Change My Mind • JELENA •

♡ Capítulo 28 • Parte 2♡

- Voy a esperar a que venga el doctor a verte y confirme que MI hijo está bien - notó el rostro de Selena palidecer y se que su hijo es mío, no puedo evitar sonreír.

- Tú no eres... - se lo que va decir, así que, decido interrumpirla. No voy a permitir que siga negandomelo.

- No te atrevas a decir que no soy su padre - le advierto - se que estás de siete meses y hace siete meses estabas conmigo - decido acercarme a ella para romper la barrera invisible que nos separa.

- No quiero que seas el padre de mi hijo - dice haciendo que pare en seco ¿Que mierda quiere decir eso? - quiero que Nick sea el padre de mi hijo - tras escuchar sus palabras vuelvo a sentir la ira apoderándose de mi.

- ¿Acaso pretendes que renuncié a él? - pregunto temiendo su respuesta, necesito mantener la calma antes de volver a cometer una locura.

- Es mi hijo... - dice y por primera vez desde que se la verdad me mira a los ojos - y puede que tu seas el padre de sangre pero... No quiero que seas nada más.

- ¡No voy a renunciar a él! - grito sin darme cuenta, pero no me arrepiento, se siente bien poder gritar - no ahora que se de su existencia. Soy su padre y no voy a permitir que ningún idiota ocupe mi lugar.

- Él necesita una familia - ella grita tan fuerte casi como yo - y nosotros estamos demasiados jodidos para poder darle una juntos - no se en que momento ha empezado a llorar, pero pude notar como las lágrimas la ahogaban - ¿No te has dado cuenta? - pregunto sin esperar mi respuesta - tú nunca me has querido - siento una pequeña puñalada en el pecho, duele saber que ella piensa que no la quise... Es lo único que hice desde que la conocí.

- Selena... - intento detener sus palabras. Quiero decirle que la quiero, que no he dejado de hacerlo. Necesito hacerle entender que no estamos tan jodidos como ella cree. Ella tiene que saber que a pesar de mis errores quiero intentarlo, se que podemos ser una familia. Se que podemos lograrlo mientras nos queramos... Eso es lo único importante.

- Y si te soy sincera - me interrumpe justo cuando estoy por expresar mis pensamientos - yo he dejado de quererte.

Me mira a los ojos y noto como algo se rompe. ¿Ha dejado de quererme? Quiero pensar que está mintiendo, necesito creer que es mentira, pero al decirlo estaba mirándome a los ojos. Yo sería incapaz de decirle que no la quería mientras la veo, no sabría mentir de esa manera y se que ella tampoco. Cierro los ojos y noto como las primeras lágrimas caen de mis ojos. Ella ya no me quiere y creo que esa confesión duele más que el día en que la vi marchar.

Ya dejado de quererte y se que es mi culpa, se que me lo he ganado a pulso. Ahora soy capaz de entenderlo, ahora se por que no quiere formar una familia conmigo. Ella no quiere fingir amar, sólo para que su hijo crezca con sus padres. No quiere hacer lo que Miley y yo hicimos durante años. Por eso quiere que Nick sea el padre... Para no tener que fingir.

Supongo que ha vuelto a quererlo o quizás nunca dejo de hacerlo. Quizás todo lo que vivimos para ella sólo fue un capricho de adolescente, quizás nunca me quiso realmente. Quiero y necesito volver a chillarle, pero no me salen las palabras. Estoy destrozado, demasiado destrozado como para hacer algo más que seguir llorando.

- Por eso no quería decirte nada - sus palabras suenan demasiado lejadas, son sólo un susurro. - no quería que pensarás que podríamos ser una especie de familia los tres juntos, yo ya tengo una familia.

- ¿Quieres formar una familia con Nick? - pregunto y ella asiente. Eso provoca que la tristeza vuelva a convertirse en rabia y se que estoy a punto de joder aún más las cosas. - puedes hacerlo - ella me mira sorprendida - da luz a mi hijo y entregamelo. Olvida que alguna vez estuviste embarazada de mi. Follate a Nick todas las noches después del parto si es lo que quieres, quedaté embrazada de él y forma la familia que tanto deseas... Por que no pienso permitir que la formes con MI hijo.

- ¡No puedes obligarme a que renuncié a mi hijo! - dice horrorizada - ¡NO PIENSO HACERTE CASO! ¡ESTÁS LOCO! - los chillidos vuelven hacerse presente en la habitación y me sorprende que nadie venga averiguar qué está pasando.

- ¿Crees tú que puedes pedirme que yo lo haga? ¿Crees que puedes decirme que me haga a un lado sólo para que tu puedas formar tu familia perfecta? - chilló igual de fuerte que ella - No voy a renunciar a mi hijo y no voy a permitir que le hagas creer que su padre es él y no yo.

- ¿Por que haces esto? - pregunta sollozando - Tú ni siquiera nos quieres.

- ¡No te quiero a ti! - miento sólo para devolverle el daño que ella me ha echo - pero lo quiero a él - digo señalando su vientre - es mío y no vas a poder quitármelo.

- No pienso compartirlo - dice entre dientes y yo sonrió. ¿Como puede ser tan terca y pensar que va convencerme.

- Pues será mejor que huyas, que te escondas debajo de las piedras, si es lo que quieres - la mire una última vez - pero será mejor que no lo intentes, porqué pienso encontrarte, y cuando lo haga me haré cargo de ese niño. Porqué es mío y es lo único que no pienso perder.

- No tienes idea de cuánto te odio - dijo cuando estaba a punto de desaparecer haciendo que me detuviera - soy capaz de cometer cualquier locura antes de dejar que te quedes con mi hijo o compartirlo.

- Serías incapaz de hacerle daño a tu propio hijo - digo girándome levemente para verla - así que ahorrate tus amenazas - volví a emprender mi camino para salir de esa habitación, no sin antes aclararle mi último punto - puedes estar tranquila, yo te odio mucho más.