El chico del metro

Cumpleaños de Jaz (1/2)

Doblo la carta y la dejo en la mesa.

Una sonrisa se plasma involuntariamente en mi rostro.

Bueno, Ethan no se olvidó de mi cumpleaños.

Ahora, la cosa es... ¿Qué me pongo?

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Dejo la sexta opción en mi cama y vuelvo a revisar mi closet. No, nada más que pueda ponerme hoy.

Veo los seis vestidos que tengo sobre mi cama. Ninguno lo ha visto Ethan, así que mejor para mi.

Decido elegir el azul, es sencillo pero bonito, no muestra demasiado y además... El azul es el color favorito de Ethan.

Listo, ahora el peinado. No tengo ganas de plancharme ni nada así que opto por dejarme el cabello suelto.

Me cambio, maquillo un poco y me doy la última revisada en el pespejo. Okay, estoy lista.

Ding dong

Justo a tiempo, como siempre.

Otra sonrisa se plasma en mi rostro, tal vez no pasaré mi cumpleaños como siempre, con mi papá, mi familia y Cristina, pero ahora lo pasaré con mi novio. Wow, que linda suena esa palabra.

Corro escaleras abajo y abro la puerta para encontrarme con algo que en realidad no esperaba.

Frunzo el ceño. ¿Una caja?

— ¿Y esto?—hablo para mi ya que, tal parece que no hay nadie más.

La caja tiene una nota, la cual dice:

"Sé que no te esperabas esto, pero a que de verdad no te esperas lo que viene..."    

¿Qué?¿que no esperaba esto? Es obvio que no lo esperaba, que yo sepa iba a ver a Ethan... ¿qué diablos significa esto?

Con mucha curiosidad y un poco de miedo abro la gran caja que esta frente a mi.

No llego a reaccionar cuando...

—¡SORPRESA! —grita un chico el cual sale de la caja. Viste muy elegante.

Sí, todos sabemos quién es ese chico.

Ethan me sonríe mientras yo sigo estupefacta por lo que acaba de pasar.

Ya que no digo nada él habla:  —Bueno,—se acomoda un poco la corbata— quería sorprenderte y como sabrás no me gusta lo típico, con flores y eso. Preferí ser espontáneo.

—¿Y qué me trajiste?—bromeo.

—A mi—sonríe maliciosamente y yo alzo una ceja— Bueno no, te traje esto...

Se agacha y de la caja saca algo que honestamente no me esperaba. Un peluche, pero no un oso que es lo que todos pensarían.

Saca un peluche de mi dibujo favorito. Sonará infantil, pero no me importa.

—¡Stitch!—grito de emoción y agarro el peluche que segundos antes tenía Ethan en sus manos.

—Sabía que te iba a gustar—solo sonrío.

No puedo decir lo feliz que me siento ahora. Tal vez se vea algo ridículo que una chica de ahora 19 años se emocione por un peluche de una película de Disney, pero es que el experimento 626 significa demasiado en mi vía, en mi pasado y en la persona que soy ahora. No voy a dar detalles y que no viene al caso, pero el hecho de que mi novio me lo regale sabiendo lo importante que es para mi es simplemente perfecto.

Y no puedo parar de sonreír por eso.

Ethan sale de la caja y me da un corto beso.

—¿Vamos preciosa?

Sonrío.

Sí, ya lo dije, simplemente perfecto.