Capitulo 4

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Después que papá volvió, nos pusimos en marcha para armar los bolsos. Lo que faltaba era que se enojara más. Aunque me hubiese gustado que a ese idiota le saliera humo de las orejas. Metí la ropa en un segundo bolso para que las cosas no se mesclaran con los libros. Y... eso fue todo. No tenía muchas cosas, así que no tardé tanto en guardar todo. Me dirigí a la puerta de mi cuarto y me volteé. Vi todo vacio. Era impactante. De la nada íbamos a dejar todo con lo que habíamos vivido por una simple empresa.

Llevé las dos maletas a la entrada y las dejé apoyadas contra la pared.

En ese momento bajó Cloe.

-¿Terminaste?- me pregunto si dirigirme la mirada.

-Sí.

-Bien.

Mi padre se acerco a nosotras con pasos lentos.

-Cambio de planes.

-¡¿Nos quedamos?!- pregunto Cloe con cierta felicidad.

Él rió y respondió.

-Todo lo contrario. Nos vamos hoy.

Cloe y yo miramos a ese hombre con tal sorpresa que le causó incomodidad y se retiró. No lo podía creer. Nos había dicho dos días. ¡Dos días! Y ahora no nos quedaba más que irnos en ese momento. La impotencia me recorría las venas cómo si esta fuera la sangre. Me puse firme. Miré a Cloe, quien siguió mis mismos pasos. Ambas nos miramos con odio. Pero no entre nosotras. Éramos casi cómplices. Estuve a punto de ofrecerle torturar a papá, y ella aceptaría. Pero mantuve la postura. Miré por la ventana. Había un taxi que seguramente sería el que nos llevaría al aeropuerto. Sería el último auto al que me subiría frente a mi casa. Dios. Odiaba a ese estúpido.

SASEAN.Where stories live. Discover now