SOLEDAD

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(Perspectiva de Kion)

Cayó otro día más.

El tiempo no cobra factura y así como el ciclo de la vida inicia y muere, los días lo imitaban.

Observo a la manda de leones, todos dispersos por el lugar. Algunos patrullando, otros más charlaban y los cachorros a lo lejos se divertían jugando a la presa y el cazador, juego que ayuda a todos los leones durante su niñez para desarrollar ciertas habilidades y no era un juego selecto, sin importar el clan o lugar de procedencia, todos los cachorros lo jugábamos.

Ahora no tenía el apoyo ni entrenamiento de Esbe, tenía que arreglármelas por mi cuenta y no perder el tiempo. Cada día me levanto temprano y practico lo aprendido del león adulto pero sin su presencia para corregirme de poco servía. Trataba de calmarme y dejar mi mente en blanco... también inútil. Inmediatamente saltaban imágenes de mi familia, amigos y... Scar. Más presente y vivo en mis sueños que nunca.

"Nunca serás como Scar"

Escuche decir a Tiifu un millar de veces y siempre la ignoraba... no creía en sus palabras pues había llevado a un amigo a su perdición. ¡Le arrebate la vista! No quería visitarlo en la cueva, no podría. Con lo que había ocurrido solo reafirmaba lo que Esbe apuntaba desde un inicio... la Guardia del León era una amenaza. Scar había dejado una herida, que sin ser consiente, yo volví a abrir.

Recibí un zarpazo de Syla cuando le contamos lo sucedido. No la detuve.

Pero a pesar de todo, Tiifu nunca me abandonó.

Error tras error pero ella seguía ahí.

-Tengo algo que decirte- le mencioné la noche anterior cuando ya no pude soportar esa sonrisa débil que trataba de consolarme... no la merecía.

-¿Qué ocurre?- me dijo con miedo pero sus ojos brillaban de curiosidad.

-Es sobre aquel día, cuando nos separamos del resto-

-Sí, lo recuerdo, ¿Qué pasa?-

-Mientras me mantenías contra el suelo, al mirarme directo a los ojos me di cuenta de algo... Puede que ahora veo todo oscuro y borroso pero no con ello, no eres una leona normal- dije pero la mirada de ella no cambio en nada, no comprendía de lo que hablaba y no la culpaba, ni yo mismo sabía lo que quería decir.

-No entiendo que tiene que ver...- confirmó ella mis sospechas.

-¿Recuerdas hace tiempo que mencione que ese león misterioso apareció en mis sueños también al lado de Kiara y que Vitani igual junto a Kopa?-

-Sí, creo que es lo que nos trajo hasta aquí-

-Bueno, no eran los únicos. Había una tercera leona a mi lado...- poco a poco vi cómo se aclaraba todo en su mente pues su rostro hacia una serie de gestos – Tú eres esa leona-

No supe leer su rostro después de eso. Se notaba sorprendida pero esta vez no había una sonrisa en sus labios... Mi estómago se estrujó por la falta del hermoso gesto. Parecía que trataba de articular palabra pero dejo varias de ellas al aire sin poder entenderle.

En cierto punto se tranquilizó y me miro a los ojos una vez más, como siempre lo hacía cuando hablábamos.

-¿Qué crees que...?- traté de robarle la palabra pero ella me detuvo.

-Kion, es bueno saberlo pero... no es momento para pensar en eso-

¡¿Qué?! Grité en mi interior. Era la última reacción que esperaría de su parte.

Kiara, Kion y Kopa: La Historia de 3 HermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora