14. Castigo.

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Los primeros dos días habían resultado ser, aparentemente normales. Se seguía una rutina algo tranquila: el desayuno, almuerzo, refrigerio y cena; las duchas estaban a disposición de los estudiantes en cualquier momento, salvo claro, en momento de actividades.

Todos estaban bajo el mando de los profesores hasta las cuatro de la tarde -como lo era en la escuela-, y tenían el resto del día libre para hacer lo que les plazca, siguiendo siempre las reglas planteadas al principio.

—Por poco me saco un ojo tratando de limpiar las ventanas —comentaba resentida una castaña sentada sobre el césped bajo la sombra de un árbol. Izuku, Todoroki y Tsuyu la acompañaban comiendo un sándwich de refrigerio que se les proporcionaba al terminar las actividades del día.

—A nosotros nos tocó pintar las paredes del primer piso. Aizawa dijo que fue un buen trabajo, así que por suerte tenemos la mejor nota hasta ahora —sonrió el peliverde sentado justo en medio de Uraraka y el chico de cabello bicolor que se hallaba recostado de espaldas, agotado como lo estaba la mayoría.

El grupo se quedó en silencio por un instante. La tibia brisa del atardecer los refrescaba muy poco de aquel que era un clima húmedo y caluroso, así que casi todo el día se la pasaban usando ropas frescas y holgadas, incluso durante la noche.

—Me pregunto qué haremos mañana —rompió de repente aquella quietud, la chica de ojos saltones.

—Ojalá algo que no tenga que ver con cosas que estén muy altas o muy lejos, porque si me hacen limpiar las ventanas del tercer piso o pintar las paredes altas. No tiene nada que ver que seamos pequeñas para que nos manden a hacer esas cosas. Me niego a subirme al techo para tablear los hoyos —se quejaba la castaña pasando una mano por su rostro— ¡Ni siento el viento en este lugar! ¡El calor me mata! ¡No tengo ganas de hacer NADA!

—Je... No es para tanto Uraraka...

—¡Claro que sí Izuku! Tsuyu y yo apenas tenemos la mitad de los puntos que ustedes tienen. Y eso apenas gracias a que éramos las únicas capaces de subirnos ahí arriba.

—La idea es que sea divertido —Izuku sonrió apoyando la mejilla sobre una mano, y el brazo sobre su rodilla—. La verdad a mí me gustó más lo de cortar el césped para que el patio se vea más bonito. Avanzamos una buena parte con Iida y Todoroki.

—Claro, claro —Uraraka agitaba una mano delante su rostro venteándose mientras hacía una mueca, pues no estaba tan convencida de tomar aquella actividad como "divertida"—, y a ti ¿Qué te gustó más Tsuyu?

—Mmm... me gustó pintar las paredes. Los niños del pueblo cercano vinieron a ver qué hacíamos, y jugando dejamos que pintaran sus palmas con la pintura de otros color y dejaran sus huellas por toda la pared. Aizawa lo permitió.

—Je... sí... muy divertido. —cualquier actividad que había requerido una estadía estadía bajo el calor del lugar, no era agradable para ella.

—¿Para ti qué fue lo más divertido, Todoroki? —le preguntó Izuku al chico que descansaba a su lado y que hasta el momento no había comentado nada al respecto, o más bien no tenía ganas de hacerlo.

—No lo sé, todas fueron interesantes supongo.

—Claro, como tú lo haces todo muy bien —dijo Uraraka usando un tono algo sarcástico al instante que terminaba su sándwich, recibiendo simplemente el desinterés de Todoroki—. Creo que para mí, lo mejor sólo fue lo de cocinar en la fogata. ¡ah! y encender la fogata.

—También fue interesante armar carpas y hacer refugios improvisados. —comentó Tsuyu.

—Cierto, aunque es algo difícil —suspiró Izuku para luego sonreír más animado—. Bueno, pero ya terminaron los trabajos más duros que eran de Aizawa, desde mañana Toshinori se encargará de las actividades.

Sonreír por ti (EDITANDO)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz