Capitulo IX

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-¡¿Cómo carajo pasó ésto Sarah?!- vaya, parece que el señor Larson está molesto...
-No, no lo sé cariño, ella, Heylie, estaba viendo los archivos- Sarah titubea en un intento por hacer que Thom se relajé, pero lo único que consigue es alterarlo aún más. Resulta que el no venía de buen humor con la llamada de auxilio, saber qué Guilmore plantó una nota muy descriptiva de lo que quiere es ¡Dramático! ¿A caso nadie va a felicitarme? Rayos, soy una maldita perra jajaja, en un suspiro de felicidad soy interrumpida por Thom, su miedo, su ira se posan en mí, excitandome con cada grito sulfúrico y desgarrador que emite, cada objeto quebrandose en la alfombra de la habitación.

Heylie yace cabizbaja, mirando la foto de Diana, atada a las tablas que figuran la manipulación de su amiga, se mira tan débil y solloza sin dejar de observar mi hermosa obra de arte - ¿Por qué no me lo dijiste?- emitió un tenue chillido mientras trataba de mirar a su padre, es un cóctel de emociones el que puedo sentir en éste momento, sinceramente empiezo a fastidiarme de lo mismo, todos están enojados y llenos de temor, pero no siempre se puede tener todo ¿No Heylie? - ¿Quien dijo eso?- ¡Ups! Heylie me escuchó,más tarde hablaremos querida, por ahora quiero una fuerte discusión, todos contra todos damas y caballero. -¿De qué hablas Roussie?- vamos Thom, no es ingenua ¡Esfuérzate al menos carajo! -dije ¡¿Por qué no me dijiste que asesinaron a Diana!?- solo pudo sentirse el silencio y la vergüenza en el ambiente después de esa pregunta tan escalofriante -no tendremos está discusión Heylie, sabes que no puedo revelar información de mis casos- todos lo sabemos, pero pequeña ingenua y curiosa no entiende de razones, la expresión de cada uno no tiene comparación, solo miren a Thom con los ojos a punto de dejar sus cavidades, ¡Oh! Y Sarah, la bella Sarah con ese moco amenazando meterse en esos labios de tono coral, tratando de lanzar una mínima palabra para romper el incómodo vacío de la conversación -¿Qué haremos Thomas?- soltó...- ¿Qué haremos para proteger a Heylie?- Larson parece perdido, después de su última oración solo dejo de mirar a sus bellas damas y comenzó a mirar hacia la nada, ¡Bello momento! Esto era lo que yo quería, la confusión, la desesperación del ser humano acorralado, sin salidas, sin opciones, lleno de incógnitas sin responder, pero los bellos momentos no son eternos y el mío fue interrumpido por el estruendo del timbre en la puerta principal.

La hipnosis de Thomas se rompió con el ruido de la puerta sonando; uno, dos, tres, uno, dos, tres, el golpeteo cada vez más eufórico -¿¡Quien demonios es!?- escupió en un grito fúrico,uno tan fuerte que hizo parar los golpes en seco -perdone señor Larson, soy Bradley, ¿Guilmore le hizo daño a Heylie?- en cuestión de un segundo se abrió la costosa puerta Thomas estaba iracundo ante la pregunta de Brad -¡¿Cómo lo sabes, cómo sabes que Guilmore amenazó a mi hija?! ¡Eres tú verdad maldito bastardo!- Brad quedó tendido en la alfombra de color marfíl, empapando ésta con mililitros de sangre que brotaban de su nariz a causa del fuerte puñetazo que Thomas estampó en su rostro, mismo que Sarah y Heylie observaron aterrorizadas desde el pie de las escaleras -¡Papá!- dijo Heylie ahogando la palabra en un chillido enfurecido -¡Alejate de mi hija maldito hijo de perra!- se escuchó la oración seguida de una patada, que podría jurar rompió una costilla del joven a quien Thomas idolatraba -¡Thomas!- frustrada por ser ignorada Heylie toma del brazo a su padre y le llama por su nombre -¡Yo le llamé! Yo le dije lo que pasó- anonadados Sarah y Thomas miran a Brad quien es levantado con ayuda de Roussie mientras ella mira con odio al detective que le acogió como a su propia sangre -lo, lo siento, yo...- Brad solo asintió a la disculpa, se sentó en el desayunador mientras Sarah le extendía un paño con agua helada -toma, lamento lo que mi esposo te hizo, estaba exaltado- el chico soltó una sonrisa en una mueca de dolor mientras niega con la cabeza - fue mi culpa señora, no formule bien mi oración- oh, vaya que no lo hizo, ese golpe no era para menos chico, fue un total ¡Bang! Juraría que no es la primera vez que recibes tu merecido.

Deje al mocoso estúpido y me dirigí a la sala de estar donde Thomas y mi pequeña chica conversaban -lo siento nena, admito que fue impulsivo- claro que lo fue amigo mío, fuiste mi favorito. - está bien papá, sé lo que pensaste, no sabías que yo...- el solo abrazó a su hija, fue la primera vez que vi caer lágrimas de esos ojos tan imponentes -no quiero perderte princesa, no quiero verte en una escena de crimen- eran cada vez más fuertes los sollozos de un hombre en los brazos de la pequeña que había salvado y yo... ¡Yo quería que me tragara la maldita tierra! Todo tan lleno de sentimentalismo ¡Agh! ¡Estoy arta con un carajo! Necesito más acción, necesito una muerte más, una a una los voy a quebrar...

Continuará.

Cuando Llegue Por Ti.Where stories live. Discover now