Capítulo X: Mariposa Y Un Cuchillo

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Cuatro semanas antes

Estaba camino a la casa de Harry, tenía los nervios de punta. Quizá cuando le dije eso, no estaba pensando coherentemente, y por eso se fue sin decirme nada. La cosa era que tenía que hablar con él de ese tema, para que las cosas no se pusieran raras, o más de lo que ya estaban.

Cuando estaba cerca de la casa de Harry, quizá a unos trescientos metros, un hombre se paró justo frente a mí, yo fruncí el ceño, y cuando estaba por esquivarlo, su brazo se posó en mi estómago para no dejarme pasar y cuando lo miré, cuando volteé a verlo, el mundo se me paralizó. Se hizo añicos.

Él era a quien estuve buscando tanto tiempo. De quien jamás me escondí y lo sabe. Quien me estuvo buscando tantos meses porque no soportaba la idea de no tener un asesinato perfecto, de probablemente salir impune de toda la mierda que ha hecho en su vida.

—¿Ibas a algún lado? —su voz sonó tan profunda que tuve que pensar aún mejor las cosas que me acababa de decir. No podía decirle nada, no quería siquiera mencionar a Harry en estos momentos ¿Por qué? Simplemente porque este hombre podía darme en lo último que me queda, en la última persona que podía lastimar. Yo jamás tuve problemas con él, hasta que mató a toda mi familia. —¿Ibas por Harry?

Cuando mencionó su nombre me quise morir. Lo conocía, lo conocía a la perfección. Si este hombre sabía de Harry es porque jamás dejó de vigilarme. Sabía que lo estaba buscando, que estaba matando personas por su culpa. Porque lo estaba buscando a él.

—¿Qué quieres? —apenas dije, él me miró, mientras se acomodaba el saco largo que trae puesto.

—¿Crees que quiero algo? —dijo, yo miré el suelo por un segundo, antes de devolver la vista hacia él.

—Tú siempre quieres algo. —dije. —¿Qué quieres? ¿Por qué apareces de la nada luego de que te estuve buscando tanto tiempo y lo sabes?

—Louis, Louis, Louis. —dijo, pronunciando mi nombre como si se estuviera burlando. —¿Para qué querías encontrarme? Aquí estoy y sigo vivo ¿Crees que iba a huír de alguien como tú? Crees que sabes matar pero eres un puto desastre. —lo miré.

—Yo no estoy orgulloso de lo que hice, Desmond. —dije. —Yo sé que no debí hacer eso. Y que mucha gente está llorando por haber perdido a alguien cuando sólo te estaba buscando a ti.

—¿Te acercaste a Harry para eso? ¿Para encontrarme? —fruncí el ceño, él levantó ambas cejas mientras mientras esperaba mi respuesta. No sabía de qué mierda estaba hablando.

—¿Qué tiene que ver Harry en esto?

—Te acercaste bastante. —dijo, yo lo miré de mala gana porque no entendía nada. —¿No lo sabías? Harry es mi hijo.

Me quedé justo donde estaba. Quieto, sin saber qué hacer o que decir, él me miraba con una sonrisa burlona, porque probablemente le daba mucha gracia el que yo no supiera esa información.

—¿Realmente no sabías?

—Eso no es posible. —dije, él tenía esa maldita sonrisa llena de dientes perfectos. Desearía poder arrancarle los labios. —Eso no es posible, él no es como tú. Jamás le haría algo a alguien.

—¿Quieres que le preguntemos? —dijo, sacó su teléfono y marcó un número, enseguida, luego de tres sonidos cortos, la voz de Harry sonó en el teléfono. Me quedé en shock.

El asesino de la calle 406 [Larry Stylinson] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora