Narra Dian:
Desde que me reencontré con mi padre, no me ha soltado. Caminamos por la selva, pero esta vez parecía que iba con escolta. Fran y Alison caminaban delante nuestro guiados por Campanilla, y yo iba detrás con mi padre, el cual llevaba el brazo sobre mi hombro.
Con mi padre me sentía protegida, pero no me sentiré a salvo hasta que salga de esta isla.
Caminamos un rato mas hasta llegar a una cabaña en un árbol. Campanilla cogió una escalera que estaba escondida y comenzó a subir en por ella hasta llegar a la cabaña.
Aquella cabaña se parecía a la mía, pero no tan grande.
-¿Como te encuentras Dian?- Dijo Campanilla.
-Algo cansada.-
-¿Y no tienes hambre? Por que yo no te recordaba tan delgada.- Dijo Fran sentándose y apoyándose contra la pared.
-Un poco si, no he comido nada en todo el día.-
-Te traeré algo de comida.- Dijo Campanilla alejándose un poco.
-¿Por que no nos cuentas todo lo que ha pasado?- Ha dicho mi padre sentándose a mi lado.
En ese momento todos los recuerdos de estas ultimas semanas se agolparon en mi cabeza y acabe soltando un suspiro.
-No tienes que hacerlo si no quieres.- Dijo Alison preocupada.
-No, debo hacerlo. Debéis saber a quien nos enfrentamos.-
Empecé a contarles todo lo que me había sucedido. El cambio de Robbie, mi intento de fuga, lo de los espejos y los niños perdidos... Todo. Y al acabar, la cabeza me daba vueltas.
-Vaya, parece como si Pan tuviera dos personalidades ¿No?- Dijo Fran.
-¿A que te refieres?-
-Piénsalo. Un día te encierra en una jaula y otro siguiente te lleva a desayunar. Perdonadme, pero eso no es muy normal.-
-Fran tiene razón. Algo le pasa a Pan con eso.- Dijo Alison.
-Puede que eso sea con lo que le tengo que ayudar.-
-¿Y que piensas hacer?- Dijo Campanilla.- Yo siempre he conocido así a Pan.-
-No lo se. Pero lo que esta claro, es que no dejara que nos marchemos hasta que le ayude.-
-De momento, ¿Que te parece si duermes un poco?- Dijo mi padre.- Tienes cara de cansada.-
-Si, la verdad es que dormir un poco no estaría mal.-
En pocos minutos todos acabamos profundamente dormidos. Pero en mitad de la noche yo me desperté y escuche ruidos bajo la cabaña.
-Papa... Despierta.- Le susurré al oído mientras le movía el hombro para que despertase.
-¿Que pasa?...- Dijo medio dormido.
-He escuchado algo abajo.-
-Abra sido algún animal... Duérmete amor...-
-Papa, los animales no hablan.-
Después de eso, mi padre se despertó de golpe y se incorporó.
-¿Como dices?-
-Que he escuchado voces.-
-¿Crees que serán los niños perdidos?-
-No... Era la voz de una mujer.-
-¿Una mujer?- Asentí.- Vayamos a ver.-
Bajamos los dos, espadas un mano, e inspeccionamos la zona cercana a la cabaña.
-Dian aquí no hay nadie.-
-Pero he escuchado algo.-
-Seguramente serian alucinaciones por el cansancio. Anda, volvamos a la cama.-
-¿Yo también soy una alucinación, Killian?-
Ambos nos dimos la vuelta rápidamente yo sonreí.
-¡Mama!- Grite y corrí a abrazarla.
En cambio, mi padre se quedó mirándonos como si no lo pudiera creer.
-Killian ¿Te ocurre algo?- Dijo mi madre sin dejar de abrazarme.
-No, no... Es solo que, nunca pensé que llegaría a ver a las dos mujeres mas importantes de mi vida juntas.- Dijo acercándose.
-Y yo jamas pensé que llegaría a ver a mis dos padres a la vez.- Dije a la vez que le cogía la mano a mi padre.
-Te dije que nos volveríamos a ver los tres juntos.- Dijo mi madre sonriendo.
Después de decir eso, mi padre nos abrazo a las dos. Y por un solo segundo, pareció que mi madre no estaba muerta y que estaba hay para nosotros.
-Emma, te juro que de saber que podría llegar a sentir esto por alguien, jamas me abría marchado aquella noche.-
-No importa. Si te hubieras quedado, probablemente hubiéramos acabado peor de como estamos ahora.-
-¿Peor? Mama, no sabes lo que dices.-
-Si que lo se. Y ahora tu debes salvarlos a todos Dian.-
-¿Tiene que ver con la doble personalidad de Pan?-
-Es posible, pero no to lo puedo decir.-
-No te preocupes Emma. Dian lo lograra.- Me sonrió.
-¿Estas seguro?- Dije asustada.
-Por supuesto.-
-Claro que lo lograras, cariño.- Dijo mi madre acariciándome el pelo.- Ahora, marchaos a descansar. Mañana sera un día duro.-
-Mama, ojala pudieras quedarte.-
-Lo se, pero tengo que irme ya.- Comenzó a brillar de nuevo.
Antes de que mi madre desapareciera hasta no se cuando, mi padre a atrajo hacia si mismo y volvió a abrazarnos a las dos, y yo cerré los ojos. Al volver a abrirlos mi madre ya no estaba.
-¿Crees que volveremos a verla?-
-Claro, amor. Pero ahora debemos descansar.-
ESTÁS LEYENDO
Objetivo: Neverland
Fantasy¿Creías que la aventura pirata terminaba con un ''Y vivieron felices y comieron perdices''? Por que si es así, estabas muy equivocado. La tripulación del capitán Jones ha superado al temible triangulo de las bermudas, pero... ¿Sera capaz de hacer lo...