PERDIDOS

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(Fin de flashback)

Mientras Tiifu y el resto de la manada esperaban pacientes por un diagnóstico de Dilla, Esbe había llevado a Kion a un sitio apartado pero esta vez no iban solos.

El líder mayor llevó al joven león a una extraña formación de rocas. Tenía un parecido con la roca donde dormía la manda pero ésta era mucho más pequeña. Kion comprendió más pronto que tarde que se trataba de un sitio donde se reunía Esbe con otros leones de la manada para tratar temas delicados.

La base era circular y estaba cubierto hasta el techo de rocas.

Kion estaba sentado al centro mientras que Esbe lo observaba con enfado desde una roca un poco más elevada que el suelo. A su derecha estaba Naru con la misma mirada desaprobatoria.

Fue terriblemente difícil resumir todo lo sucedido hasta esa mañana pero en cuanto Esbe vio el estado de Dilla y escuchó que Kion mencionaba el lago de los ancestros no dudo en llevarlo hasta ahí para darle lo que merecía.

-¿Quieres explicar que sucedió?- la voz de Esbe era dura.

-Fuimos engañados, Es...- pero al ver la cara del león supo que no era el mejor momento para llamarlo por su nombre –Alteza- se corrigió.

-¡Te dije que debías ser paciente! Que con el tiempo vendrían cosas buenas pero ¡no! Ignoraste mis palabras y fuiste terco –Reprochó Esbe seriamente- Ahora mira lo que provocaron tus actos imprudentes-

Kion tenía las orejas bajas y un agudo dolor de cabeza se hacía presente. No estaba bien. Volteó por un segundo a Naru quien no había aportado nada a la conversación y no entendía porque los había acompañado.

-Lo lamento, sé que actué sin pensar pero no podía esperar más. Necesitaba un alivio pero... obtuve lo peor-

-Entraste a al lago de los ancestros sin permiso. Tú, siendo un forastero a quien acogimos como uno de los nuestros – Se aventuró a castigar Naru después de tiempo – Significa alta traición –

-Deben entender. El asunto del rugido está acabando conmigo, más porque estoy en unas tierras donde la guardia del león está mal vista... todos creen que soy como Scar-

-Y por tus actos lo estarías demostrando- inquirió Esbe trayendo un silencio consigo.

Kion no tenía respuesta a eso. Ese crudo sentimiento no se iba, incluso pudo jurar que escuchó las risas amargas de Scar dentro de su cabeza, estaba burlándose de su sufrimiento.

-¿Tienes algo que decir en tu defensa?- cuestionó Esbe.

Finalmente Kion se animó a decir algo.

-Así es. Puede que crean que soy como Scar, que toda mi guardia lo sea pero no me importa, no importa lo que me suceda y ¿saben? No me arrepiento de entrar a ese lago porque descubrí muchas cosas al hacerlo. No era lo que buscaba pero si me abrió los ojos a otra amenaza y lo quieran o no... implica a su reino-

Naru y Esbe compartieron una mirada de preocupación.

-¿Qué viste ahí?-

-Lo vi a usted y a su manada... peleando contra Zira y sus seguidores y el resultado no era prometedor-

-¿Estás seguro?-

-Naru – interrumpió Esbe su cuestionamiento.

-Podría estar equivocándose o peor aún, mintiéndonos- defendía Naru sus sospechas.

-Sé lo que vi y mi familia estaba involucrada. No dejaré que ni ellos ni su manada peligren- finalizó Kion sonando lo más seguro posible pasando su mirada por los dos presentes.

Kiara, Kion y Kopa: La Historia de 3 HermanosOnde histórias criam vida. Descubra agora