Neve Balk es la chica que siempre esta soñando despierta, la que se enamora del artista que jamas la consideraría arte, la que tiene por primera vez el corazón roto.
Las clases nunca pudieron ser más incomodas, no solo para nuestra pequeña amiga sino también para el maestro quien parecía tener un serio conflicto moral en su cabeza.
Pero como cualquier adulto responsable, puso su energía en la obra olvidándose del incidente inicial, aunque la obra resentía gravemente en la interacción de los personajes principales pero el no veía la oportunidad de hablar a solas con Neve.
El vestuario estaba terminado, los preparativos de la escenografía esta correcta y todos se habían aprendido sus diálogos a la perfección y el teatro estaba lleno.
Todo el mundo tras bambalinas corría de un lado a otro preguntando sobre los últimos detalles.
Suspiraba frustrado pues sabía que Neve no estaba completamente metida en el personaje como cuando la escogí y sabia que era su culpa por demostrarle afecto inapropiado.
Lo más probable es que la chica no sintiera lo mismo y solo ocasionara un roce entre ellos.
Cruzó la mirada con ella y esa pequeña chica la desvió.
Definitivamente esta obra no va a resultar si no arreglo esto, pensó.
-Neve, ¿puedo hablar contigo en privado? -ella miró a todos lados algo incomoda.
-Si profesor.
Le dejó a Sam unos arbusto decorativos para que terminaran de decorar y fue siguiendo la amplia espalda del maestro hasta un lugar lejos de los demás.
Se rasco la nuca y trataba de no mirarlo a los ojos antes de que se le ocurrieran miles de pensamientos impuros de una chica de su edad.
-Escucha -el profesor Bowers coloco sus manos-, se que no debí besarte, es inapropiado y lamento si eso te hizo sentir incomoda. No pretendía eso.
-¿Que es lo que pretendías Lloyd?
-Pues, siendo sincero, yo hice exactamente lo que quería hacer en ese momento.
-¿Querías besarme? -ella dio un paso atrás.
-Neve, me gusta tu creatividad y tu comportamiento muy diferente al resto de tus compañeros, hay algo en ti que me recuerda lo muy lejos que yo pude haber llegado. No lo se, quizá simplemente este delirando pero, creo que tengo sentimientos por ti.
-No se que decirle -suspiró.
-No tienes que decir nada, soy yo el que debería pedirte disculpas por ponerte en esta posición incomoda. Entiendo que solo me veas como tu maestro...
-También me gustas Lloyd -dijo Neve.
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