Doce

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Era el cumpleaños de Seungcheol, Jihoon no lo había olvidado.

Seguía en el trabajo con Chan y el pelirosa lo único que pensaba era en el regalo de su jefe, rezó para que Seungcheol no entrase en su cuarto a investigar, ya que el regalo estaba dentro y conociéndolo estaba seguro que, por curiosidad, entraría al cuarto.

Seungcheol: Por cierto

Seungcheol: ¿No tienes algo que desearme?

Jihoon: Oh, si

Jihoon: Te deseo buena suerte con tu aburrimiento

Jihoon quería felicitarlo cuando estuviese en la casa, no le gustaba hacer estas cosas por medio de mensajes y menos si se trataba de Seungcheol.

Eran las 15:30, ya era la última actividad de Chan y faltaba pocos minutos para que termine la entrevista. Jihoon estaba sentado fuera del estudio con su teléfono en mano revisando sus redes sociales y sus mensajes.

Seokmin: ¿Hay algo por el cumpleaños de Seungcheol?

Jihoon: No creo

Jihoon: Mañana tiene que volver a trabajar

Seokmin: ¿Ni salir a la disco?

Seokmin: ¿Ir a beber?

Seokmin: ¿Nada?

Jihoon: Nada de nada

Seokmin: Aburridos

Se escuchó como Chan agradecía el trabajo de las personas de allí, el menor salió del estudio sonriente.

— ¿Te divertiste?

— Estuvo genial —dijo sin dejar de sonreír.

El camino del edificio hasta la casa de Chan estuvo divertido para Jihoon, cantaron y hablaron mucho tiempo. Jihoon se llevaba bien con su menor, y agradecía por eso, no quería trabajar con alguien que no le agradara.

Llegó a casa un poco cansado, abrió la puerta sigilosamente pero fue imposible no ser descubierto. Seungcheol estaba viendo la televisión y a penas Jihoon había abierto al puerta, su cabeza ya estaba en dirección hacia él. El mayor se levantó corriendo del sofá y lo abrazó fuertemente.

— Te extrañé, pequeño.

Le dio un beso en la mejilla y sonrió.

— ¿Tanto te aburres sin mi?

Seungcheol asintió con la cabeza y Jihoon rio, subió las escaleras para buscar el regalo. Seungcheol no pensó dos veces antes de seguirlo, al llegar al cuarto de Jihoon recibió un portazo por la cara, se quedó a esperar a que saliera Jihoon.

— Cheol...

— ¿Si?

— Feliz cumpleaños —Jihoon extendió una caja de color rojo con un moño de color blanco.

No era nada especial, era una camiseta, pero el hecho de que Jihoon le había comprado eso la hacía especial. La camiseta era simple, era de color rojo y nada más.

— Gracias, Jihoonie.

— Sé que no es un gran regalo, pero...

— No importa, que estés aquí ya es un regalo.

Seungcheol tomó a Jihoon del cuello y le plantó un beso en los labios, beso que se fue intensificando poco a poco. Entraron al cuarto a tropezones, Jihoon mantenía los ojos cerrados, pero Seungcheol debía tenerlos abiertos para guiar al menor. El azabache acostó suavemente al menor en la cama.

Los besos pasaron de los labios al cuello, las manos de Seungcheol ya no estaban en la cintura, ahora estaban en el trasero de Jihoon, masajeandolo suavemente.

— Mng..—gemía Jihoon por el contacto de los labios del mayor con su cuello.

Las camisetas ya no estaban en sus cuerpos, en ese instante la ropa ya era molesta y no querían saber nada de ella. Jihoon tomó el cierre del pantalón de Seungcheol y lo bajó rápidamente, no quería esperar un segundo más. El pantalón desapareció rápidamente.

— Hey, eso es injusto —reclamó el azabache.

Seungcheol también desabrochó el pantalón de Jihoon, lanzando el mismo hacia quién sabe dónde. El mayor fue dejando un camino de besos, desde el cuello hasta llegar al miembro del menor, el cual aún estaba escondido debajo de su ropa interior. Sin pensarlo dos veces le sacó la ropa interior y empezó a masajear su miembro suavemente.

— S-seung...sabes que...Ahh...

— Sé que no te gusta ¿Sólo por esta vez?

— ¡Dios! —digamos que Jihoon era muy sensible a la hora de que Seungcheol lo tocara— ¡Hazlo!

Seungcheol empezó por lamer el pene de Jihoon, masturbando con sus manos a la vez. Lentamente empezó por meterlo dentro de su boca, haciendo que su cabeza vaya de arriba a abajo mientras Jihoon tomaba las sábanas y las apretaba con mucha fuerza. La velocidad fue aumentando y el menor solo quería gritar por el placer que el chico le estaba dando.

— ¡Seungcheol! —gimió.

Un segundo después el mayor estaba manchado del líquido de Jihoon.

— Hazlo ya, no aguanto.

Seungcheol se sacó la ropa interior en un parpadeo y tomó a Jihoon por las caderas acercandolo un poco más, empezó por rozar su miembro con la entrada de Jihoon, pero la respuesta del menor fue un sonoro gruñido.

— ¡Hazlo de una maldita vez!

El mayor sonrió y metió su miembro de una estocada, se quedó esperando un rato hasta que Jihoon le dijo que podía moverse. Los movimientos eran profundos, hacían que el menor arqueara la espalda y gimiera varias veces debido al placer.

Seungcheol entraba y salía, no tan lentamente, pero en la velocidad adecuada para que Jihoon disfrutara completamente. La habitación estaba inundada de gemidos y respiraciones agitadas, las sábanas estaban manchadas de sudor y las almohadas dispersadas por los suelos.

El mayor no se satisfacía, necesitaba algo más. Tomó a Jihoon de las caderas y empezó a moverse en círculos. El pelirosa se sentía como en el mismísimo cielo, el placer era tan grande.

— Necesito más — decía Seungcheol entrecortadamente.

— Haz lo que quieras conmigo.

Seungcheol no paró ni un segundo, se estaba cansando pero ya se sentía en su punto. No tardó mucho en correrse dentro del menor, a lo cual gruño.

— Sabes que no me gusta eso  — dijo Jihoon cerrando los ojos.

— Oh, vamos. Se que te gusta — se acostó a su lado con el sudor aún por su cuerpo.

— Sólo si eres tu.

— Te amo, pequeño.

Jihoon se sonrojó ¿Qué debía decir? Seungcheol nunca le había dicho "Te amo" antes.

— ¿Y bien? ¿No vas a decirme nada? — preguntaba mientras acariciaba su mejilla.

— Te amo...

→Sé que no es día de actualización, pero lo acabé de terminar y quería subirlo. Probablemente esta semana vaya teniendo problemas con las actualizaciones ya que es mi última semana de clases y tengo exámenes hasta el último día←

El Nuevo Asistente →Jicheol←حيث تعيش القصص. اكتشف الآن