Lo más probable es que todos se estén preguntando ¿cómo llegó Alina a la casa de Celeste? ¿Por qué nadie le dijo nada? ¿Tendrán problemas por no regresarla a su celda?
Tantas preguntas y ninguna respuesta, pero, las respuestas llegan en su momento y la verdad es que, en las pocas horas que aun restaban de esa noche muchas cosas ocurrieron, y todo eso será revelado... Justo ahora...
--Flash Back--
Por más que lo había intentado no había logrado mantenerla despierta, justo después de dicha revelación, justo después de que le dijera que eran hermanas, Celeste perdió la conciencia; y no solo eso, su herida era demasiado grave pues no dejaba de sangrar, si no recibían ayuda pronto... Ella podría morir...
Presionaba la herida con desesperación tratando de detener la hemorragia aunque sea un poco, pero era imposible, por más que lo intentara no surtía efecto. Se creyó perdida, las creyó perdidas, pero entonces un pequeño sentimiento de esperanza llegó...
— ¡Por aquí!—Se escuchó la voz de alguien, seguido de varios pasos acercándose.
—La ayuda ya viene—Le susurró Alina tratando de mantenerla en calma aun cuando sabía que ésta se encontraba inconsciente; cuando de pronto la puerta a sus espaldas cayó lanzando astillas por todas partes dejando ver en el umbral a un inmenso dragón Cuerno Tronante y junto a él a su jinete.
—Patapez, ve por ayuda—Le indicó al regordete vikingo a sus espaldas sin apartar su mirada de las dos personas frente a él, en especial de una, aquella que se encontraba gravemente herida...
Sin pensarlo mucho el jinete de la Gronckle partió, sabía a quién acudir. Mientras tanto, aquél que le dio dicha orden se acercó a pasos grandes hasta donde ambas se encontraban.
Alina no pudo evitar sentir impotencia y temor al verle acercarse de esa manera, pero igual lograba percibir la preocupación en su rostro y eso le tranquilizaba de alguna manera, en especial al ver que fijó toda su atención en Celeste y no en ella.
—Celeste...—Murmuró al arrodillarse junto a ellas—. ¿Qué fue lo que pasó?—Preguntó temeroso tomándola entre sus brazos y comenzando a revisar la herida que había cubierto su hombro en sangre, sangre que aún seguía emanando sin control.
Y fue entonces que dirigió su mirada hacia ella, fue entonces que se sintió encoger ante él. Sabía lo que él pensaba en ese momento: Ella lo había hecho. ESO era lo que pensaba, pero no era cierto, ella lo sabía y Celeste también; la culpable era Karin, pero... ¿Cómo podría comprobarlo? Karin ya se había marchado y la única que tenía sus manos manchadas con la sangre de Celeste —literalmente— era ella.
—Fu-fue... Fue Karin—Alcanzó a pronunciar temerosa.
— ¿Cómo puedo saber que es cierto?—Cuestionó Eret con una mirada frívola.
—Y-yo...—Trató de decir. Pero era más que claro que nada de lo que dijera le ayudaría—. No puedo probarlo—Admitió con pesar—. Pero ustedes si—Continuó—, deben buscarla, no irá muy lejos. Celeste alcanzó a herirla.
—De nuevo, ¿cómo puedo saber que es cierto?—Repitió tajante.
—Buscándola—Respondió con firmeza.
Esa mirada, él conocía esa mirada. Era la misma que Celeste le había dedicado en varias ocasiones en el pasado. Una mirada llena de decisión y fortaleza. Y, por extraño que pareciera, el verla esta vez en los ojos oscuros de Alina de alguna forma le pareció tranquilizante, le pareció familiar, como si fuera la misma Celeste quien le veía de esa forma. Y fue por eso que, aunque no lo admitiera, muy en el fondo creyó en sus palabras.

KAMU SEDANG MEMBACA
La Venganza Del Pasado
Fiksi PenggemarDespués de vencer a Drago las cosas en Berk volvieron a ser como antes, Hipo era el líder y Chimuelo el Alfa; pero cuando creyeron que la paz había regresado a Berk, un nuevo mal surgió, un enemigo no solo de Berk sino también de Bodkar. Años despué...