Ocean Park Hospital

Capítulo 1

Aunque todavía estaba medio dormida, era consciente del frío de finales de otoño que rondaba mi manta y quise acurrucarme un poco más e hibernar como un oso día y noche.

Entonces me acordé de que era mi primer día de trabajo como cirujana en Ocean Park Hospital, uno de los más importantes de la ciudad. Retiré la manta y me levanté, me puse la ropa reglamentaria y me encaminé a la cocina para desayunar.

Una vez preparada, cogí las llaves del coche y me dirigí hacia mi nueva vida, dejando atrás la universidad y parte de mi juventud. Ahora me enfrentaré a nuevos retos y estoy preparada para afrontarlos.

Cuando llegué al establecimiento, aparqué y salí del coche para admirar el hospital. Era enorme. Acto seguido, abrí la puerta de atrás del coche y saqué mis cosas. Finalmente me dirigí al hospital.

Una vez dentro me di cuenta de todo el movimiento dentro del establecimiento. Enfermeras que iban y venían, pacientes esperando a ser atendidos... Subí a la 3 planta, nada más salir del ascensor veo como una mujer alta, morena y bastante guapa la cual tendría unos 30 años; se acerca a mí.

-Tú debes de ser Kate, ¿verdad?

Asentí. La mujer continuó hablando:

-Yo soy la directora de los cirujanos.

-Es un placer. -Dije al fin.

La mujer sonrió y me tendió la mano en forma de saludo.

-Que cabeza la mía. Aún no me he presentado. Soy la Dra. Erin Grace. Sígueme, te enseñaré tu nuevo despacho.

Sin pensármelo dos veces la obedecí. No sabia que tenia un despacho pero aun así la idea me encantaba.

Cuando llegamos, Erin abrió la puerta y me dejó ver el despacho. Era pequeño pero a la vez muy acogedor, tenía un gran ventanal a mi derecha y encima del escritorio había todo lo que necesitaba para trabajar.

-Bueno Kate, te dejo para que te acomodes.

-Muchas gracias.

La doctora se marcha con una sonrisa en la cara. Parece una mujer muy agradable y simpática.

Me acerqué al ventanal para poder disfrutar de las vistas. Eran preciosas. De repente oigo como llaman a la puerta, me acerco y la abro. Me encuentro con una chica, la cual tendría quizá un par de años más que yo. Tenía una cara muy dulce con unos grandes ojos azules y era pelirroja, seguramente teñida.

-¡Hola compañera! -Dijo muy alegre.

Acto seguido me abrazó. Yo no entendía tanta confianza. Cuando me soltó, entró en mi despacho mirando cada detalle.

-Vaya...Tienes tu propio despacho.

Luego se gira hacia mí y con un grito agudo dice:

-¡Qué divertido!

Desconcertada pregunto:

-Perdón por la pregunta pero...¿Quién eres tú?

-Ay sí, siempre se me olvida. Soy Brittany, enfermera.

Me tiende la mano, la cual yo acepto.

-Yo soy Kate Miller.

Al parecer pasaremos bastante tiempo juntas. Aunque es un poco...como decirlo...es como la unión de unicornios y algodón de azúcar, sé que finalmente seremos grandes amigas.

-Tengo que presentarte a Dena. Te va a caer súper-hiper-mega bien.

-C-laro.

Sin dejarme decir nada más, me coge de la mano y me lleve a lo que parece ser la recepción de la tercera planta, aquí se encuentras sobretodo los niños, y es lo más lógico ya que yo me especialicé en cirugía pediátrica. 

Cuando llegamos en recepción me encuentro con una mujer ancha y oscura de piel. Tiene el pelo recogido en un moño y cara de pocos amigos.

-¡Hola Dena!

Ella hace una mueca de desagrado.

-¿Qué quieres esta vez Brittany?

-Te presento a la nueva cirujana, se llama Kate.

Dena me mira con asco y añade:

-Lo que me faltaba...aguantar a una cría que acaba de salir de la universidad...Dios por qué me tiene que pasar todo esto a mí...

Se va arrastrando los píes. Brittany comienza a reírse.

-¿No te lo dije? Es muy graciosa.

Entonces empieza a carcajearse muy fuerte.

-En mi opinión no me ha parecido graciosa...

-¿Qué? Pero si es la monda.

Vuelven las risas por parte de Brittany.

En ese momento no sabía si podría sobrevivir en aquel particular hospital.