Capítulo 20

1.4K 143 8
                                    

Jesús había compuesto una canción para Alonso. En realidad era hermosa y reflejaba su sentir hacía el pelirrojo, pero en definitiva no el de Alonso hacía su novio.

Te siento conmigo
En cada latido
De mi corazón
Si me siento perdido
Encuentro el lote
Con solo escuchar tu voz
Podrán pasar huracanes
Pero nada podra contra mi
Por que tuuuuu
Seras la luz que ilumina mi andar
Y el mundo se de tendrá
A mirar un amor de verdad
Si estas a mi lado
No importa el pasado
Ya no hay más dolor
El cielo nublado
Y el viento helado
Se fueron con tu calor
Podrán volver huracanes
Pero nada podra contra mi
Por que tuuuuu
Seras la luz que ilumina mi andar
Y el mundo se detendra
A mirar un amor de verdad
Por que tuuuuu
Seras la luz que ilumina mi andar
Y el mundo se detendra a mirar
Un amor de verdad.

—¿Chuy?

—dime amor

Alonso lo haría lo más suave posible para ambos.

—creo que tenemos que hablar muy enserio.

—¿sobre?

—tu y yo

Jesús no era imbécil, Alonso no estaba con el por amor... ¿lastima tal vez?… no estaba seguro,en este momento Villalpando lo aclararía.

—pues dilo —soltó un gran suspiro

—Nos conocemos de hace años, te quiero, eres mi amigo, solo tu estabas ahí cuando lo necesitaba y, por ello te debo más que mi vida, pero hay cosas que no se pueden forzar, como... El amor.

—¿no me amas? —Jesús no parecia siquiera estar en ese lugar, estaba ausente.

—lo hago, pero no de la manera en que lo mereces, tu eres alguien demasiado bueno y me duele no poder corresponder a algo que de verdad sería glorioso.

—si ya terminaste me gustaría decir algo—El pelirrojo parecia decir la verdad, sus ojos estaban apagados... En realidad, desde que lo ha conocido están opacos, en momentos solo un poco, en días como este, eran dos faros apagados

Seguro le gritaría como lo merecía. Penso Alonso —di lo que necesites.

—tu me haz salvado... en todos los sentidos, me proteges y elevas mi autoestima cuando lo necesito y siempre tienes algo bueno que decir, pero no eres feliz aquí, no se en quien piensas todo el tiempo —incluso Jesús lo notaba, inconscientemente Jos vivía dentro de el—pero ve por él, no puedo obligarte a estar acá, yo te amo y por eso debes luchar por esa persona, y si no te quiere, no sabrá lo que ha dejado ir, por que tu Alonso Villalpando, eres perfecto de pies a cabeza, si algún día me necesitas, aquí estaré, como tu amigo, como al principio, como cuando ambos eramos felices. Te amo Pequitas, se feliz.

En definitiva no esperaba que lo tomara tan bien, pero eso y más era Jesús, solo esperaba que algun día encontrara lo que necesitaba y quería, el merecia ser feliz.

—gracias —dijo dandole un abrazo sincero, al que Jesús respondio fraternalmente, Alonso era bueno, pero no para el, no para Jesús, no como pareja.

Villalpando corrió a la casa de su abuela esperando poder hablar con su mamá para planear su regreso.

Al entrar cogió el teléfono y tecleo ese numero que tan bien conocía.

Cuatro tonos y el teléfono fue contestado.

—Bueno

—Hola mamá

—¿todo bien cariño?

—claro, emm ¿tu crees que podría volver? ...ya sabes amm pronto.

—claro que si, estaré muy feliz de tener a mi pequeño en casa...

—gracias ma' te amo

—y yo a ti cariño, puedes marcar después, tengo unos pendientes.

—claro, adiós

—adiós

Pederasta    |J.V.| (Editando)Onde histórias criam vida. Descubra agora