Vuelves |Albocío|

2 - Caprichosa

Desde que llegué del concierto de Madrid no me he vuelto a cruzar con Rocío. 

Carlos aprovechó que ninguno teníamos cosas que hacer para irnos a una casita que tenía por las afueras de Madrid. Sonia y Carlos suelen tener la pequeña manía de reunirnos a todos cada vez que podemos. A cariñosos no les gana nadie. La última vez que quedaron, y digo quedaron porque yo no fui, fue en casa de Rocío, entendéis el porqué de mi ausencia ¿no?. Sonia fue la primera que me pilló y la primera en echarme la bronca y estar sin hablarme semanas. ¡Que malo es conocerse!

Carlos quiere que vayamos todos a pasar un fin de semana, viernes, sábado y domingo. Viernes, sábado y domingo viendo a Rocío,no sé si eso es buena idea, o nos hacemos amigas para siempre o de ahí sale la tercera guerra mundial.

Y hoy precisamente Sonia me llamó para recordarmelo. Recordarme de que me fuera sola, que no quería malos rollos, yo solo asentía y le decía que sí a todo.

-¡Que si pesada!-Digo tras la linea. Laura me mira con preocupación desde su sitio.

Termino colgando y explicando a Laura mis planes para este fin de semana.

-¿Va a ir Rocío? -Pregunta apagando la televisión.

-Pues no lo sé.

-¿No lo sabes o no me lo quieres decir?

-No lo sé...-Realmente si lo sé pero prefiero decir que no lo sé a decirle que va ¿Sabéis la que se puede liar? ¡Quita, quita! -¿Por qué iba a mentirte?

-No vayas...- Se levantó del sofá y caminó hacia mi.- Quédate conmigo.

Veo que se acerca más y extiende sus brazos por mis hombros. Yo me quedo quieta.

<<Vamos Alba,piensa rápido...>>

-Laura...

¡Mierda! No se me ocurre nada creíble que decir.

-Va... ¿Que te cuesta? - Planta un beso fugaz en mis labios y rápidamente contesto:

-Hace tiempo que no les veo, no me puedes pedir que no vaya.

De pronto, siento como quita sus manos de mi cuello. Mientras se aleja, va analizándome con su mirada. Va directa al sofá y, sin decir nada, enciende de nuevo la televisión

Tras ver su patética reacción, me encamino hacia el cuarto a preparar una pequeña maleta para este fin de semana. Durante toda la tarde me dedico a eso. No quiero cruzarme con ella, no tengo ganas, ni tiempo.

A la tarde siguiente ya estamos todos en casa de Carlos. Sonia y Tamy se van a ocupar de preparar la cena, mientras que Sonia, Rocío y Blas, que por cierto, Blas es un supuesto amigo modelo de Carlos, se van a ocupar de organizar la casa. Faltan algunas cosas, así que decido ir yo. Ahora mismo necesito espacio y, sobre todo, necesito prepararme para todo lo que viene en este maravilloso y estupendo fin de semana que ha organizado Carlos.

Cuando vuelvo, los chicos han encendido la barbacoa mientras que las chicas se están tomando algo dentro de la casa.

La noche acaba con 3 botellas de vino vacías y una guitarra que se pasea de mano en mano.

Todos cantan, tocan y bailan, menos yo. No me apetece nada. No sé si es porque realmente no me apetece o es por la presencia de Rocío. Nuestras miradas se chocaron un par de veces. La mía es clara y transparente, la suya un mar de dudas, las cuales, yo no logro descifrar ninguna.

-Alba, toca tu algo.- Sonia me tiende la guitarra con una de sus maravillosas sonrisas.

-No, no.