Kiara, Kion y Kopa: La Historia de 3 Hermanos

MIENTRAS DORMIA

No sé dónde me encuentro. Lo último que recuerdo es estar dentro de la cueva durmiendo junto a mis amigos... aunque no sé si está bien llamarles así en estos últimos días. Ha habido mucha tensión en el grupo. Yo quiero cambiar eso pero no sé cómo y el hecho de haber estado inconsciente por no sé cuánto tiempo o días me enfurece... me enfurece conmigo mismo. Esto más el hecho de saber que papá me mintió sobre el antiguo The Lion Gurad hace que me sienta cada vez más inútil. Mis amigos confían en mí para llevar al equipo por buen camino pero ahora siento que no sé nada...

Y ahora me siento perdido. Volteo para todos lados pero no encuentro a nadie. La hierba bajo mis pies es alta, casi me cubre y empiezo a sentir desesperación. De la nada escucho voces, o más bien rugidos y gruñidos. No logro descifrar de donde vienen pero se escuchan cerca y tengo un mal presentimiento. Comienzo a correr pero pareciera que no llego a ninguna parte. Todo se ve igual pero tan pronto como me detengo todo cambia... el cielo se oscurece, los rugidos que estoy seguro que son de leones se hacen más fuertes y el pasto comienza a crecer. De pronto todo crece, parece que ahora soy lo más pequeño que existe alrededor.

No quiero admitirlo pero tengo miedo.

De la nada frente a mí aparecen enormes sombras. No se distinguen quienes sean pero es claro que son leones y los responsables de los rugidos.

Ellos se dividen en dos grupos, en cada uno de ellos hay cinco leones y estos están frentes los unos con los otros, pareciera que en cualquier momento fueran desencadenar una pelea.

Es extraño pero ninguno de ellos me hace caso, ni siquiera me notan que estoy ahí. Pareciera que en lo único en que están concentrados es en amenazarse lanzando rugidos.

Cada grupo se distingue. Los de la izquierda son pesadas sombras negras y sus ojos emanan una luz roja mientras que los de la derecha, a pesar de tener siluetas similares, sobresale su luz blanca de los ojos.

Hay distancia entre ellos a pesar de ser sombras colosales, fácilmente podrían aplastarme, pero para mi suerte su objetivo no es ese.

Sin previo aviso, los dos grupos comienzan a correr hacia ellos. A cada paso retumba el suelo y no sé porque pero entre más se acercan, el terror y miedo dentro de mí se hace cada vez más grande hasta el punto en que me cuesta respirar.

La distancia ha desaparecido...

Los líderes de cada grupo, que iban adelante, saltan en el aire en el último segundo sacando sus garras dispuestos a matar y ahí todo se vuelve blanco. A centímetros de tocarse, solo escucho el sonido de una guerra...

(Final del sueño de Kion)

El joven cachorro despierta abruptamente jadeando. Se lleva su pata derecha a la frente y nota que sudaba frio, todo esto acompañado de un leve temblor en sus extremidades.

Le cuesta recobrar el aliento y ve como su pata tiembla sin poder hacer que permanezca quieta. Siente unas ganas terribles de llorar pero logra contenerse, no tenía razones para ello, ni siquiera estaba seguro de lo que significaba ese sueño pero tampoco podía evitar sentirse asustado de tan solo recordarlo.

¿Qué había sido todo eso? ¿Y porque se sentía tan identificado con la escena que presencio?

Permaneció así durante unos minutos y cuando logro calmarse un poco miró a su alrededor. Pudo ver a sus hermanos durmiendo plácidamente a pesar de que estuvieron en peligro hace poco y que las cosas no marchaban bien, ¿entonces porque él no podía dormir? También vio a Tojo dormir y a su lado estaba Niho. Tiifu apoyaba su cabeza sobre el cuerpo de Zuri, al parecer no había despertado a nadie y eso le reconfortaba.