Soy el Rey Demonio

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Kwon Jiyong es un estudiante del segundo grado de preparatoria. Tiene la reputación en toda la ciudad de ser realmente un chico bien parecido, todos los que lo conocen lo tratan con gentileza y lo cuidan.

Tanto sus ojos como su cabello son de un color café-rojizo, color que su padre y hermanos describían como un té negro. Debido a eso y a su luminosa piel blanca, Jiyong no parecía el típico coreano.

Su familia lo consentía, acariciaba su suave cabellera y decían cosas como "Tus ojos parecen deliciosos trozos de caramelos"

Debido a que su padre y hermanos tienen el cabello y ojos negros, no se parecen en nada, Jiyong en muchas ocasiones se preguntó si era adoptado, pero en realidad no le cabía duda que era hijo biológico porque era exactamente igual a su abuela materna.

Después de que sus clases de la tarde terminaron, volvió a casa ya que no pertenecía a ningún club ni tenía un trabajo de medio tiempo.

—¡Estoy en casa! —Dijo mientras ingresó a su residencia. Había una extraña tensión en el aire, no recuerda haberse sentido así antes. —¿Eh? —Se sorprendió al ver a su padre y sus dos hermanos mayores que lo esperaban en casa y con ellos, un hombre que vestía ropas extrañas.

Parecía tener unos veintitantos o treinta y tantos, su rostro tenía tan exquisitas facciones que era difícil determinar su edad y no pudo evitar quedarse mirándolo.

No podía dejar de mirar los brillantes ojos negros del hombre, estos tenían una especie de brillo azul. Ya que vivía en Corea, no era inusual ver a personas con los ojos negros. Tanto su padre como sus hermanos tenían los ojos de ese color, sin embargo estos estaban mezclados con color café, por lo que esta era la primera vez que veía unos ojos negros mezclados con azul.

Estos eran tan hermosos que se encontraba en una especie de trance y no podía apartar la mirada de ellos.

El primero en reaccionar fue el extraño hombre, Jiyong vio cómo se aproximó y de la nada lo atrapó entre sus brazos.

—¿Qué estás haciendo? —Preguntó un alarmado Jiyong.

—Uhm... Adorable

—Eh, ¿gracias?

—Estoy enamorado —Pronunció el extraño.

Los ojos del chico se abrieron desmesuradamente ante la sorpresa de escuchar la confesión del hombre. —¿Disculpa? —¿estaba bromeando o hablando en serio? Era la primera vez que se veían y ese hombre era tan atractivo que parecía una broma.

Se encontraba en brazos de alguien a quien nunca había visto, así que trató de resistirse y alejarse, pero el hombre lo sostenía de la cintura con firmeza. Mientras más intentaba alejarse, más cerca tenía el rostro del hombre, cuando se percató de que este iba a besarlo, gritó.

—¿Qué estás haciendo?

—Voy a besarte... —Respondió el hombre con simpleza.

—¡No!

—No seas tímido.

—Ese no es el problema —Jiyong trató desesperadamente de liberarse del hombre.

Su padre suspiró profundamente y miró a ambos, luego se dirigió al hombre. —Por favor deténgase, él es mi hijo.

—¿Tu hijo? —El hombre alzó una ceja con gesto de duda y Jiyong tragó saliva fuertemente. El hombre miró a su padre con los ojos entrecerrados. —Este lugar definitivamente huele a íncubo, pero pensaba que tu tercer hijo había muerto hace mucho tiempo junto con tu esposa, o eso fue lo que escuché.

—Alguien debió haberle proporcionado la información incorrecta. Las cosas estaban caóticas cuando mi esposa murió.

—¿Entonces te mudaste al mundo humano antes de que cualquiera pudiera ponerle los ojos encima? Luego cortaste todo tipo de comunicación. Incluso los mayordomos y sirvientas de tu castillo dijeron no saber a dónde habías ido.

—Me encontraba en estado de shock, no quería ver a nadie. Por eso pensé que venir al mundo humano sería lo mejor.

—¿Así que dices que no fue para ocultarme el hecho de que tu hijo era un incubo?

—Por supuesto que no, ¿por qué haría algo así?

—Para que no me lo llevara, obviamente. Tú sabes muy bien que cada cien años antes de la época de apareamiento busco a un incubo.

—Ciertamente el número de íncubos ha disminuido, pero existen otros allí afuera. Estoy seguro de que varios candidatos se ofrecerían si supieran que están a su servicio, no hay razón por la que ocultarlo de usted.

—¿En serio? Me conoces, sabías que en cuanto lo viera lo querría para mí.

—No sea ridículo. —El padre de Jiyong sonreía, pero no era una real.

Su padre por lo general era muy calmado, pero podía notar que se encontraba nervioso frente a este hombre. Además sin importar como lo viera el hombre era más joven, sin embargo su estatus parecía ser mayor que el de su padre. ¿Por qué se conocían? Y eso no era lo único extraño, no tenía ni idea de lo que estaban hablando.

—Hay otros íncubos, Jiyong solo es un niño y no está capacitado para ser su pareja.

—¿Jiyong es su nombre? Qué adorable, —dijo el hombre mientras sonreía.

—Gracias —Dijo Jiyong sorprendido, sintió como su rostro se enrojecía y probablemente se debía a que la cara del hombre se encontraba demasiado cerca.

Tenía una idea de lo lindo que era, no solo su padre y hermanos se lo decían, sino básicamente todo el que lo conocía lo hacía. Desde que era un pequeño niño, hubo personas que trataron de secuestrarlo solo por lo lindo que era. Incluso unos cuantos hombres le habían dicho que lo amaban y trataron de atacarlo. Así que no podía negar el hecho de que era atractivo.

Jiyong quería volverse masculino como su padre, por eso no podía ver lo bueno de su rostro con rasgos tan femeninos, además era debido a ese semblante que personas malas se le acercaban, así que no era nada más que un gran problema.

Parecía ser que este hombre era una de esas personas, pero era demasiado atractivo como para ser un pervertido común. El hombre aun le tenía entre los brazos, al parecer no le iba a dejar ir. Por lo general su padre no permitiría tal situación, en cuanto notara que estaba tratando de liberarse, le ayudaría sin titubeos.

Pero no le dijo nada al hombre que lo sostenía, ni tampoco lo hicieron sus dos hermanos mayores, quienes estaban más que nerviosos que su padre.

—No puedo dejar ir a Jiyong, así que por favor busque en otro lado.

—No existen íncubos adultos que estén sin comprometer, incluso los más jóvenes que Jiyong que ya no eran vírgenes

—La tentación de los íncubos es demasiada.

—Es por eso que Jiyong es perfecto. Su hermoso rostro y expresiones faciales, su bello cuerpo y es virgen, ¡fantástico!

—Es mi tesoro, no lo dejaré ir. Aún queda tiempo antes de la época de apareamiento, ¿cierto? Estoy seguro que podrá encontrar a otro incubo para ese momento.

—No, lo quiero solo a él.

—Me temo que no es posible.

—Soy el Rey Demonio y hago lo que quiero, —en cuanto dijo esas palabras, el aire se congeló.



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Pos yolo v:
Si llegaron hasta aquí, gracias por leer ♡
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Más tarde les subo body lenguage c:
Denle amor a este fic también uvu ♡

The selfish demon king [GTOP]Where stories live. Discover now