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Camila POV

Ahora podía llamar a Lauren mi novia.

La amo. Verla cantar es el mejor regalo que ella me puede hacer. Adoro su voz rasposa que me da escalofríos por todo el cuerpo, adoro la pasión con la que canta y adoro la canción que escogió. No puedo estar más feliz.

Aunque sé que ella hizo esto porque se nos vienen tiempos difíciles, pero no pienso preocuparme por eso ahora cuando la tengo aquí a mi lado.

Vamos caminando hacia la estación de metro mientras le cuento todo lo que sentí cuando estaba ahí arriba. Ella me mira atenta a lo que le tengo que decir. Es tan hermosa.

Durante todo el trayecto hasta el tren fuimos con nuestras manos entrelazadas, ahora ambas estábamos arriba de uno de los vagones del transporte. Ya no podíamos hablar por el ruido que hacía este.

Lauren estaba frente a mi y yo atrás de ella. Mi visión era bastante... tentadora.
A medida que el metro avanzaba, el culo de Lauren rebotaba con el movimiento que este hacía. Juro por dios que... tenía unas ganas incontrolables de apretujárselo. Se veía tan blandito y respingón y el movimiento solo lo hacía peor. No podía despegar mis ojos de su gordito trasero que me tentaba. Estaba tan cerca pero tan lejos. No podía andar toqueteándola en un lugar tan público como este.

Al parecer yo no era la única admirando su trasero pues al salir de mi ensoñación y levantar la vista, pude ver a un hombre como de mi misma edad mordiéndose el labio mientras le miraba el culo. Quería ir a golpearlo ahora mismo y sacarle los dientes por mirarla pero yo estaba haciendo exactamente lo mismo y sería muy hipócrita, sin embargo, me apegué más a Lauren de manera que mi pelvis se conectó con su trasero y así podía cubrirla de los mirones como el bastardo que estaba a mi lado comiéndosela con la mirada... puaj...

Lauren pegó un saltito y se asustó pero sonrío maliciosa cuando vio que era yo. No me gustaba esa mirada porque sabía que algo iba a hacer.

Lentamente Lauren se empezó a tirar más para atrás en busca de mi cuerpo. Maldita bastarda. Había entendido todo mal y pensaba que yo quería hacer travesuras cuando en realidad sólo quería protegerla de las miradas lascivas.

Ella pegaba más su culo a mi centro y las palpitaciones aparecieron dolorosamente en mi entrepierna. Como si fuera poco, empezó a agitar su trasero contra mi. Yo quería morir. Podía sentir todo su cuerpo sobre el mío. Su culo del demonio me tenía delirando... ¡Me lo quería comer ahí mismo!

Mis malditas bragas ya estaban para la basura. No pude evitarlo y puse mis manos en sus caderas y lleve mi boca hasta su cuello en donde aspiré su aroma. Ella tomó mis manos que estaban en sus caderas y las llevó hasta su abdomen de modo que quedé más pegada a ella que antes con esto, comenzó a menear sus nalgas de arriba a abajo y en todas las direcciones dejándome loca.

"Lauren no juegues conmigo" susurré con voz pesada contra su oído. Ella soltó su clásica risita de bebé. Sabía que me tenía loca y se aprovecharía de esto.

"Eres mi novia, puedo hacer lo que quiera contigo" cómo es que la chica que tartamudeaba al hablarme y me trataba de usted, se haya convertido en esta bomba de seducción y pecado que era ahora. Era la maldita tentación en persona.

Llevó una de mis manos hasta su nalga y me hizo apretarla. Saqué la mano de inmediato. Si, había bastante gente a esta hora en el metro, teníamos poco espacio donde estar y probablemente nadie haya visto eso pero de todas formas no era correcto. Lauren se estaba pasando.
Ella solo reía cuando la regañaba. Era una niñita malcriada.

Su siguiente movimiento no fue más suave que el anterior. Volvió a tomar mi mano pero esta vez la metió por debajo de su camiseta, permitiéndome sentir toda su tersa piel que ardía al igual que la mía. Ella la seguía subiendo hasta que llegó peligrosamente cerca de sus pechos en donde se detuvo y luego volvió a bajar. Me estaba provocando. Estaba jugando conmigo... y estaba ganando.

La mamá de mi mejor amiga - CamrenOù les histoires vivent. Découvrez maintenant