Veintitrés

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Actualización doble 2/2

— ¿Y qué vamos a comprar hoy? —preguntó Seungcheol mientras simulaba tener un micrófono en la mano y se lo acercaba a Jihoon, como si fuera un periodista.

— ¿No te importa si compro un piano?

— Me encantaría escucharte todos los días —tomó su mano y siguió caminando— ¿Averiguaste el precio?

— Seiscientos mil won —dijo seguro— Eso es lo que me dijeron la última vez que pregunté y eso fue hace dos días.

— ¿Por qué tanto dinero?

— Porque es un piano vertical, pero eléctrico. Si fuese uno clásico estaría mucho más caro.

— ¿Y algo más?

— Quiero ver si puedo comprar una guitarra acústica también.

Jihoon estaba muy emocionado por comprar por fin un piano como se debe, el que tenía en su casa era un teclado y no era muy útil que digamos ya que algunas teclas no funcionaban y muchas de sus funciones ya no servían así que era imposible practicar con el.

— ¿Quiere probar? —preguntó el vendedor que los estaba atendiendo.

— ¿Puedo? —señaló el piano un poco asombrado.

— Si, si. Claro que puede —el empleado dio paso para que Jihoon se sentase.

— Esto...se siente muy bien —Jihoon comenzó a tocar las teclas poco a poco, era un buen pianista pero algunas veces le daba vergüenza tocar frente a gente.

Luego de que Jihoon probase el piano, indicó al vendedor que quería comprarlo y aquel chico se largó para preparar la factura. El menor se quedó observando las guitarras, al final no estaba seguro si comprar una o no, de todos modos podría usar las que estaban en la empresa.

— ¿Y bien? —preguntó Seungcheol cruzado de brazos a su lado— ¿Comprarás unas guitarra o no?

— Yo creo que con el piano está bien, ya me basta con eso.

— ¿Seguro?

Jihoon asintió con la cabeza.

— Está bien ¿Quieres un helado? —preguntó de la nada— Voy a ir comprar y vuelvo ¿Si?

— Tráeme uno de los de McDonald's. El nuevo, el de pie de limón.

— Enseguida —hizo una reverencia y le dio un beso para luego salir.

Para la suerte de Seungcheol, la cola en la heladería del McDonald's era larguísima así que le envió un mensaje a Jihoon diciendo que probablemente tarde un poco más de lo que pensaba y que si ya terminaba con las cosas para comprar el piano que lo buscase.

3:55 p.m.

"No te preocupes"

4:02 p.m.

"Iré para allá en un rato"

Fueron los mensajes que Seungcheol recibió por parte de su novio, a penas giró la cabeza Jihoon ya estaba caminando hacia él con las manos en sus bolsillos. Cuando el menor le dio un beso a Seungcheol, la mayoría de chicas que estaban en el lugar soltaron un suspiros.

— ¿Así que tenías admiradoras? —preguntó alzando una ceja.

— Pues eso parece —se rio.

Luego de comprar los helados se sentaron en una mesa y comenzaron a charlar. Jihoon seguía pensando en que faltaba solo unas pocas semanas para su aniversario número siete y sugería cosas para hacer aquel día ¿Quién iba a decir que Jihoon iba a durar tanto en una relación? No es que era suelto o era un chico de una noche, pero normalmente no tenía parejas ni se interesaba en algún chico o chica.

Incluso sus amigos solían decir que era un poco raro, pero no de mala forma, si no que por que no tenía amigas, sólo tenía amigos. Pero eso había sido en la secundaria, cuando Jihoon estaba seguro de que era heterosexual.

— ¿Te lo van a traer a casa?

— ¿Traer a casa? —inclinó la cabeza confundido— ¿Qué cosa?

— El piano cariño, el piano.

— Oh, si —abrió la puerta del auto y se bajó de ella para sacar las llaves de la casa de su bolsillo— Dijeron que iban a traerlo mañana.

— ¿Estás feliz? —entró a la casa y se tiró en el sofá.

— Más de lo que piensas —se tiró a su lado y colocó su cabeza encima de las piernas de Seungcheol.

— ¿Quieres comer? Puedo tratar de cocinar algo.

— ¿Quieres que cocinemos juntos?

Seungcheol iba a responder pero se sorprendió por lo dicho, Jihoon tampoco era de esas personas cursis o que le gustaba hacer muchas cosas en pareja, por lo cual aquella oferta lo había emocionado demasiado. Lo miró unos segundos y luego le tocó la frente, para revisar si no estaba enfermo. "¿Qué haces, idiota?" luego de eso se pinchó para comprobar si no estaba soñando.

— Ahora ya no quiero, me sacaste las ganas, Seungcheol.

— Ah, Jihoonie —dijo mientras acariciaba su mejilla— Sólo estaba bromeando, cariño.

— Ya no quiero —se levantó del sofá y caminó hacia las escaleras.

— Oh, no, no, no —rápidamente fue detrás de él  y lo abrazó por la cintura para luego alzarlo en el aire y llevarlo hacia la cocina.

— ¡Bájame! —le dio un codazo pero de todos modos Seungcheol no lo bajó— ¡Suéltame de una vez! —una patada se dirigió directamente a su entrepierna, el mayor soltó un gemido de dolor pero siguió con Jihoon en brazos.

— ¿Ahora que haremos por las noches? —preguntó cuando llegó a la cocina mientras ponía sus manos donde Jihoon lo había pateado.

— Estarás en abstinencia entonces —hizo una pausa— A menos que me dejes ser el activo.

— ¡No, ni en sueños seré pasivo! —negó rotundamente moviendo su cabeza a los costados varias veces.

— De todos modos, tampoco quería ser el activo —Jihoon soltó una risa y se dirigió a la cocina para empezar a cocinar la cena.

El Nuevo Asistente →Jicheol←Where stories live. Discover now