PRÓLOGO

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—¿Eres tú?— dice suspicas, se refleja el miedo en sus brazos temblorosos y la soledad en sus ojos llenos de lágrimas, yo solo puedo traducir sus palabras  agonizantes en un leve llamado a mi persona —lo soy cariño, aquí estoy, solo para tí, estoy— le recito en el oído levemente, ganándome su confianza, su lealtad, el solo no puede dejar de llorar ¡Patético!

— ¡Házlo! Tu puedes hacerlo, solo encaja bien el filo en su blanca piel—  susurro lentamente,con seguridad, soltando una leve risa burlona, incitandolo a acecinarla.

—No... No, por favor, se lo suplico, déjeme ir no diré nada, a nadie— no, no lo hara, estará muerta figurando en el puente como una más de mis marionetas.
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Créditos por Mockup Mundo-Cielo Editorial Editorial-Estrella.

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