Narra Dian:
La luz del sol se colaba en entre los barrotes y me daba directamente en la cara. Intente taparme la cara para seguir durmiendo, pero las cuerdas de las manos me lo impedían, y la jaula no es que sea demasiado cómoda.
Me desperté del todo cuando sentí que la jaula comenzó a descender, pero esta vez, no baje de golpe. Abrieron la puerta, me volvieron a agarrar del pie y me sacaron de golpe.
-Vamos, arriba.- Dijo Félix bordemente.
-Buenos días a ti también Félix.-Dije levantándome.
-Anda, camina.-Ha dicho empujándome por detrás.
-¿Donde esta Pan?-
-Pan tiene cosas mas importantes que hacer que venir a buscarte.-
-Y te envía a ti para hacer el trabajo sucio.- He dicho mirándole.
-Pan ordena, y nosotros obedecemos.-
-¿Y no te cansas de eso?-
-¿Debería?-
-No se, si a mi me estuviera dando órdenes todo el día alguien como Pan, acabaría cansándome.-
-Pues vete acostumbrándote, por que ahora estas aquí, y a ti te toca obedecer.- Me ha dicho muy serio.
El resto del camino no volvimos a dirigirnos la palabra. Félix es un poco, bastante borde, pero parece que es el mejor amigo de Pan.
Cuando hemos llegado al campamento me he girado hacia Félix y le he levantado las muñecas en señal de que me soltase. Félix me ha agarrado de la muñeca y ha sacado un cuchillo de su cinturón con el que, de un solo corte, me ha liberado de mis ataduras.
-Gracias.- Félix no me ha dicho nada mas y se ha marchado.- Borde.-
Yo he subido a mi cabaña para descansar un poco dado que esta noche no he pegado ojo.
Al llegar arriba he cerrado la puerta y he ido directa a mi cama, pero algo ha impedido que me tumbara de golpe.
Encima de la cama estaba mi espada con una nota.
Te devuelvo tu espada. No me odies mucho por no ir a buscarte.
Pan.Cuando he terminado de leer la nota, he arrugado el papel y lo he tirado al suelo.
-¿No te ha gustado mi nota?- He oído de repente.
Me he girado del susto y he apuntado con mi espada hacia donde venia el sonido. Era Pan, estaba apoyado en la pared con las manos en los bolsillos.
-¿Que haces aquí?- He dicho seria.- Me has asustado.-
-No era mi intención.- Ha sonreído.
-¿Podrías dejar de sonreír de esa manera?-
-¿De que manera?-
-Esa... Antes no sonreías así.-
-La gente cambia.-Se ha acercado.
-Ya...-
-¿Te importaría dejar de apuntarme con la espada?-
-Dame una buena razón.-
-No intentes intimidarme, por que si quisiera, tu ya estarías muerta.-Ha levantado la ceja.
He bajado la espada al oír eso un poco intimidada.
-Eso esta mejor.-
-¿Que demonios es lo que quieres?-He envainado la espada.
-Decirte que a partir de ahora las cosas van a cambiar.-
-¿A si?-
-Si. No creas que te vas a volver a escapar.- Dijo acercándose.
-Eso dijiste la ultima vez, y lo conseguí.- Sonreí orgullosa.
-Te lo voy a decir alto y claro: Como te vuelvas a escapar, lo pagaras caro.- Ha dicho serio a escasos centímetros de mi cara.
-¿Eso es una amenaza?- He dicho seria.
-Si, y Pan es muchísimo peor que Robbie, hazme caso. Soy muy bueno siendo malo.- Ha sonreído malicioso.
-¿Enserio?- He dicho un poco irónica.
-Si. Peter Pan nunca falla.-Después un humo verde le ha echo desaparecer.
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Objetivo: Neverland
Fantasy¿Creías que la aventura pirata terminaba con un ''Y vivieron felices y comieron perdices''? Por que si es así, estabas muy equivocado. La tripulación del capitán Jones ha superado al temible triangulo de las bermudas, pero... ¿Sera capaz de hacer lo...