Objetivo: Neverland

Capitulo 58: Los recuerdos

Narra Pan:

Me desperté en mi cama boca arriba y con el cuerpo completamente dolorido. Puede que sea de las veces que me he caído de la cama esta noche. Me incorpore en la cama y desde ella me vi en el espejo con con el pelo revuelto. Enseguida me lo puse bien y me levante de la cama.

Tenia hambre. Y lo único que se me ocurría era hacer magia para comer algo. Moví la mano e hice que apareciera una manzana.

Al terminar de desayunar, baje al campamento. Todo el mundo trabajaba en cosas diferentes. Me quede quieto bajo el árbol y vi que Dian y la tripulación estaban sentados cerca de donde solemos hacer la hoguera todas las noches.

-Buenos días.- Dije sentándome frente a Dian y todos me saludaron.

-¿Como has dormido? Se te ve cansado.-Ha dicho Fran.

-He tenido una noche movidita.-

-¿Y eso?-

-No paraba de soñar con La oscuridad.-

-¿Enserio?- Dijo Campanilla sorprendida.

-Si. Se colaba en mis suñelos y todos acababan igual. Con la estúpida sombra intentando entrar en mi cuerpo de nuevo.-

-Entonces lo principal ahora es encontrarla.- Dijo Dian.

-No hace falta. Yo se donde esta.-

-¿Y donde se haya?- Dijo el capitán intrigado.

-En la roca calavera. Escuchó a la sombra todo el rato en mi cabeza, diciéndome que vuelva.-

-Que horror.- Dijo Alison.- Es de locos.-

-Yo no estoy loco.-

-No he dicho eso.-

-Pero lo has pensado.- He dicho a la defensiva.

-Tranquilízate, ¿Quieres?- Me dijo Dian.- ¿Cuando podemos ir allí?-

-Esta misma tarde. Pero antes he de hacer algo.-Dije levantándome.

-¿Puedo ayudarte?-Dijo Dian levantándose también.

-Eh... Claro, por que no.-

-Esta bien, pues te acompaño.-

-Bien, pues vámonos.-

-Dian, ten cuidado.- Dijo el capitán levantándose.

-No se preocupe, capitán. Si pasa algo, yo la protegeré.- Dije orgulloso.

-Lo decía por ti.- Rodee los ojos.

-Tranquilo papa. No necesitó que nadie me salve, se cuidarme solita.-

Al salir del campamento, caminamos un rato en silencio.

-Oye...- Dije por fin.- ¿Tu padre esta enfadado conmigo?-

-No lo creo. ¿Por que lo dices?-

-Por lo que ha dicho antes de irnos.-

-No te lo tomes tan enserio Robbie.-

-Aun así sigue siendo mi capitán.-

-Aquí no.- Me sonrió.- Por cierto, ¿A donde vamos?-

-Antes de ir a por La oscuridad, quiero que los niños perdidos recuperen la memoria.-

Seguimos nuestro camino hasta la cueva de los espejos, donde pude ver que Dian se sorprendía al ver aquel lugar.

-¿Que hacemos aquí?-

-Aquí es donde estas los recuerdos.- Dije entrando.

-Creí que no volvería aquí.-

-¿Por que no?-

-Tu me lo dijiste.-

-Para ser justos, no era yo.- Dije abriendo el pasadizo secreto.- Por aquí.-

Entramos en la cámara de los recuerdos y vi que Dian no paraba de mirarlo todo.

-¿Que son estas cosas?- Dijo estirando la mano para tocar una de las esferas.

-No lo toques.- La detuve.- Son los recuerdos de los chicos.-Me miró sorprendida.- Son frágiles.-

-¿Estas esferas son recuerdos?-

-Si.-

-Increíble.-

-Ya... Oye... ¿Prometes no enfadarte?-

-¿Por que debería enfadarme?-

-¿Me lo prometes o no?-

-Vale, esta bien. Te lo prometo. ¿Por que?-

-Por que borre el recuerdo donde besabas Jonathan.-

-¿Que? ¿Por que lo hiciste?- Dijo enfadada.

-¡Por que era malvado y estaba enfadado!-

-¿Enfadado o celoso?...- Me miro pícaramente.

-Enfadado.- Dije seco.

-Ya... ¿Y puedes hacer que vuelva?-

-No lo se.-

-Inténtalo.-

-Vale, vale.-

Cogí la esfera de Jonathan e intente que el recuerdo del beso volviera.

-¿Ha funcionado?- Ha dicho acercándose.

-Veamos.-

Cogí la esfera y busque el recuerdo del beso.

-¡Hay esta!- Grito señalando la esfera.- Robbie lo has conseguido.- Sonrió.

Ambos nos quedamos mirando al recuerdo de Jonathan. He de reconocer, que igual un poco celoso si que estaba. Pero solo un poco.

-Bueno, vasta ya.- Dije apartando la esfera y colocándola en su sitio.- Hagamos que los chicos recuerden.-

Me acerque a una gran esfera que había en el centro de la cámara he hice que todas las pequeñas esferas se destruyeran dejando así libres los recuerdos. Los miles de recuerdos sueltos salieron volando en busca de sus lejitos dueños.

-Ya esta.- Ha dicho Dian sonriente.

-Si. Ahora volvamos y reza para que no me linchen por esto.-

-De verdad, que pesimista eres...-