#21

55 7 2
                                    

Querido Noah: 

Hoy en el transporte público vi a una chica llorando. Su cabello rubio estaba enmarañado y movía sus dedos con nerviosismo mientras grandes goterones surcaban sus mejillas.

El corazón se me apretó al instante y muchas preguntas vinieron a mi mente, esas que me mantenían en constante agonía cada hora del día porque me envolvían y me generaban dependencia de ellas. ¿Cuál sería el motivo del llanto de aquella chica?

Luego de unos minutos empezó a hipar por el lloriqueo constante, se restregó los ojos con el dorso de su mano un par de veces y sorbió su nariz, Echó un vistazo a lado y lado estirando el cuello como intentando ver algo y luego asegurándose de que nadie la veía se encorvó de nuevo en su asiento. No se percató de mi mirada y yo tampoco quería que lo hiciera.

¿Así me veía yo cuando sufría por ti? Me daba lastima de mi misma. Era como si viera un espejo justo al frente y quisiera consolarme, me generaba tristeza la tristeza y así aunque suene patético me extinguía. La sangre convertida en lágrimas dentro de mi cuerpo consumía al igual que un agujero negro cada día, hora y minuto de mi vida. Las preguntas me están matando, la confusión me esta latigando sobre una piedra mientras decido lo que es y no correcto, lo que conocí de ti y lo que poco a poco estoy descubriendo.

A veces solo te imagino mirándome con ternura repitiéndome una y otra vez que confíe en ti, que crea en tus palabras, que tú jamás me lastimarías.

Mía

365 días sin tiWhere stories live. Discover now