Ramen

318 13 0
                                    

Brad

—Sigues siendo muy infantil, lo sabes?

—Mmm... yo no lo diria infantil, más bien soy un chico con carácter.—Le contesto esbozando una sonrisa.

—Venga ya, ¿Ahora sonríes? ¡¿Tu eres bipolar o qué?!

No puedo evitar dejar ir una carcajada. Me dejo caer sobre la cama tan largo cómo soy mientras Vero se sienta en la silla del escritorio.

—El problema es que soy incapaz de enfadarme con mi hermanita...

—¿Y con Bea sí?—Me pregunta levantando una ceja.

Dejo ir un suspiro.

—Es algo diferente. Por cierto, cómo ha ido?

—Bién. Tenías razón, es muy simpática y tenemos muchas cosas en común.

—¿De que habeis hablado?

—Pues... un poco de todo, cosas de chicas, nada que te interese.

Suspiro ante su comentario y pongo los ojos en blanco.

—¡Ah! Es verdad, sí hay una cosa que quería comentarte... quién es esta tal... ¿Vanessa?

—Vanessa... es un pivón que va a mi universidad. ¿Bea te ha hablado de ella?

—Sí, dice que te la tiras de vez en cuando...

—Vale, vale. Sí, lo hago, pero prefiero no hablar de esto contigo.

—Está bieeeen... ¿pero sólo es un lio? ¿No soys novios ni nada?

—¿Con Vanessa?—Empiezo a reír.—Ni en sueños.

Mi hermana pone los ojos en blanco.

—Entonces se lo tendrás que aclarar.

—¿Por...?

—Lo que ha dicho antes Bea. Hoy a venido y le ha hechado la bronca... o algo así.

—¿Bronca? ¿De qué?

—No lo sé muy bién porque no me lo ha contado al detalle... pero supongo que ha venido a amenazarla sobre ti.

—Buf. Ya hablaré con ella... oye Vero, no es que te quiera echar, pero tu madre no querrá que estés ya a casa?

—... Cuándo dejarás de decir que sólo es mi madre... es la tuya también.

—Ya, bueno.

—No le has contado nada a nadie, ¿verdad?

—¿Y para qué? ¿Tu sí?

—Pues sí. Mi mejor amiga lo sabe, y creo que tu también deberias decirselo a alguien, aunque no te comprenda, te quitaras un peso de encima.

—Y a quién quieres que se lo cuente?

—Bea no es una mala opción.

—Vamos, Vero, cariño... Bea es muy buena chica, pero casi no la conozco. A demás, creo que en estos momento me debe de odiar... por no mencionar las normas, una norma es no llorar ni desfogarse con el otro, y ambos sabemos cómo me pongo al hablar de esto.

—Brad, no hablo de ahora. Y vale, si no se lo quieres explicar a Bea no se lo expliques, sólo quiero ayudarte, y a mi me fue bien explicarlo.

Suspiro.

Hay cosas que ella no entiende.

O puede que haya cosas que yo no entienda.

—Bueno, ¿te llevo de vuelta a casa?

Ridículas coincidencias (terminado)Where stories live. Discover now