Capitulo 18

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Un toque en el hombro me sacó de mi sueño. Mamá estaba parada junto a mí, con un hombre vestido de bata. Miré el reloj. Era la una. Media hora había conseguido dormir. No fue demasiado pero me sentía un poco mejor. El dolor de cabeza había disminuido.

-A ver, ¿Te podes parar?- me preguntó el doctor. Intenté levantar mi torso pero sentí una terrible puntada en las costillas. Entonces el dolor de cabeza volvió. Me retractaba de haber creído que me sentía mejor.

-No. Me duelen las costillas.- respondí volviendo a acostarme.

El hombre de bata me pidió que respirara hondo y que subiera el pecho al hacerlo. Cuando lo hice, otro golpe de dolor arraso con mi pecho. El hombre asintió y anotó algo en su libreta. Mamá se alteró al ver mi expresión de agonía.

-¡¿Qué tiene doctor?!- preguntó mirándome el pecho.

-Por ahora no se sabe señora. Pero hay que llevarla al hospital y hacerle unas radiografías. Puede que algo haya una fisura.

En ese mismo instante papá entro a la habitación.

-Sasha, levantate. Vamos al hospital.

-No puedo levantarme.- le aclare levantando las manos. ¡¿No veía que no podía moverme?!

-¡¿Sean?!- gritó mi padre. Gritó otra vez y Sean entró en el cuarto.

-¿Necesitan que la lleve?- sin esperar respuesta me tomó en brazos y me levantó hasta que mi cara estuvo a unos diez centímetro de la suya. Tenía una fuera en los brazos descomunal. Eso causó un punzante dolor. Sean me movió un poco y dejé de sentir dolor. Caminó escaleras abajo y el dolor ya casi no se sentía. Me subió un taxi y se subió conmigo y mamá. Ella me estuvo bombardeando de preguntas sobre cómo me sentía mientras Sean mantenía su vista fija en la calle.

Cuando llegamos Sean volvió a levantarme. Me ayudó a salir del taxi pero me di un golpe con el marco de la puerta en la cara. Bien, todo estaba saliendo perfectamente bien. me llevó hasta la sala de urgencias y me tomaron varias radiografías del torso. Todo ese proceso fue de lo peor. No paraba de sentir pinchazos y el dolor de cabeza iba empeorando cada vez.

-El viernes por la tarde van a poder retirar las radiografías.- dijo una mujer de la recepción. Parecía tener mucha experiencia. Porque ni nos miro mientras anotaba mis datos.

La vuelta a casa fue igual que la ida. Salvo por el golpe en la cabeza. Esta vez me golpee la cabeza con el techo del auto cuando pasamos por una loma de burro. Eso desencadeno todos los dolores. Cada vez me convencía más de que era la chica más desafortunada del país. Caerme más de una vez por culpa de la misma enredadera, golpearme las costillas y posiblemente tener una rota, casarme con un extraño. No, ese no era el mayor problema. El mayor problema era casarme con SEAN.

SASEAN.Where stories live. Discover now