Alzamiento.

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Salí del edificio con sorprendente facilidad, esperaba que se me tirara encima media guardia real, sin embargo la salido fue limpia, todo seguía igual que al entrar, la gente compraba, vendía y caminaba sin un rumbo aparente, como si fueran solo esclavos del tiempo, que los mantiene atados a la cruda realidad de este mundo en el que vivimos, actúa o morirás, caza al débil y sobrevivirás, pero caza al fuerte y vivirás. 

Son cosas que se me pasaban por la cabeza a medida que veía esos rostros casi sin vida andar por las calles más recónditas de camino a la salida, hay algo muy podrido realmente en el fondo de esta capital y es mi hermano el que no hace nada, el que siempre se mantiene al margen y ha creado una cara amigable para el exterior, sin embargo con los años su ambición ha ido escalando hasta la superficie desde las raíces de su subconsciente.

Finalmente llego a la salida y pienso "Si, bueno, y ahora qué? De vuelta a casa?".

Sin embargo recuerdo algo en mi pasado, recuerdo a aquél viejo maestro asesino decirme unas palabras.

"Verás, joven Myr, la gente teme a algo cuando sabe que en cualquier momento puede ocurrir, sin embargo si no actúas la gente solo te tendrá como algo lejano y olvidado, de manera que tu nombre será solo una leyenda".

Esas palabras... renacieron mi verdadero sentido de asesino, he de actuar, o la gente tendrá a la bestia como a la leyenda, unas meras palabras que nadie cree.

Yo no asusto niños. Yo asusto a bestias legendarias.

Corrí, corrí tanto como mis piernas podían. La gente ni me observaba, tan solo andaban en linea recta.

Finalmente llegué a la gran torre central de Myrlenia, es hora. 

Destrocé la puerta de la entrada, se me echaron encima 4 guardias reales que acabaron todos con un corte limpio en su yugular, empecé a subir las escaleras a toda velocidad, la alarma real empezó a sonar más y más fuerte, todos los guardias que se cruzaban conmigo en la subida acababan con mi machete en su cuello o cabeza, hasta que finalmente llegué a la cima, donde me esperaba mi hermano.

- Sabía que lo harías. - Entonces sacó un pequeño dispositivo de su bolsillo, con un botón rojo, lo pulsó.

Varios segundos después unos detonantes empezaron a destruir la torre de abajo a arriba, se hundía bajo nuestros pies, me gritó.

- Dame el collar y saldremos de aquí vivos! -

Me saqué el collar.

- Lo quieres? Alcanzalo. -

Lancé el collar al aire hacia él y antes de que pudiera dar un paso mi hoja ya bailaba suavemente por el centro de su tráquea.

Supongo que para empezar mi vuelta debería reclamar lo que me pertenece, hermano. Lo siento.

Su cuerpo cayó como una pluma en el suelo, con la túnica manchada de su sangre.

Cogí el collar y su cabeza y salté al edificio más alto cercano, ahí todo el mundo me observaba. Me puse el collar y alcé la cabeza de mi hermano al aire.

- ¿QUERÉIS UNA RAZÓN PARA TEMER A LA BESTIA LEGENDARIA? ¡AQUÍ LA TENÉIS! -

Todos observaban, unos lloraban, otros quedaron inconscientes y el resto observaba con cara de no poder creer lo que veían.

- RECORDAD MI NOMBRE, SOY EL BASTARDO, SOY LA BESTIA LEGENDARIA, SOY EL CAZADOR DEFINITIVO, SOY... MYR'TE -.

Ahora, desde este mismo momento, todo va a cambiar, lo hice una vez con solo 18 años, creo que ahora con 235 va siendo el momento de volver arriba.

CaceríaWhere stories live. Discover now