Veintiséis

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Al día siguiente, Jihoon se había arrepentido de toda la escena que había montado. El día anterior estuvo disculpándose con Seungcheol más de una hora cuando había asimilado el semejante show que había hecho en menos de cinco segundos.

— Sabes que no soy así, no es mi estilo. No sé que me paso, Seungcheol.

Volvía a disculparse por la mañana mientras tomaban el desayuno. El mayor sólo reía y fijaba su atención en él, le parecía tierno todo lo que estaba haciendo.

— Ah...—se quejó— Aish! —chasqueó la lengua y se sostuvo la frente— Lo siento, en serio.

— Ya deja de decir que lo sientes, ya te disculpé ayer por la noche —dijo guiñándole un ojo.

— Más bien sentí que era un castigo, creeme que no paro de pensar en eso.

— Jihoon, ya basta. Ya pasó, si? —tomo una de sus manos y la acarició suavemente— Dime que quieres hacer.

— Quiero que vayas a...

— Otra cosa que no sea eso —rodó los ojos divertido— Algo que podamos hacer juntos, en este mismo instante.

— Seungcheol... Ah, en serio no puedo pensar en algo ahora mismo. Te hice perder algo importante por un capricho mío.

— Bebé, tranquilo —descubrió su frente y dejó un beso encima de ella— Cuando quiera puedo decirle al jefe que hable de nuevo con ellos para hacer otro viaje.

— Pero...

— Pero nada —lo interrumpió— Sabes que les caigo bien, no creo que se nieguen.

Jihoon suspiró y cerró los ojos por unos instantes, se arrepentía demasiado aún, sentía como si le hubiese arruinado la vida por cierta razón.

— No te tomes las cosas tan a pecho, Jihoon. No es como si arruinaras mi vida o algo así —dijo como si estuviera leyendo la mente del menor.

— Sólo... Lo siento, si? —era la quincuagésima vez que decía esa frase en el mismo día.

— Basta de disculpas y hagamos algo divertido. Que te parece si... —se quedó pensando— Y si vamos al teatro?

— Teatro?

— Si, por qué no?

— Nunca antes había ido a ver algo en el teatro —confesó y se acomodó el cabello de la frente.

— Nunca? Ni si quiera con la escuela? —Jihoon negó con la cabeza repetidas veces— Vaya, eso si es raro... Pero como decía, ahora mismo hay una obra de ballet que me gustaría ir a ver contigo, que dices?

— Yo creo que está bien —sonrió.

— La primera función es a las 3 y la otra a las 7, cual prefieres?

— Me gustaría ir al de las 3.

— Entonces el de las tres será.

Aún era de mañana y ambos chicos tenían tiempo antes de que llegase las tres de la tarde, entonces decidieron hacer lo mejor que sabían. Los dos se subieron al cuarto y Seungcheol colocó la alarma para las una, entonces se tiraron a dormir de nuevo, ya que ninguno tenía trabajo.

Cuando el despertador sonó, por segunda vez en el día, a las una, Seungcheol fue el primero en levantarse y poner el teléfono en silencio. Como sabia que Jihoon era difícil de despertar, prepararía el almuerzo primero y luego lo trataría de despertar, pues algunas veces fallaba con eso y el menor se quedaba dormido más de lo normal.

Bajó las escaleras y se dirigió a la cocina para comenzar a preparar el almuerzo. Que cocinaría? Con suerte había algo guardado en los gabinetes y no quería salir a comprar algo porque sabia que mientras Jihoon estaba dormido, no escuchaba ni aunque hubiera tiroteos fuera de la casa.

Rebuscó en cada uno de los cajones de la cocina, encontró dos latas de atún, harina, sal, huevos, aceitunas y aceite. Tal vez podría intentar hacer una masa y poner el atún dentro, si hacia eso no había nada malo. Era comida, no?

Seungcheol comenzó haciendo una masa como si de pizza se tratase, una vez que estuvo hecha la colocó en una bandeja y dejó aquello a un lado. Tomó las latas de atún y las abrió para luego sacar todo lo que tenían dentro, lo colocó en un bowl y le colocó aceitunas.

— Esto huele fantástico... —dijo para si mismo mientras se acercaba al horno.

Luego de estar esperando unos cuantos minutos, sacó la comida del horno y la dejó encima de la mesa.

Seungcheol subió las escaleras y abrió la puerta de la habitación esperando encontrarse a Jihoon durmiendo aún, pero el menor ya estaba despierto utilizando su teléfono.

— Jihoonie... —lo llamó cariñosamente mientras se acercaba a él y lo abrazaba por la espalda— Dormiste bien, amor?

El nombrado no sabía porque se estaba sonrojando, pero al instante en que escuchó la voz de Seungcheol acercándose a él se cubrió la cara con sus manos.

— Bebé, pasa algo? —preguntó el mayor tratando de hacer contacto con sus ojos, pero claro no podía porque Jihoon cubría su cara.

— No es nada —respiró profundo y sacó las manos de encima de su cara.

— Estás sonrojado —comentó con una sonrisa.

— Es tu culpa... —se quejó.

— Me gusta cuando estás así —tomo el mentón de Jihoon para darle un beso encima de los labios.

— Yah... —dijo en el mismo tono.

— Qué? Ahora no quieres que te bese?

— No, no es eso —se recostó de nuevo, cerrando los ojos— siento como si no hubiese dormido en 5 años.

— Eso es porque hiciste lo contrario, dormiste demasiado. Pero tienes que levantarte, no quiero que se desperdicie la comida que preparé.

— Ah... —se quedó un rato más recostado y después se sentó en la cama— Llevame —ordenó estirando los brazos.

— Desde cuando eres así?

— Al cabo ni quería —bajó de la cama y empezó a caminar hacia la puerta.

— No, no. Espera, te llevo —corrió hasta Jihoon y lo cargó como si fuera una princesa.

El Nuevo Asistente →Jicheol←Where stories live. Discover now