sin ven algún error ortográfico o incoherencia.

【Encantador De Gatos】  Where stories live. Discover now