"Que Jong Woon hyung esté siempre a mi lado"
—¡Oh, no digas esas cosas, Henry!— El menor cubrió su sonrisa con una de sus manos.
Su compañero rió junto a él de manera estruendosa contagiándole la emoción, le miró de reojo pensando en lo extraño que era aquel chico llegado de China, su calidez estaba acompañada de un carisma hipnótico y un talento musical que opacaba cualquier defecto.
Ambos caminaban por el campus de la universidad después de haber terminado las clases de literatura, en medio de las hojas y bolígrafos era inevitable terminar agotados. El menor había optado sin dudar por estudiar música, le llenaba como nada tocar el piano y la academia era mejor de lo que pensaba.
Se sentía feliz de estar junto a Henry en la universidad, de hecho, su amigo se había esforzado en los exámenes para poder quedar juntos. Si no hubiese sido así, Ryeowook se preguntaba qué hubiera hecho, Jong Woon se perdía completamente y las pocas veces que se veían lo terminaba apartando de su lado excusándose con trabajos.
Su novio.
Se sentía solo, en su interior quería creer que realmente Jong Woon tenía mucho trabajo, pero ya no lo veía de ese modo. Sus discusiones eran constantes, le dejaba solo y en más de una ocasión plantado en sus citas. Se repetía que era la universidad, el trabajo, pero los mensajes ausentes y llamadas inexistentes le hacían pensar lo contrario.
—¡Ey, no pienses tanto!— Ladeo su rostro encontrándose con la mirada tranquilizadora de Henry, quien al notar la tristeza en sus facciones se preocupó —¿Sucede algo?
Sucedía de todo.
Quería llorar y contarle a alguien lo que ocurría con Jong Woon, su indiferencia y frialdad. ¿Qué estaba mal en él? ¿Acaso ya no era suficiente?¿No era atractivo? No podía mirarse al espejo sin dudar de sí mismo, de lo que era, sin pensar en que tal vez ese amor de infancia se había desvanecido.
Negó con una sonrisa ladina.
— Quiero ir a comer helado— Dijo en un hilo de voz.
Hace tiempo que no iba, y realmente lo necesitaba.
Necesitaba un hombro, un abrazo.
Su amigo lo tomó del brazo y lo empujó suavemente para llevarlo fuera de la universidad a comer un helado. Era lo mínimo que podía obsequiarle en ese día tan especial.
El menor caminaba junto a Henry sintiéndose un poco más tranquilo, después de eso regresaría a casa a alistarse para su cita con Jong Woon, si decidía tenerla. Quería compartir un tiempo con él, por pequeño que fuese, y recuperar un poco el tiempo perdido.
— ¿Ves cómo tu novio le sonríe a otro que no es a ti, Jong Woon?— Dijo Siwon burlón.
Ambos jóvenes se encontraban en la salida, observando al par que se acercaba lentamente sumergidos en su conversación. Jong Woon frunció el ceño a la par de sus puños, vaya que no le agradaba la escena.
— Cállate— Dijo, entre dientes.
— Pero sabes que te estoy diciendo la verdad — Le golpeó el hombro — ¿Es qué acaso no lo ves?
Lo veía, a su parecer eran dos simples amigos que salían junto de clases, nada más. O no, tal vez eran unos amantes que disimulaban muy bien ante los demás. ¿Qué hacía Ryeowook con ese chico?
—Te ves mejor con la boca cerrada—Dijo al borde de su paciencia.
— Oh, no tanto como tu novio — Jong Woon le fulminó con la mirada, Siwon levantó sus manos en son de paz— Vamos, no te enojes.
