♡ Capítulo 31 2/2 ♡

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CAPITULO SIN CORREGIR X777383 JAJAJAJ PERDÓN. 


Cuando llegamos a casa Selena se congelo en la puerta. Supuse que le paso lo mismo que me seguía pasando a mi. Los buenos recuerdos vividos en esas cuatro paredes, le golpearon. Logro recomponerse a los pocos minutos y se dirigió hacia el sofá. Un tanto sorprendido, decidí seguirla. ¿Acaso pensaba que la dejaría dormir en el sofá?


- ¿Podrías prestarme un par de sabanas? - dijo empezando abrir el sofá cama. Ella lo había comprado, así que, sabía como funcionaba. Realmente ella pensaba dormir ahí. 

- Yo dormiré en el sofá - declare completamente convencido - estarás más cómoda en la cama... 

- ¿Has dormido en esa cama con ella, verdad? - su pregunta me pillo por sorpresa dejándome completamente congelado. No quise responder, pero sabía que ella había entendido mi silencio - Entonces puedo asegurarte que estaré muchísimo más cómoda aquí. 


No quise discutir con ella. No iba a conseguir convencerla. Me dirigí a mi habitación y volví con un par de sabanas para ella. En medio de un silencio, realmente incomodo, le ayude a colocar las sabanas. Quería decirle algo. Conseguir de alguna absurda manera  que durmiera abrazada a mi esta noche, pero no se me ocurría nada. 


- Buenas noches - dije intentando reunir todo el  valor, para dejarla sola e irme a mi habitación - puedes quedarte el tiempo que necesites. 

- Gracias - dijo sonriendo levemente - pero mañana iré a casa de mis padres. Ellos están de viaje, regresan mañana. 


Escuchar esas palabras me entristeció. Realmente deseaba que ella se quedara conmigo. No me importaba si solo eramos amigos o no podíamos avanzar más allá, de estos silencios incómodos. Quería tenerla cerca de mi, quería que durmiera todas las noches en el sofá cama y limitarme a soñar, que dormía a mi lado.  


Me desperté en el medio de la noche. Eran las tres de la madrugada y un calor sofocante, consiguió despertarme. Sin dudarlo me dirigí a la cocina por una vaso de agua, quise volver de inmediato a la habitación, pero mis pies me llevaron a otro sitio.

No había olvidado que Selena estaba durmiendo en el sofá y mis pies me llevaron hasta allí. 


Gracias a las luces de la calle que iluminaban el salón, pude observar a mi bombón. Ella estaba durmiendo plácidamente, pero estaba tan jodidamente sexy. Se había quitado los pantalones y estaba durmiendo en ropa interior y una simple camiseta de tirantes. Debajo de esta, no llevaba sujetador. Lo supe al notar sus pezones erectos, quise pensar que tenía frío, pero sabía que no era cierto. ¿Que estará soñando? Ante mi se situaba la mujer más excitante que había visto y tenido en mi vida. Su boca entreabierta, tratando de respirar, me provocaba querer besarla.

Al observar su vientre, abultado por el embarazo, y pensar que ahí adentro estaba mi hijo me lleno de felicidad. Me invadieron las ganas de devorarla. Quería hacerle el amor, en ese instante, con mi hijo dentro suyo.  Un fuerte pinchazo en mi miembro me aviso que estaba completamente erecto. ¡Estás enfermo! me reproché a mi mismo antes de llevar mi mano a mi erección e intentar bajarla. Me convencí de volver a la cama, quizás podría masturbarme con esa imagen en mi cabeza. 

Estaba a punto de irme cuando Selena gruñó, Parecía decepcionada. Me fije en su rostro y note que estaba despierta. ¡Maldita sea! ¿Me había visto acariciándome? Eso era imposible, juraría que estaba dormida. Seguramente acababa de despertar. Debía inventar una excusa. 

- Solo quería asegurarme de que todo estaba bien - dije intentando soñar convincente. Miré a Selena y ella no me estaba mirando, estaba mirando más abajo de mi cintura. Dirigí la mirada al mismo punto que ella y vi como parte de mi miembro sobresalía de mis pantalones. ¿Como iba a creerme ahora? si estaba viendo mi pene erecto en su cara - ¿quieres algo?

- No... - pronunció mientras intentaba tapar mi erección con un cojín. Una reacción bastante absurda, pero era la única que se me ocurrió. Para mi sorpresa Selena se incorporo de rodillas en el sofá y se acerco a mi, quitándome el cojín - ¿Que estabas pensado?


Esto no podía ser cierto, Selena estaba arrodillada delante de mi, mirándome fijamente.  La conocía, conocía nuestro juego, nuestra manera de provocarnos antes de hacer el amor. No sabía si aquello era real, pero aunque fuera un sueño, iba a disfrutar este momento pasara lo que pasara. 


- Pensaba en ti - gruñí al notar como Selena empezaba acariciar mi erección por encima de mi pantalón - pensaba en lo delicioso que sería hacerte el amor, una vez más. 

- ¿Justo ahora? ¿Esta noche? ¿Con tu hijo dentro de mi? - la excitación podía notarse en su voz. Una vez más la timidez no existía entre nosotros. 

- Ahora, esta noche, con mi hijo dentro de ti - enterré mis manos en su pelo y tire con fuerza para que mi mirara. Estaba esperando que dijera algo, y lo dijera rápido. De lo contrario tomaría su silencio como un si y no habría manera de detenerme, hasta que me enterrara en ella. 

- Solo esta noche - susurro acercando su rostro al mio - hazme tuya una vez más, pero ten cuidado.



Quise quejarme, pedirle que me entregara todas las noches siguientes. Pensé en rechazar su oferta, si me iba a negar la posibilidad de repetirlo. Pero sus labios encontraron los míos y todo dejo de existir. 

No pude evitar gruñir ante el contacto. Casi había olvidado lo deliciosos que eran sus besos. Hacia mucho tiempo que no estábamos juntos, pero nuestros cuerpos seguían conociéndose a la perfección. Ambos reaccionábamos a las caricias del otro, con la misma intensidad de hace meses. La poca ropa que nos cubría desapareció, había llegado el momento. Estaba colocado entre sus piernas y un simple empujón me privaba de penetrarla de una vez por todas. 


- Avísame si te hago daño -   le advertí justo antes de hundirme en ella, deseaba hacerle el amor, pero jamás me perdonaría hacerle daño a mi hijo por un ataque de lujuria. 



Selena asintió excitada, estaba tan fuera de control como yo. Bese su cuello y gruñó al darse cuenta de que todavía no estaba dentro de ella. Levanto las caderas intentando penetrarse ella misma, pero me moví con ella, evitándolo. Quería decirle que la amaba, pero no era el momento. Nosotros no eramos así, no hablábamos de amor mientras teníamos sexo. Nosotros nos provocábamos, jugábamos y nos decíamos cosas sucias.  También habíamos echo el amor, pero sabía que esta noche, Selena quería sentirse viva conmigo. Quería sentir la adrenalina que sintió la primera vez que la folle en mi auto. 


- Si solo vas a darme esta noche, déjame volver a probarte - susurre a su oído y gimió como respuesta. Ella también deseaba que enterrara mi lengua en su sexo. 

- No... - para mi sorpresa me detuvo cuando empezaba a bajar por su pecho. Me sorprendí ante su reacción, juraría que ella deseaba lo mismo que yo - quiero que entres en mi, ahora - exigió tirando mi pelo, para volver a dejar mi rostro frente al suyo - lo otro puede esperar, no pienso volver a dormirme esta noche...

Change My Mind • JELENA •Where stories live. Discover now