Deseo II

1.6K 231 39
                                    

"Que Jong Woon hyung no sufra"

El castaño caminaba de la mano del pelinegro con una sonrisa, en medio del ruido bastaba la compañía del otro para que todo se sintiera tranquilo, así era la relación entre ellos. Ambos jóvenes pensaban en la próxima atracción que montarían, Ryeowook no era muy amante de las emociones extremas así que debían buscar una que no matara al pequeño de un paro cardíaco en medio del momento. Aunque Jong Woon se sentiría dichoso de salvarlo.

Ryeowook apretó la mano de Jong un poco molesto consigo mismo por no poder montar las atracciones que deseaba el otro, pero es que de sólo imaginarse allí arriba el corazón se le aceleraba y le flaqueaban las piernas. El pelinegro le regaló una sonrisa tranquilizadora y lo miró con ternura, si alguien los miraba en ese momento pensarían que eran unos hermanos en un parque de diversiones. Un par de hermanos que se besaban y amaban en secreto.

 — ¿Podemos intentar la montaña rusa?— Dijo el menor algo cohibido.

Miró a su mayor con la esperanza de hacer de aquella cita algo más interesante, a veces sentía que su hyung se aburría con su compañía, no podía hacer cosas de personas de veinte años pero procuraba actuar de una manera madura para agradarle, aunque en esa situación e comportaba peor que un niño de ocho años. 

En su interior crecían los constantes temores de que llegara el día en que Jong Woon se aburriera de él, sabía que lo quería no lo dudaba, pero los secretos, los besos a escondidas agotaban a cualquiera u temía que algún día el pelinegro lo pensara. Quería ser suficiente, y aun siendo un adolescente, deseaba convertirse en el pensamiento que le llenara de felicidad.

Jong Woon alzó una ceja y sonrió negando.

— A ti no te agradan ese tipo de atracciones, pequeño— Acarició sus cabellos maldiciendo en sus adentros el no poder besarlo allí delante de todo el mundo— No tienes por qué hacerlo.

El menor negó con insistencia sin perder el contacto visual.

— Pero tú quieres hacerlo, hyung—Alegó—Nunca podemos hacer muchas cosas por mi culpa, y no quiero creer que vinimos al parque de diversiones sólo a caminar.

Jong sonrío de lado y lo atrajo a su cuerpo mirando a su alrededor esperando no llamar la atención.

— No lo haremos, más bien sigamos recorriendo el parque— Lo tomó de la mano y el menor le siguió resignado.

Miró a su hyung de reojo con su corazón acelerado. Quería que lo besara así como hacía desde aquella tarde en su casa hace cinco años. Odiaba tener que ocultarse y decirle a sus padres que hyung le llevaría con Sungmin cuando en realidad iban juntos a otros sitios. Todo tenían que hacerlo a escondidas, incluso su omma pensaba que estaba enamorado de una niña de la escuela, y él  lo dejaba especular con tal de que no lo alejara de Jong.

 Otros años más y podría hacer oficial todo con su hyung.

Se detuvieron en un pequeño kiosko para descansar, el sol radiaba en el cielo y sus cuerpos estaban sudados. Bajo la frescura que les ofrecía la sombra bebieron un par de limonadas agotados, Jong Woon miraba a Ryeowook como un torpe enamorado. Los niños gritaban al rededor, la gente e movía desesperada de un lado a otro.

Jong Woon condujo su mano a la mejilla ajena en un acto involuntario, el contacto con aquella piel le transmitió un agradable cosquilleo que se extendió por todo su cuerpo hasta llegar a su corazón. Ese niño era capaz de controlarlo con una palabra ¿Cómo era posible eso? Habían crecido desde muy niños, iban a la misma escuela, eran vecinos y sus padres eran amigos, estaban más que destinados. Lo sabía.

Doce deseosWhere stories live. Discover now