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Camila POV

Jamás esperé que Laur me confesara que estaba enamorada de mi. Me sentía tan mal por haberla utilizado en un principio. Ella estaba enamorada de mi y yo sólo la quería para un par de polvos. Me sentía tan mal conmigo misma, pero ahora que le había confesado mis nuevos sentimientos por ella y había visto lo feliz que estaba a mi lado, me sentía un poco mejor. Me alegraba poder hacerla feliz, y más si yo era la causa de su felicidad, todo era perfecto en ese momento, aunque ambas éramos conscientes de que si nuestros sentimientos seguían creciendo deberíamos enfrentarnos a una gran cantidad de problemas, es por eso que nos tomaríamos todo con calma y veríamos si de verdad valía la pena arriesgarse por lo nuestro, ese había sido nuestro trato.

Ahora ella estaba sentada sobre mi regazo mientras nos besábamos sin parar, mis labios no podían tener suficiente de ella, nuca tendrían suficiente de ella.

Tenía sus brazos alrededor de mi cuello y yo jugaba con la tela de su blusa con mis manos en su espalda. De pronto se alejó de mis labios y se sentó a horcajadas sobre mi. Esto se estaba prendiendo y podía notar como sus ojos se oscurecieron. Me volvió a besar introduciendo su lengua en mi boca sin pedir autorización. Jugó con mi lengua, la acariciaba y mordía delicadamente haciéndome delirar ¿dónde había aprendido a hacer eso? Era tan excitante. Succionaba mi lengua y luego la dejaba libre para volver a besar mis labios, lamiéndolos y mordiéndolos. Ella tenía el control total del beso y me encantaba.

Sentí como comenzaba a mover sus caderas lentamente sobre las mías, sentí como el calor de su cuerpo aumentó y como sus ansias también lo hacían. Ya veía a donde iba esto.

Pasé mis manos a sus muslos descubiertos gracias a la falda de su uniforme que no pudo cambiarse porque la recogí directamente del colegio. Empecé a subir mis manos lentamente, adentrandome en su falda, guié mis manos hacia su trasero y me sorprendí al descubrir que bajo esta no llevaba nada más que una diminutas bragas. Apreté su trasero fuertemente entre mis manos causando que soltara un gemido. Me prendía aún más cuando estaba vestida con su uniforme.

Iba igual que ayer, tenía una coleta alta, la blusa con un par de botones desabrochados y la corbata suelta alrededor de su cuello.

Seguí jugando con su trasero hasta que me cansé y decidí tirarme hacia atrás para quedar acostada sobre la manta llevándola conmigo. Apoyó sus manos a cada lado de mi cuerpo mientras seguía besándome. Yo seguía con mis manos apretujando su trasero, no lo quería soltar, era sólo mío y no me podía despegar de el.

Ella gemía en mi boca y luego de unos momentos comenzó a bajar sus besos por mi barbilla y luego a mi cuello, haciendo que me estremeciera cuando mordió en un punto sensible de la piel. Solté un gemido y ella rió contra esta, le encantaba saber que provocaba eso en mi.

"Me molesta tanta ropa, te prefiero al natural" sentenció y yo reí por su descaro, me incorporé y quité mi chaqueta junto con mi remera para quedar con el torso descubierto y complacer sus deseos.

"Así está mejor" estuvo satisfecha. Se mordía el labio mientras recorría la piel descubierta de mi abdomen y pecho con la mirada, con sus preciosos ojos verdes desde arriba. Jalé de su corbata para acercarla hasta mi boca. Cuando nuestros labios se conectaron, desaté el nudo de su corbata para después lanzarla lejos y comenzar a desabrochar los botones de su blusa hasta que dejé al descubierto su torso y un precioso brasier blanco. Lancé la prenda a un costado y luego bajé para atacar su cuello, ella se arqueó hacia mi para que yo tuviera más acceso a este. Su piel era tan dulce, estaba fascinada por ella, me encantaba todo su ser, no le podía encontrar imperfección.

Bajé mis manos hasta sus muslos y estas lentamente se introdujeron en las profundidades de su falda hasta que llegué a sus braguitas ya completamente húmedas por la excitación. Froté por encima de estas toda la longitud de su intimidad, jugué con su clítoris por encima de la tela haciendo que soltara maldiciones y mi nombre entre respiraciones agitadas y jadeos.

La mamá de mi mejor amiga - CamrenWhere stories live. Discover now