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No voy a dejar de escribir Camren. Sigue siendo igual que antes; no tenemos Camren en la vida real, así que hay que imaginar y crear historias.

Todos los comentarios que contengan 'Laucy' o que se lamenten de la relación de Lauren en la vida real en este fic, están totalmente fuera de lugar. Primero, porque es la vida de Lauren y la respeto profundamente. No podemos hacer otra cosa que respetar a Lauren, respetar su vida y respetar cada decisión que tome, porque no somos nadie para juzgarla, ni para insultar.

Segundo, porque esto es Camren, por mucha ficción que yo diga que sea, este fic está en el tag de Camren. No habrá Laucy, no habrá dramas que incluyan a terceras personas, sólo ellas dos.

Así que, por respeto a Lauren, dejen de poner 'Laucy' en cada párrafo :)

Sé que para muchxs es difícil de asimilar, porque la gran mayoría sois demasiado jóvenes para separar un fic o un ship de lo que pasa en la realidad y no tenéis aún esa madurez, pero bueno, para endulzar un poco este 'trago', aquí os dejo este maravilloso capítulo.

Lauren's POV

Subí los escalones del porche de los O'Donnell, y por la ventana de la cocina vi a Esmeralda, que al verme, abrió la puerta de su casa con una sonrisa.

—¡Feliz 4 de Julio señora O'Donnell! —La abracé de inmediato, y ella soltó una risa, casi un grito de sorpresa.

—Qué alegría verte sin trabajar. —Me pellizcó las mejillas, y apreté un poco los ojos al notarlo.

—¿Qué van a hacer ustedes por el cuatro de julio? —Tom bajaba por las escaleras, y sonrió al verme. Puso una mano en mi hombro y apretó, dándome luego un abrazo.

—Oh, nosotros no solemos hacer nada. Cuando estaban nuestros nietos por aquí comprábamos fuegos artificiales, pero ahora ya nada. Solemos cenar en el porche y vemos los fuegos que hay en el lago, se ven desde aquí. —Comentó Esmeralda, mirando a su marido.

—Sí, ¿vas a llevar a Camila al lago? —Tom se cruzó de brazos con el ceño fruncido, escudriñándome con la mirada. Si decía la verdad, parecía que me estaba haciendo el tercer grado antes de salir con su nieta.

—Ehh... Sí, la llevo al lago. —En ese momento, Camila bajó las escaleras con una sonrisa, casi dando pequeños saltitos. Llevaba el pelo recogido con dos mechones a los lados, una blusa blanca, ancha, que actuaba como vestido, y unas zapatillas del mismo color. Debajo podía ver su bikini negro.

—Abuelo, nos vamos. Pasáoslo bien, ¿vale? —Esmeralda tomó a Camila de las mejillas, dándole besos en una, y luego le limpió el carmín de la mejilla.

—Tú ten cuidadito. —Me dijo su abuelo con el ceño fruncido, señalándola. —Hay mucho gañán por ahí suelto. En cuanto te despistes, ya estás... —Hizo unos gestos con las manos.

—Vale, abuelo, voy con Lauren de todas formas. Quizás deberías tener miedo de ella. —Camila me agarró de la muñeca, yendo conmigo hasta la salida.

—¿De Lauren? —Dijo Tom casi alterado. —¿Ahora también tengo que preocuparme de ella? ¿Queréis matarme de una embolia? —Camila se partía de la risa mientras salíamos por la puerta, arrastrándome de la muñeca.

—¡Adiós! —Dijo en español, bajando los escalones del porche conmigo. —¿Y dónde me llevas?

—Pues al lago. —Reí, caminando hacia mi camioneta. —Hacen barbacoas, ponen música y todos nos bañamos.

la chica del maíz; camrenWhere stories live. Discover now